Este 21 de febrero se estrenó Matrimonio blanco en Réplika Teatro, nueva producción de la compañía La Peatonal, que ya triunfó en las tablas con "Tengo hambre, es jueves". Dirigida por Iciar Ventepan, Flavia Forni y Jaime Cano, es una versión de la obra del dramaturgo polaco Tadeusz Rózewicz, que cuenta en el elenco con las propias Ventepan, Forni, junto a Giancarlo Daponte y Mario Aranegui. Se representará hasta el 23 de febrero en Réplika Teatro.



Matrimonio blanco

Crítica de 'Matrimonio blanco'

Ficha Técnica

Título: Matrimonio blanco
Título original: Białe małżeństwo

Reparto:
Flavia Forni
Giancarlo Daponte
Iciar Ventepan
Mario Aranegui

Duración: 95 min. apróx.
Dirección: Flavia Forni, Iciar Ventepan y Jaime Cano
Versión: Iciar Ventepan y Flavia Forni
Texto original: Tadeusz Rozewicz
Traducción:
Jaroslaw Bielski y Elzbieta Bortkiewicz
Ayudante de dirección:
Ander Alvarado
Escenografía:
Pablo Chaves
Vestuario:
Teresa Julián
Diseño de iluminación:
George Marinov
Imagen de cartel:
Isabel Méndez
Diseño de cartel:
Jaime Cano
Comunicación:
Javier González
Colaborador:
Porto Arlecchino - Claudia Contín y Luca Fantinutti
Residencia:
Centro Cultural Paco Rabal y Réplika Teatro
Agradecimientos:
Artesanía Carriles, Felipe Alcoceba, Luis Caballos y Óscar Fervaz
Producción: Cía. La Peatonal
con la ayuda del Instituto Polaco de Cultura

Sinopsis de 'Matrimonio blanco'

Matrimonio blanco es una casa. Una familia. Bianca y Paulina son las niñas que viven con Papá-Toro, el Abuelo, la Madre, la Tía y la Cocinera.

Unas niñas sometidas a una casa llena de insinuaciones, penes, descubrimientos, pollo asado, hombres que corren detrás de cocineras, olor a incienso y a semen.

Una casa en la que Bianca se ve obligada a contraer un matrimonio blanco con Benjamín.

El matrimonio de dos niños que jugarán a ser adultos.

Quien se oponga que hable ahora o calle para siempre. (RÉPLIKA TEATRO). 



Matrimonio blanco
Foto de Isabel Méndez

Entre almohadas y lo enrevesado

Siempre es una alegría ver como compañías jóvenes y emergentes van evolucionando de una manera esplendorosa, por lo que, ya es un total acierto ver el avance que hace la compañía La Peatonal con Matrimonio blanco. Basada en la obra homónima de Tadeusz Rózewicz, traen una comedia compleja, esperpéntica, exagerada y alocada para tratar un tema de absoluta profundidad como es el abuso y la superación de éste. Gracias a una adaptación certera, regalan al espectador dosis de humor sin dejar de indagar sobre su tesis principal y permitiendo que se extraigan varias lecturas del texto, desgarradoras, haciendo una denuncia mediante un género nada fácil y de ahí su triunfo.

El libreto ofrece diversos personajes que reflejan los arquetipos necesarios para construir una historia que teje una tela de araña en torno a la realidad de la cultura de la violación, poniendo el foco en el eje intrafamiliar. Se aplaude la valentía, dado que en ningún momento deriva en la banalización del tema, al contrario, afrontan el reto e Iciar Ventepan y Flavia Forni, encargadas de esta versión, saben hacia dónde quieren ir y cómo lo quieren retratar. Por ello, la pieza mantiene al público atento en todo momento, dejándole respirar y saliendo las risas en varios instantes, llegando a un desenlace que tras ver la obra deja un aire de reflexión, comenzando una conversación que se extiende más allá de la marcha de la sala. Sin duda, es un paso importante en el camino de la compañía y se aplaude la madurez con la que dibujan la dramaturgia.

Réplika Teatro
Foto de Isabel Méndez

La actitud perfecta

Uno de los puntos más sobresalientes de Matrimonio blanco es lo soberbio que está el elenco actoral, todos los componentes ejercen una tarea de gran nivel y ofrecen una labor conjunta que llena el patio de butacas con su brillantez y concreción. En primer lugar, Iciar Ventepan explora diferentes personajes con una naturaleza versátil, llevándolos al extremo de una manera magistral y logrando que cada uno de ellos tenga la solidez y la verosimilitud en el punto exacto. Junto a ella, una magnética Flavia Forni que se lleva de calle cada una de sus escenas, es una todoterreno y utiliza la expresión corporal de una forma excelente. Giancarlos Daponte está esplendoroso, está excelso, en su salsa, es una maravilla verle sobre el escenario. Para terminar, Mario Aranegui saca pecho por su ligereza y se crece en lo musical, algo más nervioso, supo luego encaminar su trabajo con consistencia.

La puesta en escena termina por apuntalar esta propuesta, con una escenografía visualmente atractiva y que invita al público ante esta onírica aventura. Destaca la composición de almohadas, habiendo una posibilidad de extraer ya reflexiones por los elementos escénicos. Asimismo, se aplaude el espacio sonoro y un uso de la música vertiginoso, siendo una de las partes mejor trabajadas de la composición. La dirección a cargo de Forni, Ventepan y Jaime Cano es todo un acierto, han sabido equilibrar el montaje para que no se les vaya de las manos. Por otro lado, es importante subrayar la gran labor del diseño de vestuario e iluminación, que culminan el cuidado creativo de esta pieza. Por último, el ritmo en alguna parte podría decaer levemente, pero no afecta al resultado global de la obra.

Matrimonio blanco
Foto de Isabel Méndez

Conclusión

Matrimonio blanco es una alocada propuesta que consigue triunfar por la complejidad del tema, siendo una versión de altura y un paso más para la compañía La Peatonal. Una dramaturgia que logra lucir y brillar, con una versión certera. El elenco actoral está brillante, llenando el patio de butacas con su gran labor escénica. Asimismo, se aplaude la puesta en escena, que ha sabido acompañar la consistencia del resto de elementos y otorga un óleo visualmente atractivo y del que se puede extraer varios significados. Diferente, esperpéntica (en el buen sentido), atrayente y que no deja indiferente, una grata sorpresa que deja un poso muy interesante tras su visionado.

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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
matrimonio-blanco-critica-teatroUna alocada propuesta que consigue triunfar por la complejidad del tema, siendo una versión de altura y un paso más para la compañía La Peatonal. Una dramaturgia que logra lucir y brillar, con una versión certera. El elenco actoral está brillante, llenando el patio de butacas con su gran labor escénica. Asimismo, se aplaude la puesta en escena, que ha sabido acompañar la consistencia del resto de elementos y otorga un óleo visualmente atractivo y del que se puede extraer varios significados. Diferente, esperpéntica (en el buen sentido), atrayente y que no deja indiferente, una grata sorpresa que deja un poso muy interesante tras su visionado.

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