Never Alone (Nunca más), nuevo largometraje del prestigioso cineasta finlandés Klaus Härö (El artista anónimo), nos cuenta una historia real de valentía, humanidad y resistencia moral en la Segunda Guerra Mundial. Estreno el 8 de agosto de 2025 a las salas de cine españolas.
Crítica de 'Never Alone (Nunca más)'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Never Alone (Nunca más)
Título original: Ei koskaan yksin (Never Alone)
Reparto:
Ville Virtanen (Abraham Stiller)
Nina Hukkinen (Vera Stiller)
Kari Hietalahti (Arno Anthoni)
Hannu-Pekka Björkman (Ministro del Gabinete Väinö Tanner)
Rony Herman (Georg Kollman)
Naemi Latzer (Janka Kollman)
Satu Tuuli Karhu (Periodista)
Carl-Kristian Rundman (Ministro del Gabinete Toivo Horelli)
Tomi Salmela (Jefe de policía Ryynänen)
Peter Kanerva (Detective Ari Kauhanen)
Ergo Küppas (Capitán)
Lukas Walcher (Oficial alemán)
Rain Tolk (Heinrich Huppert)
Año: 2024
Duración: 85 min.
País: Finlandia
Director: Klaus Härö
Guion: Klaus Härö, Jimmy Karlsson
Fotografía: Robert Nordström
Música: Matti Bye
Género: Drama histórico
Distribuidor: Surtsey Films
Tráiler de 'Never Alone (Nunca más)'
Sinopsis
Helsinki, 1942. Mientras Finlandia mantiene una peligrosa alianza con la Alemania nazi, un solo hombre se enfrenta al sistema. Abraham Stiller, un empresario judío, arriesga su vida para impedir que los servicios de seguridad finlandeses entreguen en secreto a refugiados judíos a la Gestapo. (Surtsey Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Un hombre contra el poder
La historia gira en torno a Abraham Stiller, un empresario judío que, al enterarse de que las autoridades finlandesas están deportando en secreto a refugiados judíos a manos de la Gestapo, decide actuar. No es un héroe de acción, no levanta armas, no lidera multitudes, es un hombre corriente que se niega a mirar hacia otro lado. Esta resistencia civil y moral se convierte en el centro de una narración que se cuece a fuego lento, pero que nunca deja de avanzar.
Never Alone (Nunca más) se estructura como una escalada de tensiones sutiles, reuniones en despachos, silencios incómodos en cenas oficiales, documentos firmados con manos temblorosas. El guion opta por una aproximación casi procesal del conflicto, subrayando la burocracia como arma de opresión y, al mismo tiempo, como campo de batalla para el coraje individual.
Sobriedad al servicio del fondo
Klaus Härö evita cualquier tentación de convertir esta historia en un melodrama. Su dirección es sobria, contenida, elegante, cada plano parece pensado para reforzar la idea de aislamiento. Hay una sensación constante de desamparo, incluso en las escenas más cotidianas, que transmite con sutileza el ambiente opresivo de un país atrapado entre su conciencia y su alianza estratégica con el Tercer Reich.
Härö ya había demostrado su capacidad para abordar conflictos éticos en Elina o Cartas al padre Jacob, pero aquí da un paso más allá, no hay sentimentalismo, solo una fría exposición de hechos y decisiones, eso puede jugarle en contra con cierto público que busque un componente más emocional, pero es innegable que hay coherencia estética y ética en su mirada.
Humanidad sin aspavientos
Ville Virtanen, que encarna a Abraham Stiller, realiza una interpretación impecable desde la contención. Su mirada transmite más que muchos diálogos, hay miedo, rabia, agotamiento, pero también determinación, no necesita grandes gestos para que entendamos el peso que lleva encima.
El reparto secundario de Never Alone (Nunca más) cumple con creces, desde los funcionarios que oscilan entre la obediencia y la duda, hasta los familiares que presionan desde lo afectivo, todos están dibujados con matices. Nadie es completamente villano o héroe; son piezas de un sistema moralmente ambiguo, este enfoque le da al filme una credibilidad que muchos dramas históricos sacrifican en favor del maniqueísmo.
Un invierno ético y visual
La fotografía de Never Alone (Nunca más) es fría, azulada, casi monocromática, y transmite perfectamente la sensación de parálisis y peligro que vivía Finlandia en esos años. No se trata de un uso vistoso del color, sino de una herramienta narrativa. Las calles heladas, los despachos sombríos, las casas silenciosas, todo contribuye a crear una atmósfera donde lo más cálido es, paradójicamente, la conciencia del protagonista.
El diseño de producción, por su parte, es discreto pero efectivo. No hay un exceso de ambientación de época, lo que refuerza la impresión de atemporalidad, la historia podría estar ocurriendo hoy, en otro lugar del mundo, bajo otro régimen.
Conclusión de 'Never Alone (Nunca más)'
Never Alone (Nunca más) es una película necesaria, especialmente para una nación como Finlandia, que ha tardado décadas en enfrentarse a los aspectos más oscuros de su historia durante la Segunda Guerra Mundial. Klaus Härö no busca limpiar culpas ni exaltar a los suyos; simplemente expone una verdad incómoda, recordándonos que los actos de valor moral rara vez vienen de la mayoría, y que muchas veces un solo hombre puede marcar la diferencia.
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