MaPa es una mini-serie alemana dirigida por Jano Ben Chaabane compuesta de seis episodios de 30 minutos. MaPa coloca como protagonista a Metin, interpretado por Max Mauff (Sense 8, Victoria) quien será un joven padre que ha perdido a su novia pocos meses después de que su hija naciera. Ahora este deberá de hacerse cargo de su hija Lene. Estreno el día 23 de febrero en Filmin.
Crítica de 'MaPa'
Resumen
Ficha Técnica
Título: MaPa
Título original: MaPa
Reparto:
Maximilian Mauff (Metin)
Lia von Blarer (Emma)
Arda Görkem (Okay)
Año: 2020
Duración: 30 min.
País: Alemania
Director: Jano Ben Chaabane
Guion: Luisa Hardenberg, Daniel Hendler, Alexander Lindh, Donna Sharpe
Género: Comedia. Drama.
Distribuidor: Filmin
Tráiler de 'MaPa'
Sinopsis
Cuando su novia, y madre de su hija de seis meses, muere inesperadamente, un joven berlinés descubre qué supone ser padre soltero en el siglo XXI.
Seamos honestos. Encontrar a un macho Homo Sapiens limpiándole los mocos a un bebé en un parque sigue siendo algo poco habitual, incluso en una ciudad tan hipster y moderna como Berlín. Pero esa va a ser la tónica habitual en la vida de Metlin, quien tras la muerte de su novia y madre de su hija de seis meses Lene, deberá ser papá a tiempo completo, 24 horas al día y 7 días a la semana. Él, que siempre se vio como el padre modélico del siglo XXI, se siente ahora totalmente superado por la situación, dejando de lado el duelo por la pérdida y tratando de poner un poco de orden en casa... y sacar algo de tiempo para echar unas partidas a la Play. (Filmin)
Dónde se puede ver la serie en streaming
El tratamiento de la historia
Con la sinopsis de MaPa podríamos esperar una historia triste contada desde la más profunda soledad y tristeza en la que regodearse una y otra. Sin embargo, MaPa opta por introducir la comedia en su historia, catalogándose dentro del género "sadcom". De esta forma, tenemos una historia que no decae en la tristeza una y otra vez, de cierta manera, acepta la situación de su personaje, y la lleva de la mejor forma posible introduciendo tonos cómicos tanto en frases y situaciones que logran sacar una leve sonrisa al espectador. Algunas sobresalen demasiado y rompen algo el tono, pero generalmente los toques cómicos son sutiles y funcionan como un reloj.
Por otro lado, MaPa visibiliza la figura de padres jóvenes solteros que se hacen cargo de sus pequeños afrontando las dificultades que se interponen en su camino. En este aspecto, la serie no intenta destacar a cada momento lo que está haciendo, visibilizar esa figura de padre soltero, tan solo lo trata de forma normal como si fuese el género contrario. Esta opción de tratamiento resulta muy correcta cuando tratas de normalizar un aspecto, y a la par, le estás dando visibilidad sin gritarlo a los cuatro vientos.
No obstante, en cierto momento, hay que preguntarse si va a ser suficiente este argumento para enganchar al espectador a seguir viendo los capítulos. ¿La serie va a aportar algo más que la simple rutina de un padre soltero que debe hacerse cargo de su hija? ¿Vamos a acabar la serie sintiendo que ha merecido la pena las tres horas que hemos usado para verla?
El pilar fundamental
Los toques cómicos de la historia funcionan como los arbotantes de una estructura gótica, delicados, pero aguantan el peso. Sin ellos la serie acabaría por hacer desfallecer al espectador. El problema de MaPa es que no logra una historia entretenida que mantenga al espectador atento durante su visionado. Centrada en ser plenamente realista, configura una rutina en la que los interesantes giros de guion destacan por su casi plena ausencia, y el relato se queda en una superficialidad a la que le da miedo ahondar.
La serie presenta momentos en los que tiene la oportunidad de hacer una crítica, plantea bien esas ocasiones, sin embargo, decide obviarlas y seguir con su rutina. Al igual ocurre con los conflictos entre personajes, y personalmente, el que más rabia me ha dado ha sido el de Metin con su madre. El conflicto de ambos personajes por su tratamiento resulta realmente atractivo, y uno espera que se siga desarrollando. No obstante, su relación se caracteriza por una estructura cíclica que no va a ningún lado, una pelea y actuar después como si no hubiera pasado nada.
Por otro lado, hay un problema con los personajes, ni si quiera Metin se nos hace interesante. Son personajes algo vacíos que están para cumplir su rol en esta historia, y nada más. En ningún momento uno llega a empatizar, por lo tanto, MaPa flaquea demasiado en la parte emocional. A pesar de ser una historia algo dolorosa, los sentimientos siempre se quedan en esas cuatro paredes, sin traspasar la pantalla. Ni si quiera el último episodio que es más emocional, causa el impacto esperado.
Interpretaciones correctas
No podemos hablar de una interpretación deficiente, siempre nos creemos lo que vemos en pantalla, y los tonos cómicos son adecuadamente manejados por sus actores. No obstante, la interpretación simplemente es correcta.
Lia von Blarer que interpreta a Emma, la difunta novia de Metin, destaca algo más en el reparto por ofrecer una interpretación más sólida y simpática en la que controla adecuadamente los momentos de enojo.
En la misma línea hablaría del personaje de la madre de Metin y de su interpretación, la que aporta algo de frescura a la historia, y su llegada a escena siempre hace más llevadera la serie. Además, como he comentado anteriormente, los leves conflictos con su hijo son muy disfrutables.
No obstante, Max Mauff siendo el protagonista de la ficción aguanta el peso del relato lo suficiente para no hacer caer la serie. Parece quedarse a medio gas a la hora de transmitir los sentimientos al espectador, y la relación con Emma, a pesar de ser lo más natural y simpática posible por lo que vemos en escena, nunca logra romper la cuarta pared. Además, hay un momento al final donde el actor tiene la oportunidad de mostrar sus capacidades emocionales, sin embargo, por parte de la dirección se decide no mostrar el suceso, cuando este, personalmente era muy esperado por el espectador.
Lo técnico no compensa
En cuanto a la dirección de MaPa he de hablar de una dirección notable en la que se toman más buenas que erróneas decisiones. Aun así, Jano Ben Chaabane no logra dirigir adecuadamente a sus actores ni sacar el máximo partido de ellos. Asimismo, la fotografía de la serie no puede suplir las faltas de esta. No obstante, podemos encontrar un ejercicio correcto en este apartado que destaca levemente en la ficción. Además, en algunas ocasiones arriesga a la hora de narrar, lo que siempre es de valorar.
Por un lado, dentro del catálogo de seis episodios, el segundo lo destacaría por ese ejercicio de dirección y por el buen uso de planos holandeses, que, aunque en cierto momento se haya podido abusar, no me desagradó. Por otro lado, el cuarto episodio también destaca frente al resto, se me hace uno de lo más interesantes por su forma de narrar y los leves giros dentro de la situación.
Conclusión de 'MaPa'
La serie alemana dirigida por Jano Ben Chaabane trata de dar visibilidad a la figura de padre joven soltero. Sin embargo, MaPa ofrece un resultado correcto que puede decepcionar si esperas algo más de ella. Los toques cómicos y los episodios de 30 minutos es lo único que impulsa al espectador a continuar con la serie.
Es un relato que engaña con su realismo siendo demasiado superficial cuando tiene la oportunidad de ahondar. Además, ninguno de los acontecimientos logra llegar al espectador ni causarle el suficiente interés como para continuar el visionado. MaPa se limita a narrar la rutina de un joven padre soltero en la que van y vienen personajes, y donde se dan acontecimientos entretenidos. Personalmente, MaPa te deja la misma sensación al terminar que cuando la empiezas la serie, indiferente, y pensando si realmente han merecido la pena las tres horas de serie.
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