"Mi amigo hormiga": La insoportable levedad del ser

Tras la muerte de su mejor amigo, Julián se encierra en su cuarto y decide no salir. Será en ese momento donde recibirá la inesperada visita de Chili, su «amigo hormiga» y ya nada será igual.

Mi amigo hormiga es una historia de superación y amor adolescente que llevará al espectador a conectarse con este oasis llamado vida. (TEATROS LUCHANA). 

Las vicisitudes atemporales de ser adolescente

Ambientada en un colegio de educación concertada, con alumnos estudiando la ESO y en plena efervescencia sexual. Mi amigo hormiga comienza de una manera muy propia de una producción Disney, con unos protagonistas enfrascados en problemas propios de la edad, Julián y Ámbar están saliendo juntos y buscan intimar por primera vez; está Renzo, quien tiene una relación tira y afloja con Mica, la cual cree que le ha robado el móvil. Luego está el otro gran amigo del grupo, Baltasar, quien está locamente enamorado de Camila, la hermana mayor de Julián.

Originalmente, se vio como una serie de televisión producida en Argentina y realizada en 2020 y estrenada un año después en Flow, se llevó el Premio Cóndor de Plata a la mejor serie corta en 2022. Y es que se dice originalmente, porque inicialmente estaba planeada como una obra de teatro que no pudo realizarse por la pandemia de COVID-19. Posteriormente, pudo producirse y ahora llega adaptada a la escena madrileña, finalizando una exitosa temporada estival.

De provocar la sensación de ser una película Disney a convertirse en una obra más seria y oscura

Ese inicio propio de una producción adolescente, con canciones que evocan a sagas juveniles como High School Musical, crea una atmósfera ideal que se romperá tras la muerte de uno de los protagonistas. Es ahí donde Mi amigo hormiga se muestra más compleja, logrando ahondar en temas que afectan a la juventud actual como el acoso por redes sociales, los bulos, la ausencia emocional de los padres en una de las etapas más duras del crecimiento de una persona, como es la propia adolescencia, o el embarazo juvenil.

La manera en la que aborda estos temas eleva a la obra. Lo hace gracias a que sabe evolucionar esas primeras impresiones de musical ideal. Lo curioso es que la irrupción del amigo hormiga’ dentro de una ensoñación y pesadillas del protagonista, provoca que lo parecía inicialmente una producción de Disney Channel llegue a momentos que recuerden a esa maravilla cinematográfica llamada Donnie Darko.

Conclusión

Los actores defienden loablemente su labor, toca recordar que todos los personajes cuentan con diferentes intérpretes que rotan en cada función, lo que provoca que cada experiencia pueda ser distinta. Sorprende cómo se ha logrado encontrar a actores que parecen ser auténticos adolescentes en los casos de Julián, Baltasar, Ámbar y Mica. Por otro lado, están las canciones.

El musical tiene canciones que saben encajar muy bien con la trama, lo cual no resulta fácil. Eso sí, cada una de ellas le da el dinamismo suficiente para lograr que sus 95 minutos se pasen volando.

Como obra juvenil, Mi amigo hormiga funciona, gracias a su buen ritmo y a unos personajes bien perfilados. Respecto a los temas serios que aborda, estos son tratados de manera respetuosa y juegan con la intriga respecto a lo relacionado con la muerte de uno de los personajes, lo que permite crear una reflexión alrededor de la obra que trasciende a lo aparentemente visible. Una propuesta que, sin duda, pedía extenderse más en su temporada.

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