Alberto Conejero vuelve a colaborar con la Compañía Nacional de Teatro Clásico con Laurencia, un espectáculo recital, sobre la heroína del drama de Lope de Vega. Aitana Galán dirige este monólogo protagonizado por Ana Wagener y con música interpretada en directo por la guitarrista flamenca Antonia Jiménez.

La propuesta se lleva a cabo en paralelo a la propia Fuenteovejuna, dirigida por Rakel Camacho. Establece con esta un diálogo sobre las consecuencias de los terribles actos cometidos por y contra el comendador.

Laurencia podrá disfrutarse en la Sala Tirso de Molina del Teatro de la Comedia de Madrid hasta el 26 de octubre de 2025.



Laurencia

Crítica de 'Laurencia'

Ficha Técnica

Título: Laurencia
Título original: Laurencia

Reparto:
Ana Wagener (Laurencia)
Antonia Jiménez (Guitarra flamenca)

Duración: 75 min. aprox.
Dirección: Aitana Galán
Dramaturgia: Alberto Conejero
Diseño espacio escénico: Mónica Boromello
Asesoría plástica: Anselmo Gervolés
Sonido: Quique Mingo
Iluminación: Javier Ruiz de Alegría
Ayudantía de dirección: Ramón Perera
Videocreación: Alba Trapero
Producción: Compañía Nacional de Teatro Clásico

Tráiler de 'Laurencia'

Sinopsis de 'Laurencia'

Siempre me he preguntado por qué en nuestro tiempo los clásicos griegos, isabelinos o rusos han inspirado con más frecuencia nuevas obras —monólogos, secuelas, reescrituras— que nuestro teatro del Siglo de Oro. Quizá se deba a un fundado respeto ante un corpus tan patrimonializado; o tal vez a la distancia que, para algunos, instaura el verso; o incluso a cierta desconfianza hacia la universalidad de sus personajes. Y, sin embargo, este temor es reciente: del siglo xviii hasta mediados del xx se produjo un diálogo libre con nuestro repertorio clásico, como atestiguan las numerosas refundiciones, parodias y apropiaciones.

Con todo, Laurencia no es una versión ni una reescritura de Fuenteovejuna, sino un nuevo texto que surge de la fascinación que me despierta el personaje de Lope de Vega y de preguntas que me acompañan desde que realicé una versión del original en 2017: ¿por qué la ausencia de la madre de Laurencia durante toda la obra? y ¿cómo sería la vida de este personaje después de los sucesos contados en Fuenteovejuna?

Ahora ha llegado el momento de imaginar esas respuestas en esta obra que es también una carta de amor —con respeto y libertad— a nuestro inmortal teatro clásico.

Alberto Conejero (COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO). 



Laurencia
Foto de CNTC

Regresar a Fuenteovejuna

Alberto Conejero regresa a Fuenteovejuna ocho años después de versionar la obra para la Joven Compañía, con un montaje dirigido entonces por Javier Hernández-Simón. Conejero ofreció en aquel momento una lectura desmitificada, incidiendo en la inacción del pueblo que permitió los abusos hasta el detonante que supuso la violación de Laurencia y su llamada a la venganza. El dramaturgo recupera en este monólogo la misma tesis.

Escuchamos en primera persona cómo era la vida antes de la tragedia, sencilla, doméstica, marcada por los ritmos naturales, con sus pequeñas alegrías. Sin embargo, las mujeres desaparecían, una tras otra, por motivos diversos que a nadie importaban. A nadie. Después del baño de sangre que supuso el paso del comendador, la vida no volvió a ser igual. La comunidad, rota y sus protagonistas, marcados. Laurencia, esa heroína protofeminista, que señaló la pasividad del pueblo ante su propia violación, quedó aislada y estigmatizada en el microcosmos de Fuenteovejuna. No hay rastro de la cooperación ni de la solidaridad legendarias. Conejero nos obliga de este modo a reflexionar sobre la responsabilidad moral y cívica de quienes son (somos) testigos de abusos.

El dramaturgo opta una vez más por el formato del monólogo, que le permite aislar a un personaje para analizar en detalle sus cicatrices. Lo vimos en En mitad de tanto fuego, sobre Patroclo, o en Los días de la nieve, sobre Josefina Manresa, o en Leonora, sobre Leonora Carrington. En todos ellos aborda el tema de la memoria y de la necesidad de narrar y de escuchar el dolor, que es individual pero también colectivo, desde un lirismo elegantísimo. En Laurencia, las palabras de Conejero se entremezclan con las de Lope, también con las de Fray Luis de León, de manera natural y fluida, en un juego metaliterario muy interesante.

Teatro de la Comedia
Foto de CNTC

La estética del aislamiento

Frente a la sobrecarga sensorial de la Fuenteovejuna de Rakel Camacho, Aitana Galán apuesta por la sencillez y el minimalismo. Tan solo un pequeño bodegón barroco a un lado de la escena, como fragmentos de la memoria, nos ofrece cierto contexto. Nada estorba a la intimidad de la confesión de Laurencia. Su soledad es radical. Tan solo los acordes de la guitarra de Antonia Jiménez la acompañan. Y en cierto momento, los cuadros de Artemisia Gentileschi en la videocreación de Alba Trapero. La pintora es una referencia pictórica sobre el tema de la violación y la venganza desde la perspectiva femenina. Se establece así un paralelismo de enorme fuerza plástica con las palabras de Laurencia.

Ana Wagener como Laurencia

La interpretación de Ana Wagener es sutil y contenida. Tan solo con los silencios, con el leve temblor de la voz, con la mirada logra emocionarnos. Frente al grito desgarrado de la joven Laurencia que exige venganza, aquí encontramos una Laurencia crepuscular, que vive sola con el fantasma de sus recuerdos, con la herida abierta del estigma y con la necesidad de contar su historia.

Laurencia
Foto de CNTC

Conclusión

Alberto Conejero y Aitana Galán se compenetran para ofrecernos una relectura del personaje de Laurencia de Lope de Vega en un montaje con una intensidad lírica y moral que estremecen. Con la interpretación sobria y emocionante de Ana Wagener y un interesante diálogo con otras obras y autores, la propuesta merece la atención por su belleza y por la vigencia de su mirada sobre la cuestión de la responsabilidad colectiva, la memoria y el trauma.

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