La nueva adaptación libre de una de las novelas francesas más conocidas llega el 8 de julio de 2022 a Netflix. La directora Rachel Suissa presenta el largometraje Las amistades peligrosas (Relaciones peligrosas), una versión adolescente de la obra homónima de Pierre Choderlos de Laclos.



Las amistades peligrosas (Relaciones peligrosas)

Crítica de Las amistades peligrosas

Ficha Técnica

Título: Las amistades peligrosas
Título original: Les Liaisons Dangereuses

Reparto:
Paola Locatelli (Célène)
Simon Rérolle (Tristan)
Ella Pellegrini (Vanessa)
Alexis Michalik (Christophe)
Camille Léon-Fucien (Naya)
Oscar Lesage (Oscar)
Jin Xuan Mao (Tao)
Tristan Zanchi (Ben)
Julien Lopez (Julius)
Aymeric Fougeron (Pierre)
Héloïse Janjaud (Charlotte)
Elsa Duchez (Ariel)

Año: 2022
Duración: 109 min.
País: Francia
Director: Rachel Suissa
Guion: Slimane-Baptiste Berhoun, Rachel Suissa. Novela: Pierre Choderlos de Laclos
Fotografía: Giovanni Fiore Coltellacci
Música: Clément Dumoulin
Género: Drama. Romance
Distribuidor: Netflix

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Tráiler de Las amistades peligrosas (Relaciones peligrosas)

Sinopsis

A sus 17 años, Célène es una idealista. Cree en el amor absoluto y muestra más interés por la lectura que por las redes sociales. Se está preparando para vivir lejos de su prometido, Pierre, durante una temporada en que se irá de París para vivir Biarritz. Y pronto deberá enfrentarse a la perversa élite de su nueva escuela, presidida por Vanessa, exestrella de la gran pantalla y reina de Instagram, y el famoso surfista Tristan, tan peligroso como seductor. Célène se enamora de él, pero no se imagina ni por asomo que es objeto de una apuesta cruel entre Tristan y Vanessa. ¿Hasta dónde llegarán? (Netflix España)

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Los antepasados

En 1782 Choderlos de Laclos publicó la novela epistolar Les liaisons dangereuses, una de las obras más valoradas de la literatura francesa. Pese a que las intenciones del autor nunca quedaron claras, la crítica hacia una aristocracia poderosa y cruel es evidente. La novela cuenta con numerosas adaptaciones en cine, televisión y teatro. El gran público recuerda dos largometrajes en especial: protagonizada por Glenn Close y John Malkovich, surgió en 1988 una fiel adaptación dirigida por Stephen Fears. Once años más tarde llegó Crueles intencionesRoger Kumble trasladó la historia a la Nueva York adolescente de los 90 vertiendo sobre ella la misma crítica moral de la mano de unas estupendas Reese Witherspoon y Sarah Michelle Gellar.

La directora Rachel Suissa aparece ahora con esta nueva Las amistades peligrosas (Relaciones peligrosas) situada en un casi pintoresco instituto de Biarritz, una bella ciudad de la costa vasca de Francia. Tal vez ha escogido este escenario por haber sido uno de los favoritos de esa nobleza francesa a la que Laclos plasmó en su obra. No es extraño pensarlo dada la clara intención de Suissa de homenajear (aunque sea con disfraces) la atmósfera de la novela. Sin embargo, esos pequeños guiños pueden llegar a dar más sensación de disculpa que de homenaje.

Las amistades peligrosas (Relaciones peligrosas) Netflix
Copyright Netflix

Los antepasados de sus protagonistas

Una vez más, la adolescencia se coloca en el punto de mira. Turbia y despiadada hasta niveles casi psicóticos en esta ocasión, se nos antojará excesiva en su maldad. Y es que no estamos ante los típicos niñitos adinerados, déspotas, clasistas y crueles (que también) sino ante una especie de caricatura de la maldad más maloliente. El guion pretende hilar lo desalmado de estos jóvenes con la nueva crítica social de moda, es decir, adaptar la misma crítica de la novela a los tiempos que corren. Para ello, el guion se vale de las redes sociales como motivo y consecuencia de esa perversidad. Aunque cambiemos de siglo, de sociedad y de herramientas, el trasfondo de la mezquindad humana es el mismo, por lo que se podrán hacer miles de distintas versiones del mismo mensaje.

Y miles de distintas versiones de los mismos personajes. En esta ocasión, el peso recae en cuatro rostros. Paola Locatelli interpreta a la joven Célène con demasiada tensión y poca certeza. Ella es la nueva versión de Madame de Tourvel, el único personaje con moral y principios. Para cambiar eso tenemos al nuevo Vizconde de Valmont, Simon Rérolle interpretando al superficial Tristan que, por lo visto, tiene hasta corazoncito. Aunque Rérolle no consigue, con su eterno gesto impertérrito, mostrar ni la evolución ni los matices de su personaje. Con algo más de fuerza interpretativa que la pareja protagonista tenemos a Ella Pellegrini en el papel de Merteuil, la despiadada y caprichosa incitadora, la causa de toda la trama.

Mientras Pellegrini muestra ser capaz de llevar ese peso con bastante buen equilibrio, Locatelli y Rérolle no parecen terminar de conectar ni entre ellos ni con sus propios personajes, impidiendo así que lo haga el espectador. Pese a que la mayoría de las tramas secundarias son innecesarias, son las que nos traen unas interpretaciones algo más vivas. Especialmente la de Héloïse Janjaud en el personaje de Charlotte, una Cécile de Volanges algo pasada de rosca explotada en la trama lo justo para darle algo de ritmo.

Les Liaisons Dangereuses Netflix
Copyright Netflix

El mensaje masticado

La misiva que se quiere entregar en bandeja al espectador es evidente desde el principio. Pero la moraleja se nos presenta una y otra vez hasta resultar intrascendente. Por si no nos hubiera quedado claro, el film se regodea en exceso en su propia moralidad los últimos quince minutos. A la vez, se contradice totalmente dando protagonismo a las cifras a las que precisamente critica, convirtiéndolas en premio o castigo para sus personajes. La cinta cae en su propia trampa como una contradicción más de tantas encontradas.

El guion de Las amistades peligrosas (Relaciones peligrosas) se esfuerza por adaptar su discurso al presente. Pero aunque las herramientas están escogidas con cuidado, la repetición y la exageración convierten el visionado en algo molesto y poco creíble. A esto añadimos los momentos videoclip casi dignos de la particular serie Riverdale y la imperiosa necesidad de añadir una nueva canción a cada escena (sin exagerar). El resultado: a partir de la mitad del segundo acto empieza a hacerse cuesta arriba seguir adelante. Mientras, nos martillea una música que, como sus intérpretes, no consigue conectar con el público, algo terrible dada la presencia aplastante que se le da.

Las amistades peligrosas Netflix
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Conclusión de 'Las amistades peligrosas'

El intento de Rachel Suissa era seguramente innecesario, aunque al menos en apariencia tiene la intención de ser respetuoso a su manera. Las amistades peligrosas (Relaciones peligrosas) es una buena opción dentro del mundillo adolescente que ha creado Netflix, por salir un poco de la sota-caballo-rey edulcorado que emplea la plataforma hasta la saciedad. Más allá de eso, como largometraje en sí, seguramente será recordada solo cuando consultemos las adaptaciones de la reconocida novela. Insustancial pese al producto base y forzada, no está mal como una pequeña vuelta de tuerca a adaptaciones anteriores. Es decir, seguro que como propuesta llamó la atención, pero la ejecución ya es otra cosa.

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