Nueve reinas, ópera prima de Fabián Bielinsky, es una clase magistral sobre el arte del engaño y una pieza clave del cine argentino contemporáneo. Con una precisión quirúrgica y un ritmo que no da respiro, la película nos introduce en el mundo de los estafadores porteños a través de una trama que se despliega como un rompecabezas perfecto. Entre giros inesperados, diálogos afilados y el magnetismo irresistible de Ricardo Darín (El eternauta, Argentina, 1985) y Gastón Pauls (El príncipe), Bielinsky construye un thriller ingenioso que mantiene al espectador tan alerta como cautivado. Estrenada el 24 de agosto de 2001 en salas de cine españolas.
Crítica de 'Nueve reinas'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Nueve reinas
Título original: Nueve reinas
Reparto:
Ricardo Darín (Marcos)
Gastón Pauls (Juan)
Leticia Brédice (Valeria)
Tomás Fonzi (Federico)
Ignasi Abadal (Vidal Gandolfo)
Roly Serrano (Castrito)
Alejandro Awada (Washington)
Antonio Ugo (D' Agostino)
Elsa Berenguer (Berta)
Celia Juárez (Señora Sandler)
Leo Dyzen (Experto en sellos)
Graciela Tenenbaum (Empleado de tienda de conveniencia)
Oscar Nuñez (Sandler)
Año: 200
Duración: 114 min.
País: Argentina
Director: Fabián Bielinsky
Guion: Fabián Bielinsky
Fotografía: Marcelo Camorino
Música: César Lerner
Género: Thriller. Intriga
Distribuidor: A Contracorriente Films
Tráiler de 'Nueve reinas'
Sinopsis
Buenos Aires. Juan y Marcos son dos estafadores de poca monta, uno joven y el otro veterano en el arte del timo. Se conocen de forma fortuita una madrugada y casualmente se ven envueltos en un asunto que les puede hacer millonarios: tienen menos de un día para hacer una estafa que no puede fallar. Ambos están dispuestos a aprovechar la única gran oportunidad que la vida les presenta. (A Contracorriente Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Una maquinaria perfecta
Nueve reinas brilla por su capacidad de no subestimar al espectador. Cada giro parece lógico, cada obstáculo necesario, y cada gesto de desconfianza justificado, lo que empieza siendo un ejercicio ingenioso de timo se transforma en una reflexión sobre la ambición, la confianza y la tentación constante de cruzar la línea. Nueve reinas no solo quiere entretener, que lo hace con maestría, sino retratar un país donde el engaño parece moneda de cambio y donde la necesidad puede enmascararse como virtud.
Lo mejor es la sensación de que siempre falta algo por ver, como si la película pidiera al espectador que sea otro estafador más, atento, desconfiado, partícipe, y es que, incluso cuando creemos haber resuelto el puzle, nos recuerda que no sabemos nada.
El ilusionista quieto
Hay directores que gritan estilo; Fabián Bielinsky lo susurra, su dirección es invisible, y ahí radica su magia. No busca lucirse con piruetas visuales ni subrayados dramáticos, deja que la historia haga su trabajo, que los silencios hablen, que los engaños respiren. El ritmo es soberbio, no hay sobresaltos artificiales, sino una tensión constante, como una cuerda estirada que nunca acaba de romperse.
Bielinsky demuestra un control absoluto sobre la expectativa, cuando creemos estar por delante, acelera; cuando perdemos pie, nos deja respirar. Pocas veces un thriller latinoamericano ha tenido esta elegancia narrativa sin perder identidad cultural.
Dos estafadores
Ricardo Darín y Gastón Pauls convierten Nueve reinas en una masterclass de interpretación. Darín, con carisma, ironía, y un trasfondo trágico que nunca se dice, pero se siente, parece haber nacido para ser Marcos, manipulador, encantador y tan humano como peligroso. Pauls, más frágil, más impulsivo, es el contrapunto necesario, víctima y verdugo, aprendiz y amenaza. Entre los dos construyen un juego de apariencias, de lealtades compradas, de silencios que pesan más que las palabras, la química es pura electricidad sostenida.
Realismo y precisión
Nueve reinas opta por un estilo sobrio, casi documental, que acompaña de maravilla su esencia. Cámara al hombro cuando debe, estática cuando conviene; montaje seco; banda sonora discreta pero tensa, no necesita florituras, su fortaleza está en la atmósfera de sospecha permanente, lograda con tonos apagados, espacios públicos reconocibles y diálogos escritos con oído callejero.
Conclusión de 'Nueve reinas'
Veinticinco años después, Nueve reinas sigue siendo una cumbre del thriller en español y una joya de culto del cine argentino que no ha perdido filo. Da igual cuántas veces la veas, siempre encuentras una nueva mirada, una nueva duda, una nueva celebración de su precisión, porque pocas películas entienden tan bien el arte del engaño, y menos aún logran que, después de habernos timado, aplaudamos de pie.
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