"Matilda, el musical": Reviviendo las páginas de Roald Dahl

Matilda, el musical nos presenta a Matilda, una niña increíblemente inteligente e ingeniosa. Sin embargo, sus padres son bastante ignorantes y maleducados y desde que la niña nació la han tratado con indiferencia. Cuando Matilda llega a la escuela se encuentra con un lugar horrible, donde los alumnos viven bajo la dictadura de la directora. Su única esperanza será su profesora, que se da cuenta del potencial intelectual de la niña. (SOM PRODUCE)

Una niña especial

Uno de los éxitos más reconocidos de la escena teatral musical internacional es Matilda, el musical. Espectáculo adaptado por David Serrano, llega a Madrid, siendo una de las producciones más esperadas de esta temporada. Así, la famosa historia de la niña apasionada por los libros se sube a escena. En esta adaptación, se mantiene la cercanía más hacia la novela original, por lo que el transcurso del libreto se lleva por el sentimiento de abandono de la protagonista y su consuelo en los libros de textos. Gracias a ello, aquellos que recuerdan con cariño el libro, verán una propuesta que les llevará a pasajes menos popularizados que no aparecieron en el mítico film de 1996. Por ende, hay una reflexión que no se queda en la parte mágica, sino más en la parte personal de sus personajes.

Además, hay que mencionar que la propuesta se convierte en una estupenda obra para compartir con toda la familia. Con lo cual, se utiliza un esquema más adaptado a los más pequeños, apostando por un carácter más familiar. Sin embargo, hay momentos en los que se siente que hay cierto descenso en el dinamismo, creando cierta ralentización con los distintos pasajes, sobre todo en la segunda parte tras el descanso. También se ve una transformación mágica más sutil, sin darle excesiva importancia, lo que puede desilusionar a aquellos que deseen ver un escaparate más en torno a esta temática. Aun así, tiene momentos realmente entrañables y es una oportunidad para regresar a la niñez y ser uno más de los compañeros de Matilda.

Familias elegidas y no elegidas

Uno de los retos que más destaca en Matilda, el musical es la selección de un grupo numeroso de actores infantiles, con lo que ello conlleva. Sin embargo, se puede ver a la perfección el excelente trabajo de dirección desde SOM Produce, dado que la profesionalidad con la que abordan esta pieza es absoluta. Todos los intérpretes más jóvenes se encuentran sincronizados, conocen el espacio, se mueven sin ningún problema y, sobre todo, transmiten esa frescura que hace que el musical tome otro matiz. Por lo cual, es de aplaudir que se pueda disfrutar de este talento y haya esa muestra de brillantez. Además, también se valora positivamente que haya un número sustancial de niños, lo que indica esa búsqueda de no solo impresionar a los adultos sino también a los pequeños de la casa.

Rocío Zarraute es una de las actrices que da vida a Matilda. La joven actriz tiene ese aire intelectual que embadurna a la pequeña virtuosa. Por un lado, hay que destacar la dicción, así como el cuidado de la tonalidad y la dirección de la voz sobre la escena. Asimismo, se agradece una estupenda técnica para cantar, así como la expresividad corporal. No obstante, todavía con el tiempo irá afianzando de una forma más orgánica su personaje. Después, Oriol Burés está excelente, dinámico, deslenguado, ácido, una interpretación impoluta. Excelente. Allende Blanco y Héctor Carballo ofrecen unas actuaciones muy solventes, con un resultado notable. Por otro lado, Pepa Lucas está impresionante, además de protagonizar uno de los momentos más hilarantes. Por último, especial mención a Sofía Nieto, que se ve cómo disfruta sobre el escenario y lo llena con su luminosidad.

Entre libros y magia

Una vez se entra en el Nuevo Teatro Alcalá, el espectador se impresiona por una escenografía espectacular, con los libros como principal leitmotiv. Esta construcción es una de las atracciones más impresionantes de Matilda, el musical. Si se detiene a fijarse en cada uno de los detalles, se revela un cuidado muy gratificante. Después, la escenografía se completa de una manera sutil, eficiente, donde se ve una labor bien planteada. Sin embargo, puede faltar algo más de magia, una estrategia más dinámica, que le permita exprimir todavía más el espacio. A pesar de ello, a nivel visual obtiene una calidad notable. Después, la composición musical ofrece un buen acabado artístico, manteniendo la energía del musical original. No obstante, hay ciertos números en los que el desempeño técnico y artístico se queda algo más a medio gas, pudiendo aprovechar más los efectos visuales y los colores.

Uno de los puntos a mejorar se halla en el ritmo de la producción, siendo algo irregular, dado que se presentan partes en las que se ralentiza, dándose cuenta el espectador que va perdiendo el nivel álgido. Asimismo, en la segunda parte del musical, se ve una consecución de escenas que deberían ir llevando a la obra a su máximo nivel, pero termina por convertirse en el acto que da la sensación de ser más largo, pese a ser de menor duración. Por otra parte, algunas de las escenas en las que debería haber ese elemento mágico como la escena de Srta. Trunchbull y Amanda, donde se ven las costuras. Lo mismo sucede con la escena de Magnus y la pizarra, le falta más consistencia. Aun así, este musical es una propuesta que tiene aspectos artísticos sobresalientes, solo hay que pulir.

Conclusión

Matilda, el musical es una propuesta más fiel al libro original de Roald Dahl, sacando partido a esa celebración de ser diferente y con una estrategia que triunfa entre los más pequeños. Por tanto, hay una dramaturgia accesible para todos los públicos, con momentos tiernos y partes que llevan a una nostalgia de la infancia. No obstante, hay puntos en las que se ralentiza y narrativamente no obtienen una sinergia óptima. Por otro lado, el elenco infantil es uno de los aspectos más positivos, junto a unos estupendos Oriol Burés y Pepa Lucas, y una especial mención a Sofía Nieto.

Después, la puesta en escena impresiona con la construcción principal de su escenografía, con números musicales notables y un sentimiento agradable, pudiendo ir un paso más allá para ofrecer un espectáculo todavía de mayor nivel visual. Una propuesta enfocada para la niñez, que también lleva a los adultos a una añoranza fresca de dicha época.

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