La compañía Mutismoa Teatro estuvo presente en el Festival ClassicOff de Nave 73, desde el 23 hasta el 25 de julio con Romeo y Julieta El espectáculo definitivo. Esta propuesta teatral está escrita por Gema González y Sergio Llauger. La pieza parte de la clásica tragedia de William Shakespeare sobre los amantes de Verona. No hay fechas confirmadas próximamente.
Crítica de 'Romeo y Julieta El espectáculo definitivo'
Título: Romeo y Julieta El espectáculo definitivo Título original: Romeo y Julieta El espectáculo definitivo
Reparto: Gema González Sergio Llauger
Duración: 60 min. apróx. Dirección: Sergio Llauger Versión: Gema González y Sergio Llauger Iluminación: Elur Olabide
Escenografía, diseño de sonido y vestuario: Mutismoa Teatro
Ayudante Dirección: Elur Olabide
Diseño gráfico y fotografía: Laura Merchán
Prensa: Gema González
Distribución: La Tangente Escénica
Asistencia de lucha escénica: José Lostres Producción: Mutismoa Teatro
Tráiler de 'Romeo y Julieta El espectáculo definitivo'
Sinopsis de 'Romeo y Julieta El espectáculo definitivo'
En Romeo y Julieta El espectáculo definitivo nos encontramos a un actor y una actriz que se enfrentan al montaje de Romeo y Julieta. Vemos cómo la idea se va distorsionando en la cabeza de nuestras protagonistas y el proceso creativo se convierte en una secuencia de propuestas ridículas y enfados entre las intérpretes. Un cóctel de emociones, aspiraciones y frustraciones que desembocan en una repetición del error, cayendo en lo absurdo y lo esperpéntico. No es hasta que conectan con sus deseos más puros que encuentran su manera propia de crear. (NAVE 73).
La fluidez del género teatral
Uno de los clásicos por antonomasia de la historia teatral es la tragedia de Romeo y Julieta, de William Shakespeare. La compañía Mutismoa Teatro ofrece su propia versión bajo el nombre de Romeo y Julieta El espectáculo definitivo. En esta adaptación, converge un debate sobre la forma, más que el contenido, siendo ese su punto de interés. La dramaturgia de Gema González y Sergio Llauger establece un diálogo sobre la pregunta en torno a hacer teatro y de qué manera se debe hacer. Gracias a ello, se formula un debate sugestivo, donde el espectador es quién debe responder a ello. Se aplaude que permitan esa posibilidad de expresión.
Compuesta en dos capas, se une el metateatro con lo que es la propia tragedia de Shakespeare. Hay un ejercicio peculiar, que hace que se disfrute que busque no ser lo que se puede esperar de un Shakespeare. Asimismo, hay una crítica mordaz al panorama teatral, siendo afilada en algunas ocasiones y excesivamente ambigua en otras, lo que podría hacer que se tocara levemente la ofensa. Aun así, al estar dentro del marco de la comedia, se puede justificar como una crítica satírica de la industria teatral. No obstante, ese punto de “metaficción” parece ser un género bastante manido, quitando algo de frescura a esta propuesta. A pesar de ello, la confluencia de lenguajes y estilos, hace que no pase inadvertida y sea interesante de ver.
Sin adornos, solo el escenario
Una de sus principales virtudes de Romeo y Julieta El espectáculo definitivo es el trabajo actoral de Gema González y Sergio Llauger. En primer lugar, Sergio Llauger pisa con fuerza el escenario desde su primera toma de contacto, dejándose fluir al máximo y sabiendo qué es lo que quiere transmitir y mostrar a los espectadores. Gracias a ello, explora una personalidad atrayente y cautivadora, que se une a un interesante expresividad corporal y dramática, con distintos perfiles que capturan la atención de los asistentes. Junto a él, una Gema González entregada, la cual podría vigilar algo las revoluciones, dado que hay momentos en los que se presenta un exceso de energía. Aun así, hay una interpretación sólida, en la que se ven sus capacidades, sobre todo, a nivel de cuerpo.
La puesta en escena es desnuda, un riesgo que se puede unir también a la dificultad de elegir qué tipo de producción se hace ante una versión alternativa de Romeo y Julieta. Sin embargo, este montaje ha sabido sacar partido de ello. No necesita más, el trabajo actoral llena perfectamente el escenario, lo que indica el buen hacer de sus intérpretes y cómo gestionar el ritmo y el dinamismo a lo largo del montaje. Sí se valora el uso de objetos que den más movimiento, como la lucha de esgrima, permitiendo que no se estanque. El diseño de iluminación es sencillo, hay partes donde la selección de colores llama la atención, aunque peca de ser excesivamente estática y tener al público alumbrado gran parte del tiempo, puede no jugar del todo a favor. En su conjunto, una versión que ha sabido encontrar su lugar.
Conclusión
Romeo y Julieta El espectáculo definitivo es una versión de la clásica tragedia de William Shakespeare, que destaca por su puesta en escena y el trabajo actoral. La adaptación trae la conocida estrategia de la “metaficción”, que resta algo de frescura al verse ya manida en los últimos años. A pesar de ello, el espectáculo trae una combinación de lenguaje, con la que consigue diferenciarse. Gema González y Sergio Llauger llenan el escenario con su labor interpretativa, despuntando en su expresividad corporal, gestual y en movimiento. La puesta en escena triunfa por su sencillez, al poner el foco en sus actores. Una mirada que dignifica el trabajo de las compañías independientes y su búsqueda.