Las Margaritas (1966) se trata de una película dirigida por Vera Chytilová y que este año se vuelve a reestrenar en cines el 15 de noviembre de 2024, después de que la copia se haya restaurado y pasado por el Festival de Cannes. Las Margaritas es una clara muestra del cine de la nueva ola checoslovaca, con toques rupturistas en su puesta en escena, así como en su ideología. Considerada una de las grandes obras del cine feminista y de vanguardia del último siglo, Las Margaritas es una incontestable obra maestra del cine europeo, iconoclasta, rompedora y divertidísima. Una película tan actual hoy como en 1966, que desafió todas las normas de la época y que le costó a su directora, Vera Chytilová, una censura de hasta 7 años por parte de las autoridades checoslovacas.
Crítica de 'Las margaritas'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Las margaritas
Título original: Sedmikrásky (Daisies)
Reparto:
Jitka Cerhová (María I la Morena)
Ivana Karbanová (María II la Rubia)
Marie Cesková (Mujer en el baño)
Julius Albert (El anciano Playboy)
Marcela Brezinová (Asistente de baño)
Jan Klusák (Playboy más joven)
Jirina Myskova (Asistente de baño)
Año: 1966
Duración: 76 min.
País: Checoslovaquia
Director: Vera Chytilová
Guion: Vera Chytilová, Ester Krumbachová. Historia: Vera Chytilová, Pavel Jurácek
Fotografía: Jaroslav Kučera
Música: Jirí Slitr, Jirí Sust
Género: Comedia dramática
Distribuidor: Atalante Cinema
Tráiler de 'Las margaritas'
Sinopsis
Cuando el mundo parece estar echado a perder, dos jóvenes incontrolables se embarcan en una serie de travesuras en las que nada —la comida, la ropa, los hombres, la guerra— se toma en serio. Con una vitalidad y desparpajo que no tiene límites, Marie I y Marie II matan su aburrimiento aprovechándose de hombres mayores que las invitan a deliciosos banquetes, saboteando espectáculos públicos y haciendo añicos todo lo que se les pasa por la cabeza, en una odisea cada vez más desenfrenada y surrealista de glotonería, destrucción vertiginosa, y resistencia antipatriarcal en la Checoslovaquia de los años 60.
Considerada una de las grandes obras del cine feminista del último siglo, Las Margaritas es una sátira rebelde y visualmente deslumbrante con la que Vera Chytilová desafió todas las normas de la época. Una película adelantada a su tiempo, por primera vez en cines restaurada en 4K. (Atalante Cinema)
Dónde se puede ver la película en streaming
Godard en checo
Salvando las distancias, Las Margaritas es como ver una película de Jean-Luc Godard pero en checo. El cine había cambiado mucho desde que tan solo unos años antes el cineasta francés hubiera estrenado su célebre Al final de la escapada, con la que rompió las reglas del cine clásico, y los ecos de ese estruendo se oyeron detrás del talón de acero. Así, Vera Chytilova se encargó de dirigir una película rompedora, que refleja muy bien el espíritu de la época. Ahora bien, verla hoy en día, sin tener un contexto histórico del filme pueda ser un gran error.
Las Margaritas no tiene un argumento convencional. No hay una introducción, nudo y desenlace. La película muestra de manera inconexa en términos narrativos las andanzas y desventuras de dos muchachas, interpretadas por Jitka Cerhová e Ivana Karbanová. Como si fueran dos alienígenas que acaban de llegar a la tierra (en lo que supone además una absoluta desconexión con el sistema en el que viven), se dedican simplemente a molestar y a jugar con todo aquel que se encuentra en su camino, la mayoría hombres (en muchas secuencias vemos como ellas misma se ríen de las citas que tienen una detrás de otra).
El Zeitgest rabioso de una generación que quería romper con todo queda más que patente mediante la personificación de estas dos protagonistas. De hecho, donde más se diferencia la película de otras de la Nouvelle Vague es en esa visión femenina, que a la vez intenta ser ciertamente escandalizadora (hay numerosas tomas de las protagonistas en escenas picantes, por decirlo de alguna manera), y que pretendía elevar el tono de protesta mediante el cine.
Ruptura formal
A esta ruptura con la narrativa, se le puede añadir una ruptura con la puesta en escena. Al igual que hiciera Jean-Luc Godard, la cineasta se dedica a romper con todas las reglas tradicionales del cine clásico. Pasamos de una escena a otra, dejando en evidencia la existencia del raccord, así como de los saltos de eje. Nada hay sagrado para la directora, que pisotea continuamente las convenciones cinéfilas, intentando experimentar a cada plano. Una continua experimentación que también puede observarse en los filtros monocromáticos que se emplean en numerosas secuencias y que van cambiando sin cesar, o las imágenes que se intercalan entre escena y escena.
Algunas secuencias sin embargo, parecen retrotraernos al cine mudo, como es la secuencia del baile, que parece evocar de manera directa a una película cualquiera de Chaplin, como si la directora fuera consciente que no se puede crear de la nada y que innovar es también mirar al pasado. De hecho, respecto a esto, Las Margaritas puede verse claramente como un gran homenaje al género de la comedia splastick, de la que toma muchos préstamos.
Conclusión de 'Las Margaritas'
Si Jean-Luc Godard fue un terremoto en Francia, Las Margaritas lo fue en Checoslovaquia. Sin embargo, no se trata de una película que pueda verse a la ligera, sino teniendo en cuenta todos los condicionantes históricos que hay detrás de ella. Una película que va a exigir del espectador una mente abierta y ganas de ver un puro experimento cinematográfico, con un toque de Europa del este.
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