Roubaix, une lumière es un thriller policíaco francés dirigido por Arnaud Desplechin (Jimmy P., Tres recuerdos de mi juventud), que también firma el guion junto a Léa Mysius (Ava, Los fantasmas de Ismael). Estuvo a competición en la Sección Oficial de Cannes 2019 y obtuvo 7 nominaciones a los Premios César, incluyendo película y director, llevándose el Premio a Mejor Actor principal.
Está protagonizada por Roschdy Zem (Los salvajes, Bird People), Léa Seydoux (La vida de Adèle, La belle personne), Sara Forestier (Los nombres del amor, El amor es un crimen perfecto), Antoine Reinartz y Sébastien Delbaere. La película no se ha estrenado en salas de cine en España y lo ha hecho a través de la plataforma VOD de Filmin en el marco del Festival D'A 2020, el día 1 de mayo de 2020.
Crítica de 'Roubaix, une lumière'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Roubaix, une lumière
Título original: Roubaix, une lumière
Reparto:
Roschdy Zem (Comisario Yacoub Daoud)
Léa Seydoux (Claude)
Sara Forestier (Marie Carpentier)
Antoine Reinartz (Teniente Louis Cotterel)
Sébastien Delbaere (Descamps)
Año: 2019
Duración: 120 min.
País: Francia
Director: Arnaud Desplechin
Guion: Arnaud Desplechin, Léa Mysius
Fotografía: Irina Lubtchansky
Música: Grégoire Hetzel
Género: Thriller
Distribuidor: Filmin
Tráiler de 'Roubaix, une lumière' en VO con subtítulos en inglés
Sinopsis
Arnaud Desplechin, uno de los cineastas habituales del D'A ("Tres recuerdos de mi juventud", "Los fantasmas de Ismael"), filma en su ciudad natal, Roubaix, un noir fiel al género y a la vez subversivo con sus referentes. Con Falso culpable de Hitchcock en mente, el film retrata un caso real: el asesinato de una anciana por parte de dos jóvenes vecinas. Con esta película, vista en Cannes, Roschdy Zem ganó el César al Mejor Actor.
Estreno en España. (Filmin)
Premios
- Festival de Cannes: Sección oficial largometrajes a concurso. 2019
- Premios César: Mejor actor (Zem). 7 nominaciones. 2019
Un retrato de la marginalidad a través del cine policíaco
La película Roubaix, une lumière es un thriller extraño que se aleja conscientemente del policíaco clásico o del polar francés. El guion escrito por Arnaud Desplechin y Léa Mysius, rompe con el género y con la propia estructura cinematográfica, partiendo la narrativa en dos. Mysius ya sorprendió como autora de una ópera prima curiosa Ava (2017). Era un imaginativo coming-of-age con influencias de cine de autor, que exploraba la sexualidad adolescente desde una óptica poco habitual.
Aquí, junto al propio realizador, nos ofrecen dos historias en una, inspirándose en hechos reales. La primera es un retrato realista sobre la marginalidad existente en Roubaix, municipio de la región de Alta Francia, limítrofe con Bélgica. Durante esa primera hora de película, se nos introduce en la investigación de distintos delitos, sin que parezca haya ninguna conexión más allá de producirse en la misma zona. Es como asistir a un capítulo de esos docudramas que siguen a agentes de policía reales en su tarea diaria. Pero a Desplechin no le interesa la acción ni el impacto fácil que buscan esos programas de televisión, su acercamiento al género es mucho más humanista y social.
Un largo interrogatorio para descubrir la verdad
A partir de la mitad de Roubaix, une lumière, al iniciarse la investigación de un asesinato, la película se centra en ese caso y muta hacia el policíaco de interrogatorios. Es un meticuloso estudio sobre como los policías intentan averiguar la verdad de un crimen a través del testimonio de dos personas sospechosas. Resulta muy interesante como partiendo de una recreación distinta de los hechos, a través de las preguntas y la presión policial, se modulan esos relatos hacia la verdad de lo que realmente sucedió. Una verdad que nunca conoceremos por completo ni cuando termine la película.
Es un tratamiento innovador y lleno de credibilidad que pocas veces he visto en este tipo de secuencias. No se suele dedicar tanto tiempo a la oscilación de esos relatos entre la verdad y la mentira. Los sospechosos intentan evitar la cárcel a través de mentiras inconsistentes o simplemente contradictorias. Los policías buscan esos fallos en las declaraciones para reconducir la investigación. Es un duelo sin pistolas, solo con palabras. Sin que la película resulte apasionante en ningún momento, ese acercamiento diferente al cine policíaco resulta francamente reconfortante. Al final, las dos horas de duración de Roubaix, une lumière que empiezan cuesta arriba acaban sabiendo a poco.
Conclusión de 'Roubaix, une lumière'
Roubaix, une lumière es un thriller francés, basado en hechos reales, dirigido por Arnaud Desplechin, que se divide en dos partes: un retrato coral sobre la delincuencia y marginalidad de los barrios bajos y una sesión de interrogatorios a los sospechosos de un asesinato. En ambas partes, la película se aleja del cine de género clásico y apuesta por un acercamiento más humanista. Lo que busca es un reflejo realista del microcosmos social que habita en los barrios más desfavorecidos.
Aunque al principio cuesta entrar en su propuesta, al final resulta un ejercicio de estilo muy interesante y naturalista que no suele verse en el policíaco clásico o el polar francés. Es una apuesta arriesgada que puede alejar al público que solo busque una trama de investigación con suspense y acción. Sin embargo, puede acercar al género a aquellos que busquen un tratamiento social de esas historias.
Roubaix, une lumière tiene un reparto estupendo donde destaca un carismático Roschdy Zem, que se llevó el Premio César, Léa Seydoux y una estupenda Sara Forestier, que obtuvo una nominación a un César que perdió frente a Fanny Ardant.
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