"Primera Plana": La conjura de los necios

Una de las grandes obras maestras de Billy Wilder, probablemente la mejor película sobre periodismo jamás rodada en Hollywood. Primera Plana basada en la obra teatral homónima de Ben Hecht y Charles MacArthur, que ya había sido llevada a la gran pantalla por Lewis Milestone en 1931 (con el título "Un gran reportaje") y por el gran Howard Hawks en la también magistral "Luna nueva" (His Girl Friday) en 1940.

Chicago, 1929. Earl Williams, convicto del asesinato de un policía, espera en la cárcel el momento de su ejecución. Mientras tanto, en la sala de prensa del Tribunal Supremo, un grupo de periodistas espera el indulto o la confirmación de la sentencia. Hildy Johnson, el cronista de sucesos del Chicago Examiner, que tendría que cubrir la información, está a punto de contraer matrimonio y abandonar su trabajo; pero Walter Burns, el maquiavélico director del periódico, empeñado en retenerlo, tratará de impedir su boda por todos los medios. (FILMIN)

Premios

• Globos de Oro: tres nominaciones a mejor película de comedia o musical, mejor actor de comedia o musical (Jack Lemmon) y mejor actor de comedia o musical (Walter Matthau). 1975
• Premios David di Donatello: dos premios a mejor director internacional y mejor actor internacional (Jack Lemmon). 1975
• Writers Guild of America: nominación a mejor comedia adaptada de otro medio. 1975

Donde se puede ver la película

Toque Wilder

Igual que se habla del Toque Lubitsch, por esa capacidad de sugerir más que de mostrar. Podríamos decir que Wylder tenía la capacidad, entre otras cosas, de sacar gags y chistes de escenas aparentemente recónditas (como la del psiquiatra freudiano apunto de morir preocupado por haber tratado a un “invertido”). Wilder tiene esa capacidad de entremezclar géneros armoniosamente, y entrecruzar historias formando un todo perfecto. Desde el cine negro de Perdición, hasta la comedia burlesca y crítica de Uno, Dos, Tres… pasando por películas como Primera Plana, donde no deja títere con cabeza, y crea situaciones inverosímiles, pero que el espectador termina por creerse.

Probablemente es la mejor adaptación que se ha hecho de esta historia basada en una obra de Ben Hecht y Charles MacArthur. Fue la última gran película de un Wilder, cuya carrera se remonta a los años 30, y termina en los 80. Una vida dedicada al cine. Es cierto que esta película no le reportó grandes éxitos, en gran medida por ser un remake. Lo que sin duda es una injusticia, porque la calidad del largometraje es incuestionable.

Contra las cuerdas

Hildy Johnson (interpretado por Jack Lemmon) es un formidable periodista del Chicago Examiner que debido a la carga de trabajo insoportable, y su inminente boda con la pianista Peggy Grant (interpretado por Susan Sarandon), decide dejar su puesto y marcharse a Filadelfia. Su jefe, Walter Burns (interpretado por Walter Matthau), un cínico e hilarante jefe de periódico lo intentará impedir por todos los medios. Y más cuando al otro día, tienen ante sí la noticia de su vida, con la ejecución de un joven acusado de asesinato. 

Hildy es un tipo de valores íntegros, comprometido con las buenas causas, y muy bueno en lo suyo. De hecho es el personaje que debería tirar más de nosotros. Pero el que más atrae es el de Burns. Es un personaje atractivo, aunque sea un canallita. Cada vez que sale en la pantalla se para todo. Es un personaje muy descarado, que hará todo por sacar la mejor portada y el mejor titular. Y que se inventara todas las artimañas necesarias para que su querido Hildy no marche. La relación de ambos personajes en Primera Plana es preciosa, destinados a amarse y odiarse a partes iguales. Una pareja irrepetible.

Arremete contra todo y todos

Billy Wilder no deja a nadie indiferente con Primera Plana. Los periodistas vagos, maleducados y partidistas. Los policías/sheriffs estúpidos que harán cualquier cosa para salirse con la suya, inclumpliendo incluso la misma ley que deben salvaguardar. Y los políticos corruptos, que envenenaran a los periodistas para manipular la información. De hecho, si nos paramos a pensar, Billy Wilder no sólo retrata la situación de aquellos años 20, sino también la actual. Se podría decir que reina un estado latente de atemporalidad en la cinta.

El periodismo es el que sale peor parado. Enfermos de un sensacionalismo que no respeta ni la misma muerte, buscarán relacionar todos los problemas con el comunismo (era la época del Temor Rojo). Es uno de los grandes tópicos del cine de Wilder, el anticomunismo, también visto en película como Uno, Dos, Tres. 

La relación entre la política y el periodismo también es jugosa. Síntoma de una sociedad enferma. Se llega a pretender ahorcar a un hombre para ganar unas elecciones.

La técnica en Primera Plana

Primera Plana es prodigiosa narrativamente y técnicamente. La mano de Wilder es única. Y es de las mejores. Con un ritmo rápido y trepidante, propio de un montaje scorsesiano, ya desde el comienzo de la película se logra atrapar al espectador con la conjunción de elementos. 

La imagen es resultadista y siempre mostrando lo pertinente, y dejando de mostrar lo omisible. Wilder juega con la imagen del criminal, después de tenernos un tiempo imaginando la bravura de un tipo capaz de asesinar a un policía, nos encontramos con un joven de apariencia inofensiva, educado, y que incluso llega a recordar a una especie de Woody Allen. Un tipo que no parece capaz de rasgar una camisa. Y esto lo hace magistralmente Wilder, para que el espectador se encariñe en cierta medida del criminal. Una forma de medir los tiempos y de crear una dirección de actores perfecta.

Conclusión

Es cierto que Primera Plana es un remake y para algunas persona eso le quitará valor, pero no deja de ser una película redonda, que junto a "Ciudadano Kane" se erige como una de las mejores cintas sobre periodismo que se han visto jamás en pantalla. Con una dirección majestuosa, y no sé si me quedo corto. Y unas actuaciones sensacionales. Mentiría si dijera que no es una película para ver una, dos, tres veces… y las que haga falta. Porque es cine en mayúsculas. Y esa es la verdad, y nada más que la verdad.

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