El director catalán Marc Recha presenta la que es ya su décima película: Ruta salvaje (Ruta salvatge). La tranquilidad de una madre y su hijo adolescente se resquebraja cuando dos individuos llegan al pueblo de los Pirineos donde viven. Además de mezclar con criterio cine negro y melodrama familiar, Ruta salvaje es un inesperado western a la catalana. La película es una de las preseleccionadas para los Premios Gaudí y el 17 de noviembre de 2023 ya podremos verla en cines.
Crítica de 'Ruta salvaje'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Ruta salvaje
Título original: Ruta salvatge
Reparto:
Montse Germán (Ona)
Àlex Bolet (Sergi)
Sergej Trifunovic
Boris Isakovic
Sergi López
Marc Martínez
Año: 2023
Duración: 115 min.
País: España
Director: Marc Recha
Guion: Nadine Lamari, Marc Recha
Fotografía: Núria Roldos
Música: Alfred Tapscott
Género: Thriller. Vida rural
Distribuidor: A Contracorriente Films
Tráiler de Ruta salvaje
Sinopsis
Después de más de una década trabajando de jardinera para los propietarios adinerados de las urbanizaciones lujosas de la Cerdaña, Ona está a punto de hacer cincuenta años y quiere dejar el oficio para dedicarse a pilotar una avioneta turística. Pero la llegada de unos extraños que se instalan en un chalé de la urbanización cambia la vida de Ona y de las personas que más aprecia, haciendo emerger el pasado más terrible de la jardinera. (A contracorriente Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Once upon a time in los Pirineos
Marc Recha ha dirigido ya una decena de largometrajes, pero este es su primer thriller. En mayor o menor medida, sus trabajos previos se enmarcan en el drama. En consecuencia, Ruta salvaje alterna suspense y personajes propios del neo-noir con una generosa dosis de drama. Y, en general, se desenvuelve con éxito en ambos terrenos. Pero, sin duda, el toque distintivo de Ruta salvaje es la existencia de un tercer género que pasa por delante de los otros dos: el western.
La concepción de Ruta salvaje como un western es la clave que la hace distinguir de otras propuestas similares. Sin duda, los imponentes y recónditos paisajes de los Pirineos, con sus pequeños pueblos, sus vacas y caballos y su naturaleza semi-virgen; estaban esperando a que algún director atrevido los equiparase a los del Far West americano. No en vano, la totalidad del rodaje se llevó a cabo en la comarca de la Baixa Cerdanya, en el corazón de la sierra pirenaica. Esta decisión de producción es uno de los grandes aciertos de la película, como demuestra su logrado apartado visual.
Melodías del Oeste
Donde también brilla este revestimiento de western es en la música. A cargo de Pau Recha, hermano del director, y de Alfred Tapscott, la música usa los sonidos propios del Spaghetti Western, ligados para siempre con el género desde los sesenta. Entrando en la trama, Ruta salvaje tiene mucho más que ver con el cine negro que con el de vaqueros, pero aún así mantiene un par de detalles formales bien planteados que provienen de este género. Por ejemplo, la llegada de los dos extraños que perturban la paz del pueblo remite a la típica entrada en escena de los forajidos del Oeste. Además, se mueven lenta y amenazadoramente en un BMW cubierto de polvo, tal como harían los malos en sus caballos en los westerns de Ford o Hawks.
Confluencia de géneros
Montse Germán es Ona, una madre en sus cincuenta que va más a su rollo de lo que a su hijo Sergi (un debutante Àlex Bolet) le gustaría. La llegada de dos extraños a su pueblo (Sergej Trifunovic y Boris Isakovic) cambia las cosas para ellos y para Jordi (un genial Sergi López), amigo de Ona y mecánico del aeródromo, donde tiene una avioneta que Ona pilota y que es uno de los elementos centrales de la película.
Los dos mafiosos que llegan a los Pirineos devuelven una y otra vez la trama al thriller y al cine negro. Las escenas entre ellos dos, uno ruin y provocador, el otro lacónico y sensible; entretienen e interesan. Y no por lo que dicen, ya que ambos personajes hablan serbio durante la mayor parte de su tiempo en pantalla. Aún sin entenderles, las distintas caracterizaciones entre uno y otro y la dinámica que tienen como socios basta para que sean lo más logrado dentro de los elementos de neo-noir. Por otro lado, la razón por la cual están en los Pirineos y el modo en que su trama se entrelaza con Ona no es precisamente original, por más que la amenaza que suponen sí se sienta a cada momento.
La mujer en el centro de todo
Recha y Nadine Lamari, su coguionista, han dejado algo desnudo el entramado que sustenta el thriller, todo en beneficio de la parte más dramática: la vida personal de Ona. El apartado dramático gana por esta elección, ya que podemos prestar más atención a ella y a su relación con su hijo o con su amigo Jordi, el eterno bonachón en la 'friendzone’. Recha sabe alternar bien entre drama y suspense, pero es cierto que ambos se desarrollan casi independientemente, y cuando chocan lo hacen de forma muy casual, como si lo hicieran porque es lo que toca en la peli.
Lo que más importa en última instancia en Ruta salvaje es el viaje interno de Ona, que se nutre de la historia de los mafiosos serbios para que el personaje evolucione. Sin duda, es una protagonista singular con un bagaje y una personalidad que siempre se ha asociado más al protagonista masculino, tanto en el noir como en el western. La dureza, la reticencia a abrir las puertas a un nuevo amor o el hermetismo emocional. Todo eso conduciendo un Land Rover como si fuese el caballo de un cowboy.
Conclusión de 'Ruta salvaje (Ruta salvatge)'
Ruta salvaje (Ruta salvatge) aúna thriller y drama con buenos resultados. Algunos elementos del suspense resultan más bien formularios, pero el cruce entre una madre con carácter y dos criminales serbios se mantiene como una mezcla interesante. Lo mejor: el aroma constante a western que nos permite ver los Pirineos catalanes como nunca antes.
Reportaje de Ruta salvaje (Ruta salvatge) en Días de Cine TVE
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM