María Muñoz es una de las protagonistas de La extraña pareja. Licenciada en Historia del Arte en Murcia, comienza su andadura actoral en la Escuela de Interpretación de Ángel Gutiérrez. Después, trabajará con él en diverso montajes como "Noches blancas", "La novia", o "La Gaviota". Después, continúa su formación artística, bajo nombres de profesionales como Luis Gimeno, Arnold Taraborrelli, Graham Dixon y Slava Kokorin. Varios de sus proyectos teatrales con "Manolo", "Kashtanka" o "El mercader de Venecia". Desde hace ya varios años se encuentra bajo las órdenes de Andrés Rus con la versión femenina de La extraña pareja. Por otro lado, en televisión estuvo en la serie "Oído Caníbal".

En Cinemagavia hemos tenido la oportunidad de entrevistar a María Muñoz por llegada de La extraña pareja al Teatro Real Carlos III de Aranjuez. En primer lugar, nos cuenta cómo ha sido el regreso a la capital como inicio de gira. Después, por qué cree que sigue un éxito entre el público, así como la profundidad de esta obra más allá de la comedia. También reflexiona con nosotros sobre la presencia del teatro en la actualidad y su convivencia con las plataformas digitales.

Por otro lado, hablamos sobre la reformulación de clásicos desde una visión femenina, algo que Neil Simon realizó mucho tiempo antes. A continuación, nos da su visión sobre el funcionamiento del mundo actoral y de los cabezas de cartel. Luego, le preguntamos sobre la desmitificación de las relaciones amorosas, a través de la obra. Por último, nos da las razones por las que no podemos perdernos La extraña pareja.

María Muñoz
Foto de Wanted Agency

Entrevista a María Muñoz

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Cómo te sientes al volver a Madrid con La extraña pareja ahora el 4 de febrero?

María Muñoz: Pues, la verdad es que estamos muy contentos, porque, claro, llevábamos ya mucho tiempo que la gente nos decía: “Oye, ¿cuándo vais a volver a Madrid?” y aunque ahora, bueno, no es exactamente Madrid, es en Aranjuez, que está muy cerquita, la verdad que estamos muy contentos y con muchas ganas de ver a la gente, porque ya nos decían que nos querían ver. Claro, hemos estado haciendo gira, pero por aquí cerquita llevábamos mucho tiempo sin estar, así que muy contentos y deseando que venga esa gente a vernos y estar muy arropaditos y muy felices.

La extraña pareja
Foto de Calibán Teatro

Éxito durante años

Diego Da Costa / Cinemagavia: Lleváis ya varios años y la obra sigue siendo un éxito entre el público, ¿qué crees que le llama la atención al público para que siga al pie del cañón durante todos estos años?

María Muñoz: Creo que es la capacidad que tiene esta obra de poner un espejito delante de todos nosotros para echarnos unas risas, de dramatizar (risas) y decir: “qué ridículo es todo, vamos a acompañarnos de esa risa”. Porque tiene tantas situaciones que vivimos todos cada día en la que cotidianidad de nuestra vida y en nuestra casa, en el trabajo, con cualquier cosa... que, al final, te reconoces en situaciones que dices: “Pero sí que son chorras y hacemos un mundo de todo”.

Claro, verlo ahí en el escenario, de esa manera tan bonita que lo hace Neil Simon, como la escribe. Y troncharte de la risa, pues, es verdad que es como terapéutico. De hecho hay mucha gente que nos dice que no solo... Claro, ven la obra, la disfruten, pero que se acuerdan de nosotros durante mucho, mucho, mucho tiempo, porque cuando les pasa esas situaciones que han visto en el escenario, pues se ríen y dicen: “Esto es como le que la pasaba a Olga y esto a Flori”. Al final es que nos viene bien a todos reírnos.

María Muñoz
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Más allá de la comedia

Diego Da Costa / Cinemagavia: Muchas veces se piensa que la comedia que se queda en un plano superficial, pero esta obra habla de las relaciones de amistad, de la importancia de tu entorno, de cómo superar la dependencia emocional... ¿Es una comedia que va más allá?

María Muñoz: Hombre, es que, los grandes... No olvidemos que está escrita por Neil Simon, que es maravilloso. He estado con genios maravillosos, que están sorprendiendo porque conocen tan bien al ser humano, el alma, su alegría, sus penas, ¿sabes? Han bajado hasta lo más profundo y a partir de ahí pueden empezar a comprender, a tomar distancia y a ver lo simpático y lo ridículo que resulta todo, ¿no? Pero siempre teniendo esa capacidad como de vernos con tanto cariño, con tanta comprensión y con tanto deseo. Yo lo que veo, sobre todo, como el deseo ese de decir: “Jolines, olvidaos de vosotros mismos, que os preocupáis demasiado de vosotros mismos y de vuestras cositas, y os perdéis de lo que pasa”.

Esta obra, efectivamente, es un canto al amor, a la amistad, al decir: “pierde el miedo a la vida, que estamos todos deseando que no se nos escape nada del control de nuestra vida y de repente viene cualquier acontecimiento, te descabala, te quedas ya perdido, no sabes que hacer y a lo mejor es lo mejor lo que te puede pasar en la vida, quitarte encima ese muerte, o ese trabajo, o esa casa, yo que sé, ¿sabes? Entonces, claro, luego a la larga, cuando ya va pasando el tiempo, cuando sanas eso, y lo ves con distancias, dices: “Ostras, es verdad, fíjate esto, que yo en ese momento no me daba cuenta, de la transformación que estaba sufriendo mi vida o esta situación.

Pues, en este sentido, nos ayuda mucho a verlo. Conoce tanto al ser humano, lo estudia tanto, lo observa tanto, en toda su obra lo ve. Claro, es un análisis maravilloso de todo lo que tú dices, no es solo una gracia y de comedia, ¿no? Sino que tiene un trasfondo que es mucho más potente. Por eso llega y está viva después de tantos años y seguirá. Está escrito así, está vibrante.

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El mundo digital vs. el mundo teatral

Diego Da Costa / Cinemagavia: Me gusta que comentes lo de vivir el presente sin estar controlando todo, porque está obra al ser en teatro es como vivir el presente, algo que contrasta con las pantallas, que han invadido la realidad. Aun así, el teatro sigue ofreciendo ese espacio a la experiencia del momento, ¿no?

María Muñoz: Claro, es que es eso, ¿sabes? Estamos en un mundo que es muy cambiante. Cada vez hay más ofertas, de millones de cosas, necesitamos como estar muy motivados por agentes externos, ¿no? Si no parece que nos aburrimos y eso hay que aceptarlo tal y como es, pero no como algo malo. Yo siempre pienso que el momento que estamos viviendo es el mejor, siempre, porque es en el que estás y siempre te va a enseñar algo. Entonces, ahora mismo si nosotros mismos sentimos que hay más distancia con el teatro, que hay muchas plataformas, que hay mucho entretenimiento por ahí fuera...

El teatro parece que está perdido, pero yo creo que esto también se ha pasado, mil veces en el mundo mundial, en diferentes épocas. Al final, el teatro tiene una fuerza y no se acaba, renace de nuevo y se reinventa. Entonces, pues, bueno, hay que vivir las épocas, aprender en cada época lo que tenemos que hacer, igual ahora es una época donde nosotros tenemos que estar como reinventándonos, más escucha...

Es decir, ¿qué queremos decir exactamente, para qué queremos tanto teatro? Es que hay algo que es un ente vivo y eso al final y al cabo se va a reinventar de una manera o de otra. Eso es lo que nosotros no sabemos cómo va a ser, pero tenemos que estar con esa fe, con ese amor, con ese cariño y saber que tenemos que estar a... Yo siempre digo que es una energía viva y en el momento en el que no se trate así al arte, pues, ya no es. Entonces, siempre tiene algo que se va a reinventar, pase lo que pase.

María Muñoz
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La pervivencia del teatro

Diego Da Costa / Cinemagavia: Totalmente de acuerdo contigo. El teatro, a pesar de la pandemia y todo lo que ha ocurrido, la gente sigue teniendo esa pasión, por el propio significado de verlo en vivo y las relaciones que se forman entre los espectadores y los artistas, ¿opinas que es así?

María Muñoz: Totalmente, porque sí es verdad que se da ahí... Al fin y al cabo es algo que se vive en el momento, es que hay algo ahí, ¿sabes? Que es como apasionante, y si realmente tú estás en el escenario, estás convencido de lo que estás haciendo ahí, que al fin y al cabo, es decirle al mundo entero: “Todos somos iguales, que todos tenemos los mismos problemas, que tenemos las mismas desilusiones, que nos creemos que nos pasa nosotros solos”, pero que nada, todos estamos aquí, y que gracias a los autores, a los directores, a los actores...

En el teatro es verdad que hay algo de que la intención tiene que ser, como que se llegue de alma a alma, como que sea algo regenerador para todos. Una renovación de la que salgamos todos, de los que estamos encima del escenario, los que están en el público con ganas de decir: “Ostras, tiremos para adelante”, que se nos haya despertado una bombillita nueva, ¿sabes? Que se despierte curiosidad. A partir de ahí, ¿cómo algo así va a morir si de verdad está hecho en ese sentido? A lo mejor lo que nos tendríamos que preguntar es si vamos en ese sentido. Mi voz nunca puede morir, si muere es porque está muerto.

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Clara en María

Diego Da Costa / Cinemagavia: Tu personaje, Clara, ¿qué es lo que te ha aportado en tu vida después de todos estos años?

María Muñoz: Pues, a mí me ha aportado la verdad, a mi el personaje es que me encanta desde el primer momento que lo leí. Me pareció apasionante, porque es un personaje super simpático. Tiene ese toquecillo de que ella está ahí como en su mundo, ¿sabes? Igual le está pasando la situación más dramática delante de ella, pero ella está como en su mundo, a sus cosas. Entonces, es como que siempre tiene ese toquecito de romper la situación de lo que está pasando.

Es muy generosa, muy entrañable, muy simpática, tiene como mucha capacidad de estar en el momento, no sé, ¿sabes? Tiene mucha chispa, mucho encanto. A mí, de verdad, que me ha resultado super simpático trabajar ese personaje. Siempre ha sido un regalito tener ese personaje para poder disfrutarlo. Desde el primer momento le cogí mucho cariño, es que es entrañable la verdad.

María Muñoz
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La versión femenina de los clásicos

Diego Da Costa / Cinemagavia: Vemos esta versión femenina de Neil Simon, ¿qué te parece que ahora en la actualidad sea más habitual ver una reformulación de clásico desde una mirada femenina?

María Muñoz: Me parece maravilloso, la verdad, porque es verdad que... Parece que va todo muy rápido, ¿no? Estamos en un momento donde parece que ya se está normalizando. No sé si te acuerdas que hace muy poquitos años se hablaba mucho de que las mujeres de cierta edad no tenían papeles para ellas. Es algo que en poquito tiempo se ha puesto todo el mundo mucho las pilas. Es verdad que Neil Simon ya tenía esto escrito desde hace mucho, mucho, mucho tiempo. Una vez más, un visionario al que le damos las gracias (risas). Es verdad que es muy simpático, porque también demuestra que no es una cuestión de género, es una cuestión de conflictos humanos.

Entonces, le puede pasar a una panda de amiguetes hombres, que mujeres, ¿no? Pero, es verdad que a nosotros Andrés Rus nos pidió montarlo, fue todo un regalito para todas nosotras. Es verdad que... Estábamos todas como, no sé... Recuerdo esa época como muy así, de que se hablaba mucho de que las actrices de cierta edad tenían dificultad para papeles, y era verdad. Cosa que ahora se habla menos, y se agradece y mucho. Andrés y Elda, esta función, apostaron por ella justo en ese momento.

La verdad que es super agradecidos a todo el mundo le encanta ver la versión femenina, la verdad que no echan de menos la masculina, las dos son geniales, las cosas como son. También se agradece mucho ver tantas actrices y actores por el escenario, porque somos siete. Sabes que ahora vivimos en el tiempo en el que parece que hay que reducir el reparto, que hay pocos personajes en escenas y aquí se ha mantenido todo el reparto, lo cual se agradece mucho. Ver tantos compañeros en escena, la verdad que es un regalazo.

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La pandemia y los repartos numerosos

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Cómo ha sido vivir con ese reparto, como comentas, seguir representando con todos vuestros compañeros y batallar en esta pandemia, que la verdad, ha afectado bastante al teatro?

María Muñoz: Sí, la verdad que al principio, bueno, ya sabes, estrenamos en la sala Nueve Norte, maravillosa sala, que es tan maravillosa y que siempre nos trata con tanto cariño a todos. Ahí fue donde estuvimos ensayando, esto el montaje que estuvo bastante tiempo, pero meses. Y, bueno, ya sabes que las salas pequeñas normalmente van a taquilla. Entonces, ahí es verdad que era apostar, estuvimos todos en pilla, la verdad. El primero que apostó fue Andrés, porque apostó por ese espectáculo, que, madre mía, ahora lo vemos a la distancia, en ese momento no sabíamos nada de lo que iba a pasar. Apostó por ese espectáculo, por tener a todo ese reparto completo. Pues esos meses, ya sabes, tienes que estar ahí dándolo todo...

Ya te digo, la Sala Nueve Norte, sin saber qué iba a pasar exactamente. Después, ya hicimos toda la ruleta de teatros en Madrid: el Reina Victoria, el Lara, estuvimos en el Amaya también, toda la gira de la Comunidad de Madrid... También hemos estado por España girando muchísimo, y entonces ahí ya económicamente, es otro tipo de concepto, hay otras ganancias y al final dices tú: “Qué bien, sobre todo, para los que apostaron por esto, los empresarios, Andrés Rus y Elda García, y para todos los demás que estamos con ellos, lo primero poder celebrar el triunfo de algo que, en principio, no sabes lo que va a pasar, porque no hay ninguna cara conocida, es apostar por una comedia en la que ellos tenían muchas ganas.

Tú nunca sabes nunca ciertamente lo que va a pasar. Entonces, ver cómo va creciendo, va desarrollando... Yo creo que ha sido, de verdad, todo un regalazo y una felicidad para todos como algo así sigue, sigue y sigue, y sobre todo, también, tiene que ser super reconfortante que, a veces, nos desanimamos, por eso, porque no sabemos... Que si llamas a este teatro, con este programador y te preguntan: “¿Pero hay caras conocidas?”. Entonces, es como, ¡toma!

María Muñoz
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Cabezas de cartel

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Os causa frustración que, a veces, se valore más que una obra la protagonice un personaje público más conocido que, a lo mejor, un actor que lleva mucho tiempo sobre las tablas pero no es tan mediático?

María Muñoz: Siempre se valora mucho más, estamos en una sociedad donde una cara conocida es mucho más valorada. Una vez más, yo también lo entiendo y lo comprendo, porque ahora mismo... Quiero decirte, a ver, es un escaparate donde tienes que vender, pues, evidentemente te va a vender una imagen. No es nada nuevo en el mundo en el que vivimos. Yo lo entiendo, pero es que también habría que tener raza y apostar por la gente, que, a lo mejor, no ha tenido la suerte, porque eso es cuestión de suerte.

De repente te llaman mañana para ese casting y ya estás en la serie, o donde sea, y dices por qué, y es que es suerte, de verdad, que no es talento, que no es esfuerzo, te lo prometo. Porque yo... o sea, hola, qué tal. Ya hemos visto mucho mundo (risas). Conozco a tanta gente, que digo: “Si es que esto está lleno de talentazos” y luchadores, que lo intentan, que van... Y a lo mejor no tienen la suerte de esa de decir: “Hala, te elijo para esta película, para esta serie” y otros sí.

Pues, olé, qué bien, y nos alegramos, porque esto es algo que no lo puedes medir, no tiene lógica, ¿sabes lo que te quiera decir? Es que salga o que no salga, y eso está muy bien y me parece maravilloso. Pero, es que también hay mucha gente con mucho talento con muchas cosas que decir. Hay que apostar por todo y también acostumbrar al público. Si tú tienes fe en un producto, el público va a tener fe en ese producto, aunque no conozca exactamente las caras de las personas que están ahí.

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La sorpresa de lo desconocido

Diego Da Costa / Cinemagavia: Muchas veces te sorprendes más con obras que no tienen actores conocidos, que sí...

María Muñoz: Eso te lo dice también mucha gente, ¿eh? A veces, es verdad, que por ir a ver una cara conocido en un espectáculo, pues, a lo mejor dices, no me ha gustado a lo mejor tanto, que, luego, estás viendo otras cosas en otros sitios y dices: “Jo, pues esto me llena más y me gusta más”. A ver, yo que sé, hay que... No es cuestión de competir, a mí esto de competir no me gusta (risas). A mi lo que me gusta es que yo creo que puede haber sitio para todos y también para otro tipo de teatro minoritario.

Es verdad que estamos muy ahí con las comedias, los monólogos, los sketches, si yo lo entiendo... Si es que lo entiendo que ya hay un punto en el que estamos como (risas) de hacer algo fácil para que venga la gente, que está muy bien, pero es que también tiene que haber huequecitos para otro tipo de teatro, otro tipo de pensar, otro tipo de sentir, de palpitar, que también es muy necesario.

María Muñoz
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El amor y sus formas

Diego Da Costa / Cinemagavia: Hablando del valor, relacionándolo con la obra, ¿crees que este tipo de obras también ayudan a valorar el amor de otra forma, alejándose de la imagen perfecta de las relaciones amorosas, y expandiendo el campo hacia la amistad y a otros campos?

María Muñoz: Yo creo que al final, lo que te vienen a decir, es que lo único que es universal es el amor, pero no el amor como nos han dicho, no del amor de pareja, del amor de padre y madre, sino el amor a cualquier ser humano. Suena muy loco, pero que es verdad, ¿sabes? (Risas) Porque hay algo que te da una capacidad como de globalizar el sentimiento humano. Al final, una cosa que a mi me gusta mucho de los grandes es que nunca juzgan, siempre tienen una mirada compasiva hacia la situación, hacia el ser humano... Por eso saben tan bien utilizar los colores de las personalidades, como está cosa de la psicología y la saben usar muy bien, para conseguir decir lo que quieren decir, pero siempre tienen como una mirada compasiva.

Cuidado, que no quiere decir con esto penoso ni nada de eso, sino todo lo contrario. Son revolucionarios, porque nos miran con unos ojos, donde dicen: “Es que igual te estás equivocando un poco, pero en cuanto te des cuenta, vas a tener una capacidad de resolución que lo vas a flipar”. En este caso es así también, porque Flora, que es la protagonista, se divorcia del marido, está en un momento de crisis, imagínate, esta cosa sobre el apego, mi casa, mis cosas, mi vida... ¡Ay! Y resulta que, evidentemente, con las amigas ya sabes que vas a tener una capacidad de amor, de comprensión, de todo esto, ya lo sabes, pero voy un poquito más allá, Neil Simon hace esto super bien.

A veces, aunque tú estés con tus amigas, con tu familia, parece que hay algo que no llegas a abrirte exactamente a donde está la herida, te quedas tú misma en la superficie, algo así, y, de repente, por ejemplo, hay una escena, que es maravillosa, con dos armenios, que Florita y Olga, pues, se acaban de conocer, que han quedado para un cita y tal... Resulta que cuando Olga se va un momento, se queda Flora hablando con estos dos desconocidos y empieza a aflorar ahí todo lo que tenía que salir para que esa mujer pudiera empezar a sacarlo todo y a empezar como a sanarlo.

Entonces, yo digo: “Jolines, qué vivido hay que estar para saber que las cosas en la vida funcionan así”, que, de repente, nunca sabes, en qué situación o con qué persona o en qué momento va a ser lo que a ti te va a ayudar a empezar a transformar y eso también está muy bien contado, con mucho sentido del humor, porque sí es verdad que, por ejemplo, hay una escena con los dos armenios que para mí es una escena que, de verdad, es de llorar de risa, y es tan bonito como lo cuentan. Esta función me parece una maravilla, de verdad.

La espontaneidad de la vida

Diego Da Costa / Cinemagavia: Me gusta mucho como lo cuentas, por cómo se ve esa sensibilidad más allá de la propia comedia. Se habla de apego, de superación... Y lo que hablas sobre la espontaneidad de los cambios que surgen en la vida.

María Muñoz: Claro, lo que tenemos intentar es estar siempre abiertos, a veces se nos olvida con nuestra propia tragedia nos cerramos y no dejamos que nos llegue a la solución. Eso nos pasa a todos, lo guay es que siempre podemos volver a elegir.

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Por qué no nos podemos perder La extraña pareja?

María Muñoz: No se la puede perder, lo primero porque hay que conocer esa obra, yo sé que todos las conocemos por la película, pero hay que ver esta propuesta de Andrés Rus, que es muy loca, muy divertida. Van a estar riéndose desde que entran hasta que salen. De verdad, que les va a ayudar mucho en su vida a minizar muchas de las cosas que nos pasan.

Creo que es un canto al amor. Al final de la función se dice, porque ellas están jugando al trivial, y la última pregunta dice: “Según qué éxito de Gloria Gaynor siempre se pueda sobrevivir mientras se sepa amar”. Si ya solo con acordarte de esta frase cada día, ya merece la pena irte a Aranjuez, ver la función, reírte, pasártelo bien, disfrutar. Y es terapéutico, de verdad te lo digo, te abre unos canales a través de la diversión de comprensión. Es increíble.

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