Víctor Conde y Amaya Galeote adaptan la obra teatral Macbeth, desde el 12 de noviembre en la Biblioteca del Soho. Esta revisión del famoso clásico de William Shakespeare se puede disfrutar viernes, sábados y domingos hasta este 12 de diciembre. Además, ha sido muy bien valorada tanto por crítica como por público, siendo una de las piezas más destacables de este último mes de 2021. Protagonizada por Laura Barba, Jorge Cabrera, Miguel García Borda, Alba Loureiro, Luna Mayo y Miriam Marcet, no te la pierdas en la Biblioteca del Teatro Soho Club de Madrid.



Obra Macbeth

Crítica de 'Macbeth'

Ficha Técnica

Título: Macbeth
Título original: Macbeth

Reparto:
Laura Barba
Jorge Cabrera
Miquel García Borda
Alba Loureiro
Miriam Marcet
Luna Mayo

Duración: 85 min. apróx.
Dirección: Víctor Conde y Amaya Galeote
Adaptación: Víctor Conde y Amaya Galeote
Autor: William Shakespeare
Producción: Gabriela Cortés

Sinopsis de 'Macbeth'

La obra teatral Macbeth nos muestra cómo amparado en las engañosas profecías de las Hermanas Fatídicas, Macbeth decide asesinar a su rey y tomar la corona. Consciente del horror al que se entrega, forja su terrible destino y se deja poseer por el mal que nace del ansia de poder, creyéndose invencible y eterno. (TEATRO DEL SOHO). 



Macbeth obra
Foto de Diego Da Costa

La ficción se apodera del ahora

Víctor Conde y Amaya Galeote rememoran uno de los clásicos dramáticos más conocidos por el público: la obra Macbeth, de William Shakespeare. En esta ocasión, la acción se ambienta en unas elecciones políticas (algo que está ya la orden del día), mostrando el nerviosismo de un partido político que recuerda a la situación actual en el panorama gubernamental en España. A través de personajes exagerados y mordaces se acercan a una verosimilitud absoluta, siendo un perfecto símil del circo en el que se han convertido los políticos. Además, emerge un subtexto sobre el poder y la traición, que se unifica a esa imagen de la suciedad de los gobiernos. Por ello, impacta por la excelente forma de escenificar una muestra de realidad sin necesidad de masticarlo de una manera más literal. De manera que, se agradecen producciones que arranquen la esencia original y la transformen con pasión.

Gracias a ello, la transición a la obra de Shakespeare se produce con mediante un puente pertinente, aunque con cierto aire de oportunismo. Una vez pasada a la reconstrucción del malogrado Macbeth, se entrega a esa locura de violencia. Por consiguiente, la escena se transforma en una recreación que va más allá, como si de una posesión se tratase, mimetizándose con la pieza del dramaturgo inglés. Así, se pasa por varios de los pasajes más importantes de la obra. De esta forma, transmiten al espectador el dolor, la fuerza y la tristeza que ahonda en la ambición de su protagonista. Por lo que, sin ningún reparo, aúna ambas líneas narrativas, fusionándolo en un cóctel que llama la atención por la firmeza con la que transita. Además, desarrolla una simbología que culmina el resultado global.

Teatro del Soho Club
Foto de Diego Da Costa

Una locura visceral

Este maremoto de energía se lleva a cabo en la obra Macbeth gracias al excelente desempeño del reparto sobre las tablas de la Biblioteca del Soho. Para comenzar, Miquel García Borda adorna su carisma con total solidez. Así, transmite esa idiosincrasia tan características de los líderes de masas. Debido a lo cual, se agradece que no pierda esa falsedad que debe radiar, también, a parte, da unos golpes de carácter que arrancan auténtico realismo en su trabajo dramático. Después, Miriam Marcet se mueve en una suavidad y elegancia que van degradándose al compás de la propia obra. Con lo cual, muestra su brillantez y su capacidad como actriz. Se es testigo de una metamorfosis expresiva exquisita. Asimismo, esa ebullición transformadora pinta el trabajo actoral de Jorge Cabrera. Sin duda, llega con una personalidad arrolladora que encumbra a su personaje a grandes niveles dramáticos.

Por otra parte, Laura Barba arrasa con una presencia única, mimetizándose con esos aires de grandeza de las políticos con poder. Sin embargo, su mayor fuerte se halla en cómo va rompiendo esa imagen, para otorgarle una sensibilidad y una profundidad a su trabajo artístico. Por ende, los distintos matices que explora a través de su personaje son impecables, una auténtica muestra de talento. Para terminar, Luna Mayo transmite una alegría y una luminosidad muy familiares, cercando la conexión con el espectador. A pesar de su grandilocuencia amable, hay momentos en los que podría darle un toque más serio, sin romper con la esencia de su personaje. Por lo que, a pesar de ser unos detalles, podría obtener aún más de su trabajo en escena. No obstante, sigue siendo un trabajo notable.

Teatro del Soho Club
Foto de Diego Da Costa

La pesadilla descarnada

Una de las virtudes que hay que aplaudir de espacios como la Biblioteca del Soho es la inmersión que realiza en el espectador, sea de forma directa o no. Esa posibilidad de estar dentro, literalmente, del espacio escénico, hace que se viva de una forma más visceral, se siente la energía en todo momento. Por ello, Macbeth es una obra que no pierde esta oportunidad y aprovecha este factor a su favor. Se produce una guerra de poderes mediante una puesta en escena en donde el movimiento y la interactividad son su mayor poder, dejando escenas de auténtico frenesí. Gracias a ello, deja al espectador impactado por la contundencia con la que se produce la coreografía, aunada a una emoción descarnada que se siente en el ambiente. En ningún momento se presenta una reducción de ese dinamismo.

Hasta el olor del ketchup se impregna en el lugar, utilizando los elementos que hay en escena de una manera catártica. Por ello, no se echa en falta una escenografía con más florituras o adorno, sino que de lo minimalista y contemporáneo hacen su especial recreación de la tragedia de Macbeth. También hay que aplaudir cómo la iluminación va cambiando, con un ejercicio bien ejecutado, empapado de esa tenebrosidad que supone recrear una pieza como esta. Únicamente, se comienza en las primeras escena con cierta sensación de desorden en su forma, comprendiéndose por qué se hace, pero resulta algo incómodo por el ruido que se fabrica. En consecuencia, esa primera toma de contacto no obtiene la misma conexión que el resto del montaje. Aun así, una vez se ha visto la obra, se comprende dicha ejecución, siendo un reflejo esperpéntico de lo que se desea representar.

Macbeth obra
Foto de Diego Da Costa

Conclusión de 'Macbeth'

Macbeth es una obra que remueve la famosa tragedia de William Shakespeare, con tintes políticos en torno al actual panorama gubernamental que vive la población. Así, se respeta el texto original, al mismo tiempo que se deja un retrato de los valores que se replican en ambos mundos. No obstante, indudablemente, lo mejor de esta pieza es la excelente interpretación de su reparto, que entrega cuerpo, alma y voz en un torbellino de energía llevado al máximo. Asimismo, la puesta en escena apuesta por este efecto dinámico en constante movimiento y cambio, con auténticos momentos de pura pasión. Un Macbeth extraordinario, impactando directamente al espectador gracias a una estupenda propuesta, fundamentada en el sentir y en la impresión.

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