La compañía Noviembre Teatro, bajo la dirección de Eduardo Vasco, ofrece durante este mes Peribáñez y el comendador de Ocaña en el Teatro Fernán Gómez de Madrid. Uno de los dramas de honor más memorables de Lope de Vega, cobra, gracias a la adaptación de Yolanda Pallín, un significado renovado. La obra se estrenó en el Teatro Calderón de Valladolid y formó parte de la programación de la pasada edición del Festival de Teatro Clásico de Almagro.
La trayectoria de Noviembre Teatro se remonta a mediados de los años 90. Durante estas décadas ha llevado a escena más de una veintena de montajes, especialmente de obras clásicas, entre los que podemos destacar Otelo, Ricardo III, Don Juan en Alcalá o La ruta de don Quijote. El elenco está encabezado porRafael Ortiz, como Peribáñez, Elena Rayos, como Casilda yAlberto Gómez Taboada, en el papel del comendador.
Peribáñez y el comendador de Ocaña de Lope de Vega se pudo disfrutar hasta el domingo 27 de febrero de 2022 en el Teatro Fernán Gómez de Madrid.
Título: Peribáñez y el comendador de Ocaña Título original: Peribáñez y el comendador de Ocaña
Reparto: Rafael Ortiz (Peribáñez)
Elena Rayos (Casilda)
Alberto Gómez Taboada (Comendador)
Mar Calvo (Inés)
Julio Hidalgo (Luján)
Francisco Rojas (Leonardo)
Jesús Calvo (Padre Antón)
Manuel Pico (Bartolo)
Daniel Santos (Pintor)
Duración: 80 min. apróx. Dirección: Eduardo Vasco Versión: Yolanda Pallín Asesor de movimiento: José Luis Massó
Música y canciones: Eduardo Vasco
Iluminación: Miguel Ángel Camacho
Vestuario: Lorenzo Caprile
Escenografía y atrezo: Carolina González
Distribución y producción ejecutiva: Emilia Yagüe Producción: Noviembre Compañía de Teatro
Tráiler de 'Peribáñez y el comendador de Ocaña'
Sinopsis de 'Peribáñez y el comendador de Ocaña'
La historia de Peribáñez y el Comendador de Ocaña es la del villano que se enfrenta al poderoso, que no cede ante el abuso de poder; algo impensable para la sociedad de la época. Un personaje habitual en los dramas del Siglo de Oro, protagonista de uno de los géneros más populares de su tiempo: el drama de honor, concretado también como el drama “de comendadores”. El contexto rural el labrador voluntarioso debe traspasar sus límites sociales para detener al representante del poder que, desmedido, amenaza su valor más preciado: el honor.
Peribáñez defiende algo que se nos antoja muy moderno pero que pertenece al ser humano como un valor universal: la dignidad personal. En esta obra Lope aúna las cualidades que definen y aportan valor a su producción dramática como la ruptura de las leyes aristotélicas, un concepto del teatro como arte para entretener al espectador y una carpintería teatral que crearía escuela más allá de su tiempo.
Una obra escrita en plenitud de facultades, cuando el poeta ya domina y realza su propio sistema de escritura. (TEATRO FERNÁN GÓMEZ).
La dignidad del pueblo restituida
Los temas del honor y la honra son centrales dentro de nuestra tradición dramática barroca. El honor era una cualidad relacionada con el nacimiento y la riqueza. Era propia de la nobleza y era garantía de grandeza moral hacia todos los estamentos, incluso los inferiores. Por otra parte, la honra se relacionaba con la fama individual y familiar en cuanto a las convenciones sociales. En la mayoría de las ocasiones el comportamiento de las mujeres será causa de la mancilla del honor y la honra familiares.
En Peribáñez y el comendador de Ocaña el orden social establecido se rompe a causa del comportamiento abusivo -y, por tanto, deshonroso- del comendador de Ocaña. Este, haciendo abuso de sus privilegios pretende a Casilda, la bellísima campesina recién casada con Pedro Peribáñez. Sus avances son cada vez más agresivos hasta el punto de intentar forzar a Casilda en su propia casa. Peribáñez, al ver su honra mancillada, olvida sus obligaciones como siervo y asesina al comendador en un acto de defensa propia. El orden social queda así roto y es la autoridad real la única que puede restituirlo.
En la presente adaptación, a cargo de Yolanda Pallín, la figura de autoridad desaparece, lo que produce un poderosísimo efecto en el sentido de la obra. Peribáñez y Casilda, cuya grandeza están fuera de toda duda, se ven confrontados directamente ante el juicio del público sin necesidad de la intervención de una autoridad mayor que la de su propia dignidad.
Una puesta en escena elegante y pintoresca
La propuesta escénica de Carolina González es sobria y elegante. Destaca el vestuario a cargo de Lorenzo Caprile, que nos traslada a los campos toledanos del XVII. La música tiene un especial protagonismo dentro de Peribáñez y el comendador de Ocaña con los cantos propios de las fiestas populares y de los trabajos de labranza. Todo ello subraya el componente costumbrista que tiene la obra.
Cabe destacar las actuaciones de sus tres protagonistas. Rafael Ortiz nos ofrece un Peribáñez que brilla en su sencillez. Elena Rayos otorga aCasilda la dulzura y la fortaleza que precisa el personaje.Alberto Gómez Taboada, en el papel del comendador, despliega todos los tonos de la mezquindad humana.
Conclusión
Peribáñez y el comendador de Ocaña de Lope de Vega es un clásico inmortal de nuestro mejor teatro. La versión que en esta ocasión nos ofrece Noviembre Teatro supone una resignificación del texto que otorga aún mayor dignidad a su personaje protagonista. Los más puristas se echarán las manos a la cabeza, pero la propuesta no deja de ser interesantísima. Con una puesta en escena que apuesta por subrayar el colorido costumbrista del texto y unas notables interpretaciones, Peribáñez y el comendador de Ocaña se convierte en una de las citas a tener en cuenta en la temporada teatral madrileña.