Con tan solo un presupuesto de dos millones de dólares, Samyy Luchshiy den!, 2015 (traducido al español sería "el mejor día de todos") recaudó en Rusia la friolera de más de diez millones dólares (y teniendo cuenta que hablamos de Rusia, estamos ante un auténtico éxito de taquilla). La película dirigida por Zhora Kryzhovnikov tuvo también una crítica favorable, a pesar de que el público asiduo a las páginas de Internet (como Kinopoisk, el Filmaffinity ruso) ha criticado duramente la película.
Crítica de Samyy luchshiy den
Resumen
Ficha Técnica
Título: Samyy luchshiy den!
Título original: Samyy luchshiy den!
Reparto:
Dmitriy Nagiev (Petya Vasyutin)
Yuliya Aleksandrova (Olya)
Tolepbergen Baisakalov
Mikhail Boyarskiy
Inna Churikova
Sergey Lavygin
Olga Seryabkina (Alina)
Valentina Mazunina
Andrey Rebenkov
Año: 2015
Duración: 112 min.
País: Rusia
Director: Zhora Kryzhovnikov
Guion: Aleksey Kazakov, Zhora Kryzhovnikov
Fotografía: Maksim Shinkorenko
Música: --
Género: Comedia
Distribuidor: ---
Fragmento de la película
Sinopsis
Para un oficial exitoso del DPS, es hora de comenzar una familia, pero él vive con su madre. Cuando Petia decide proponer el matrimonio a Olya, su auto oficial se choca contra la estrella del pop Olga Seryavkina.
Estrellas, lágrimas y canciones
Samyy Luchshiy den! nos cuenta la historia de un pobre policía (Dmitriy Nagiev; una auténtica estrella en las comedias rusas), que ha dejado de lado su alcoholismo y le pide matrimonio a su novia, una encargada de gasolinera (interpretada por Yuliya Aleksandrova).
Sin embargo, en un control policial se encuentra con una estrella de la televisión, que está interpretada por Olga Seryavkina y que no deja ser una parodia de la propia actriz, quien en realidad es una célebre cantante rusa (conocida quizás en España por sus provocativos vídeos con la banda Serebro) y ambos tendrán una aventura.
Canciones para alegrar el alma
Samyy Luchshiy den! es una comedia que como el propio director del filme, Zhora Kryzhovnikov ha admitido, está inspirada en la película soviética, Lyubov i golubi (1985). La película nos cuenta los amoríos y desencuentros de esta pareja mediante la utilización de numerosos números musicales, que, sorpresa...¡Funcionan! La película en ese sentido lo tiene muy claro y hace partícipe al espectador en todo momento de la música, de hecho en alguna incluso llega a añadir los subtítulos de la canción para que el propio espectador se anime a cantarlas.
Detrás de la comedia...la dura realidad
A pesar de tener un tono cómico, la película denuncia con virulencia lo que nos presenta detrás del argumento. Primero el alcoholismo, que tiene un importante papel en la película (puesto que aparecerá como elemento destructor de la pareja) y después con un tema propiamente ruso como es el propio culto a la estrella pop del momento y a la imagen pasajera. En este caso no deja de ser la propia Olga Seryavkina quien demuestra ese lado más frívolo de las estrellas que solo buscan prosperar sin importar lo que tienen que hacer para ello. La imagen vacía a la que desgraciadamente muchas mujeres rusas aspiran.
Una puesta en escena arriesgada
Como decía anteriormente, la película presenta varios números musicales y todos son realmente competentes. Para ello la película emplea múltiples recursos, y detrás de las cámaras podemos ver claramente como la intención del director es sobresalir de la media de películas cómicas estrenadas al año. Lo podemos ver con el propio montaje, que de manera muy consciente se salta el salto de eje de manera notoria para primero que el propio espectador note la dirección y en parte para agilizar el metraje. Ciertamente funciona, pues la película no deja lugar a respiro.
Grandes números musicales
La película cuenta con canciones rusas, algunas como las del propio grupo Serebro, como Mama Luba, versiones del cantante Grigoriy Leps (de origen georgiano) o incluso una versión de la propia I will survive de Gloria Gaynor. Un auténtico festival para los oídos, incluso para aquellos que no vean el humor por ningún lado.
Conclusión
Nos encontramos ante una comedia que no solo hace reír sino que nos muestra un potente mensaje detrás, aderezado con una magistral banda sonora. Incluso para los más reticentes a adentrarse al cine ruso, el filme es una buena muestra para iniciarse.