Nada más perfecto es un drama alemán escrito y dirigido por Teresa Hoerl. La directora utiliza sus estudios de psicología para realizar un complejo retrato de una adolescente con intenciones suicidas. Está protagonizada por Lilia Herrmann, Mira Partecke, Thorsten Merten y Konstantin Gries. Esta ópera prima se ha estrenado en España a través del Festival de Cine Alemán en la plataforma VOD de Filmin, el día 6 de junio de 2020.
Crítica de 'Nada más perfecto'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Nada más perfecto
Título original: Nothing More Perfect
Reparto:
Lilia Herrmann (Maya)
Mira Partecke (Henri)
Thorsten Merten (Dieter)
Año: 2019
Duración: 97 min.
País: Alemania
Director: Teresa Hoerl
Guion: Teresa Hoerl
Fotografía: Johannes Brugger
Música: Matthias Hauck, Nepomuk Heller
Género: Drama
Distribuidor: Netflix
Sinopsis
¿Cuánto más triste estoy más llamo la atención? En la pubertad de 2019, compartir tu tristeza en Instagram frente a miles (incluso millones) de desconocidos revela una insólita forma de intimidad que, o bien nos hace sentirnos más comprendidos y acompañados o, al contrario, más solos y miserables. A esa cuestión se enfrenta la joven protagonista de este film, dirigido con gran lucidez por la debutante Teresa Hoerl, formada en Psicología, quien, junto a la joven Lilia Herrmann y su conmovedora interpretación, entrega una de las óperas prima alemanas más sorprendentes de los últimos años.
La melancolía de la juventud excelentemente retratada a través de la historia de Maya, una joven de 16 años con tentaciones de suicidio. No le falta de nada en su vida, pero su tristeza parece infinita, sobre todo cuando se enfrenta a su primer amor y las cosas se tuercen. En un viaje familiar a Praga, la ciudad de la melancolía, planea sus fantasías suicidas en un blog en directo en torno a notas de suicidio. La gran novedad del filme, su gran hallazgo dramático, es el modo en que la nueva juventud comparte su más absoluta intimidad a través de las redes. (Filmin)
La depresión de una generación
Son muchas las películas que se realizan cada año sobre esas complicadas etapas de la vida que son la pubertad y la adolescencia. Incluso hay un subgénero cinematográfico que las agrupa, el coming of age. Sin embargo, Nada más perfecto, se desmarca bastante del tono habitual que tiene ese cine sobre el aprendizaje vital. Aquí, se busca un retrato puramente psicológico e intimista sobre la incertidumbre de una chica que vive inmersa en una depresión.
La directora bávara, Teresa Hoerl, debuta en el largometraje poniendo en imágenes todo el aprendizaje adquirido en sus estudios de psicología. Nada más perfecto es una película dolorosa sobre el desamparo en el que vive abocada una generación de jóvenes, sin referentes ni expectativas sociales.
Confesiones suicidas en directo
La protagonista de Nada más perfecto, es una chica de 16 años (Lilia Herrmann) que vive obsesionada con el suicidio. Es la única salida a su tristeza, aunque su vida no es para nada terrible. No ha sido maltratada, no tiene penurias económicas, ni tampoco traumas infantiles que justifiquen esa sensación constante de infelicidad. En la web Death-Lover.com, se reúne y comparte virtualmente sus pensamientos con otros jóvenes que se sienten igual que ella.
Una de las cosas más interesantes que tiene Nada más perfecto, es la forma de plasmar en imágenes la relación que tienen los adolescentes con las nuevas tecnologías. Utiliza el formato vertical de la pantalla de un smartphone, para mostrar las grabaciones en directo donde comparte sus ideas suicidas. Sería el equivalente actual a los diarios personales, aunque con características completamente opuestas. Los diarios de antaño eran un diálogo interno que se guardaba bajo llave para que nadie más leyera sus páginas. Esta versión actualizada y digital es como un confesionario abierto donde se comparte una extraña intimidad colectiva con desconocidos, ocultos tras un nickname.
Los relatos en primera persona sobre sus intenciones suicidas, son premiados con corazoncitos a modo de aprobación, y/o chateando mensajes de ánimo para poner en práctica su idea o de reprobación si se intuye va de farol. La directora nos plantea si ese tipo de actitudes son simplemente una forma de llamar la atención que no se encuentra en la vida cotidiana.
Un mundo reducido a una pantalla de móvil
El retrato de los padres con los que la chica protagonista realiza un viaje familiar a Praga, demuestra la desconexión emocional existente entre ambas generaciones. Por mucho que se empeñen en beber, reír, bailar y cantar en el karaoke, sobrevuela una falsa felicidad. La sensación adulta ante una vida insatisfactoria, transmite más desazón en una joven que no encuentra un espejo o un horizonte donde mirar. Su mundo queda reducido a la pantalla de su móvil.
Pero el mundo virtual tampoco es un hábitat sencillo. Sus amigas viven obsesionadas con el aspecto físico (le dicen que debería operarse la nariz), con bajar de peso y con la competitividad insana (esa necesidad absurda que tienen los runners en compartir los kilómetros realizados con la aplicación Runtastic). Cuando no eres la número uno en algo y simplemente eres una chica normal, puede confundirse con ser alguien insignificante.
Nada más perfecto funciona bien en el aspecto psicológico, pero no tanto en el aspecto argumental. El guion se atasca en muchas ocasiones y se vuelve repetitivo en otras tantas. No tiene una trama central con la fuerza necesaria para hacerla avanzar hasta el final. Se introduce una subtrama sentimental que enciende una cerilla en el túnel y así ofrecerle una posibilidad de escape de ese bucle enfermizo. No estoy muy convencido que el final propuesto en la película funcione.
Conclusión de 'Nada más perfecto'
Nada más perfecto es un drama alemán escrito y dirigido por Teresa Hoerl. La directora utiliza sus estudios de psicología para retratar a una adolescente con intenciones suicidas. Un relato que muestra la depresión como resultado de la falta de expectativas y que profundiza en la desafección emocional intergeneracional. Los adultos han dejado de ser el modelo a seguir para los jóvenes.
El aspecto más atractivo de la película es como se muestra la relación de dependencia de los jóvenes con las nuevas tecnologías. Nada más perfecto es una película que trata muchos temas interesantes, aunque a veces peca de ser demasiado repetitiva e introspectiva. La protagonista, Lilia Herrmann, consigue hacer creíble su personaje, un símbolo de la insatisfacción adolescente.
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