Amazon y Zebra estrenan el 15 de julio en Prime Video la segunda temporada de la serie El Cid. Esta nueva edición de la epopeya visual sobre Rodrigo Díaz de Vivar comienza en el exacto momento en el que el rey Fernando I de León fallece. El reino quedará dividido entre sus hijos. Entre ellos surgirán una serie de rencillas a lo largo de la temporada. Ruy, el protagonista, sigue siendo un joven que estará muy presente en los asuntos de la corte.
Crítica de segunda temporada de El Cid
Resumen
Ficha Técnica
Título: El Cid
Título original: El Cid
Reparto:
Jaime Lorente (Ruy)
Alicia Sanz (Urraca)
Elia Galera (Sancha)
Lucía Guerrero (Jimena)
Jaime Olías (Alfonso)
Pablo Álvarez (Orduño)
Adrián Salzedo (Alvar)
Daniel Albaladejo (Orotz)
Año: 2020
Duración: 50 min.
País: España
Director: José Velasco (Creador), Luis Arranz (Creador), Adolfo Martínez Pérez, Miguel Alcantud, Marco A. Castillo, Arantxa Echevarria
Guion: Luis Arranz, Adolfo Martínez Pérez
Fotografía: Javier Salmones
Música: Gustavo Santaolalla
Género: Aventuras. Histórico
Distribuidor: Prime Video
Tráiler de la segunda temporada de El Cid
Sinopsis
¿Qué cambios le esperan a El Cid y a Castilla después de la muerte del Rey Fernando y el asesinato del Conde de León? Lo descubriremos en la continuación de la serie que narra las vivencias de Rodrigo Díaz de Vivar hasta convertirse en uno de los personajes más conocidos de la Edad Media española.
En esta temporada, las disputas entre los personajes principales harán de la península un sangriento campo de batalla. (Prime Video)
Dónde se puede ver la serie
Más acción y menos historia
La primera temporada de El Cid apostaba por ser fiel a los detalles históricos: el uso de San Isidoro de León como escenario, por ejemplo. Sin embargo, lo que parecían buenas intenciones hicieron que la serie no estuviera a la altura de las expectativas cometiendo fallos históricos garrafales. Sin embargo, Zebra y Amazon se han aprendido la lección y han apostado por una temporada llena de escenas de acción y bélicas. No son escenas de una superproducción, pero la calidad conseguida es muy alta.
La acción está muy presente en casi toda la segunda temporada de El Cid y eso hace que el ritmo sea mucho más liviano que la temporada anterior. Sin embargo, sigue habiendo algunos fallos históricos que, aunque se entiende que siempre hay libertad de guion, no son fieles a la historia real. Por ejemplo, en realidad la guerra entre Sancho y García no fue solamente entre los dos hermanos, sino que Alfonso también tomó parte.
Temporada y personajes nuevos interpretaciones mejores
Lamentablemente, la actuación de Jaime Lorente sigue sin despertar ni un solo atisbo del ímpetu y arrojo que se ha otorgado al personaje del Cid. Aunque es un buen actor de teatro, por momentos se nota que memoriza una serie de líneas sin dar vida al que fue Rodrigo Díaz de Vivar. Lo mismo ocurre con Jimena, interpretada por Lucía Guerrero, que en algunas escenas parece un cuerpo inerte.
Sin embargo, los personajes secundarios han dado todo un vuelco. Alicia Sanz retrata a la cruel Urraca con un desparpajo asombroso. Sin duda, es la actriz que más despunta de todo el elenco. Francisco Ortiz se suma también al pódium de las admirables interpretaciones. En su papel de Sancho, deja ver a un rey ambicioso, codicioso y lleno de ira.
Además, hay nuevos personajes sumamente logrados como es el caso de Alberta, la mujer de Sancho. El equipo de guion solucionó la falta de datos históricos a través de la creación de un personaje muy interesante. Otros se quedan muy cortos a la hora de mostrar su historia, como la joven Amina, interpretada por Sarah Perles. Podría tener mucho más jugo, pero se queda a medias.
La receta para hablar de Al-Andalus
Aunque la serie haya dado con el botón correcto para ganar espectadores (la acción sobre el relato), El Cid sigue sin saber dar con la receta idónea para mostrar el al-Andalus musulmán. Y este es un error cometido no solo por esta producción, sino en general en todas las películas o series históricas.
Los musulmanes siguen siendo esos hombres (porque mujeres apenas se muestran y cuando lo hacen es para ser objetos sexuales deseados) místicos que hablan de baraka y de las estrellas. Ese efecto “mágico” resta importancia a los grandes avances administrativos, científicos, literarios… que realizaron. Bien es cierto, que al menos El Cid es fiel en mostrar las relaciones continuas entre musulmanes y cristianos, presentes en la historia y olvidadas a menudo por la gran o pequeña pantalla.
Conclusiones de la segunda temporada de El Cid
Desde la primera temporada, El Cid ha notado una leve mejoría, pero aún queda mucho por trabajar y uno los mayores trabajos se lo lleva el suspenso de Jaime Lorente como protagonista. La acción bélica ha triunfado y se espera que continúe en esta línea, ya que no deja de ir en la línea de un cantar de gesta.
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