Steven Soderbergh inaugura el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges en su edición 57 con Presence. El director presenta una historia clásica de fantasmas. Una familia que se acaba de mudar a una casa donde hay una entidad rondando por los pasillos. Contando con Lucy Liu, Callina Liang, Eddy Maday, Chris Sullivan, West Mulholland y Julia Fox en su reparto, Presence se estrenará en salas de cine en España el 31 de enero de 2025.
Crítica de 'Presence'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Presence
Título original: Presence
Reparto:
Lucy Liu
Julia Fox
Chris Sullivan
West Mulholland
Callina Liang
Eddy Maday
Lucas Papaelias (Carl)
Benny Elledge (Contratista)
Natalie Woolams-Torres (Lisa)
Daniel Danielson (Pintor)
Año: 2024
Duración: 85 min.
País: Estados Unidos
Director: Steven Soderbergh
Guion: David Koepp
Fotografía: Steven Soderbergh
Música: Zack Ryan
Género: Terror. Intriga
Distribuidor: Diamond Films
Tráiler de 'Presence'
Sinopsis
El ganador del Oscar® Steven Soderbergh (Ocean's Eleven; Traffic; Erin Brockovich; Contagio) presenta una nueva experiencia del cine de terror. Rebekah (Lucy Liu), su marido (Chris Sullivan) y sus hijos comienzan a experimentar fenómenos inexplicables tras mudarse a su nueva casa. Las extrañas presencias que se manifiestan a su alrededor les harán cruzar la delgada línea entre la realidad y la percepción. (Diamond Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
La construcción de la presencia en la ausencia
Hay algo que no se ve, pero que está ahí. Soderbergh, además de director, se encarga 一como en muchas de sus obras, aunque aquí no recurre a ningún pseudónimo一 de la dirección de fotografía y la edición de vídeo. Este dato es relevante puesto que dirección, fotografía y edición reman a un mismo compás hasta una idea determinada. La construcción de la presencia en la ausencia.
La historia de la familia protagonista en Presence se cuenta a través de una lente desfigurada, un gran angular que deforma la perspectiva y la convierte en la mirada de la presencia. En la mirada del fantasma. En la mirada del director. Y en la nuestra como espectadores. Los fundidos a negro tras cada secuencia, abruptamente cortando la tensión y el ritmo del filme, son casi como parpadeos. Hay una cierta sensación de elipsis, como si aquello que se ve hubiese sido cuidadosamente escogido y todo lo demás, desechado. Esto, que podría ser un principio narrativo elemental, cobra relevancia cuando se expone de manera tan descarada. Vemos aquello que la presencia quiere que veamos. Ente y director compartiendo una misma labor.
La alteración del imaginario fantástico
Las películas sobre casas encantadas suelen contar, como norma general, con unos principios a seguir. Los personajes suelen haberse mudado recientemente a la casa, hay sucesos extremadamente trágicos rondando la propiedad o a la familia. Se ven sombras que recorren los pasillos, puertas que se abren, luces que se apagan y susurros que se escuchan. Todo gira siempre alrededor de la casa, que es el personaje principal. En Presence, sin embargo, el protagonismo lo recibe la propia cámara. La casa es un mero decorado en el que se desarrollan los hechos. Lo importante es quién está mirando a la familia en todo momento. Porque es quien les ayudará.
Soderbergh revierte los papeles estereotípicos del bien y el mal, jugando con la maldad del ser humano y la bondad de las almas que vagan por el mundo. Una idea interesante que también exploran otros cineastas como Damian McCarthy (Caveat, Oddity), Peter Jackson con la adaptación del libro Desde mi cielo (The Lovely Bones) o el clásico Ghost de Jerry Zucker, entre muchas otras. No obstante, el guion en Presence peca de demasiada explicitud y brusquedad en su tramo final. Especialmente en lo relativo al personaje del amigo del hermano (West Mulholland).
Su discurso es tan descarado que cuesta creer que nadie fuera de una película hable así, contrastando con la cotidianidad y el propósito de realismo del resto del filme. Este cambio tan rudo denota una intención de exponer y criticar un problema tan grande como la violencia de género y los discursos de odio hacia mujeres en el siglo XXI. Pero estos pretextos se presentan de manera abrupta, sin ningún antecedente y rozando el absurdo. La carga dramática no llega a despegar del todo en ningún momento.
Conclusión de 'Presence'
Steven Soderbergh dirige una película repleta de interesantísimos aspectos formales. Presence parece que nace de la curiosidad, de la pregunta, en cuanto a su exploración de los ambientes dramáticos desde el imaginario del terror y su mirada espectral. Sin embargo, el tramo final resulta apresurado, tosco y extravagante.
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM