Seis días corrientes es la última película de Neus Ballús. La directora catalana hibrida ficción y documental en películas como ‘La plaga’ (2013), por la que estuvo nominada a Mejor Dirección Novel en los Premios Goya 2013, además de estar nominada a Mejor Debut en el Festival de Berlín, y 'El viaje de Marta’ (2019), presente en la Sección Oficial del Festival de Cine de Málaga.
Esta cinta fue presentada a nivel internacional en el Festival de Locarno, donde obtuvo el Premio a Mejor Actor (Ex Aequo) y el Premio Europa. En España fue presentada en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI) alzándose con la Espiga de Plata y el Premio del Público. Está protagonizada por Valero Escolar, Mohamed Mellali, Pep Sarrà y Pau Ferran, entre otros. Producida por Distinto Films, El Kinògraf, Movistar+, TVE y TV3. Estreno en cines el 3 de diciembre de 2021.
Crítica de 'Seis días corrientes'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Seis días corrientes
Título original: Sis dies corrents
Reparto:
Valero Escolar (Valero)
Mohamed Mellali (Moha)
Pep Sarrà (Pep)
Pau Ferran
Año: 2021
Duración: 85 min.
País: España
Director: Neus Ballús
Guion: Neus Ballús, Margarita Melgar
Fotografía: Anna Molins
Música: René-Marc Bini
Género: Comedia
Distribuidor: Filmax
Tráiler de 'Seis días corrientes'
Sinopsis
Basada en situaciones y personajes reales, Seis días corrientes relata el día a día de la vida de Moha, Valero y Pep, trabajadores de una pequeña empresa de fontanería y electricidad en la periferia de Barcelona. Durante una semana Moha, el más joven, tendrá que demostrar que está preparado para sustituir a Pep, que se jubila. Pero Valero considera que Moha “no da el perfil”, y duda de que los clientes acepten a un trabajador marroquí en sus casas. (Filmax)
Dónde se puede ver la película
Seis días corrientes es la historia de gente corriente que es feliz con lo que tiene. Se centra en relatar una semana laboral en la vida de Valero, Moha y Pep, tres fontaneros y electricistas que se adentran en casas desconocidas para arreglar distintas averías. La jubilación de Pep obliga a la empresa familiar a contratar a Moha, un nuevo empleado con el que Valero deberá entenderse a la fuerza. Una comedia social que demuestra el valor de tratar con respeto y educación a aquellos que tenemos a nuestro alrededor.
Neus Ballús vuelve a Cataluña buscando relatar la realidad de los trabajadores del gremio de la construcción ilustrando la diferencia de clases sociales que se da en las ciudades. Trata temas como la precariedad laboral, la creciente profesionalización de los obreros y la visión ideológica de los trabajadores de este sector, que sigue estando anclado en los pilares de pensamiento tradicional español.
Seis días corrientes emplea un tono de comedia para tratar distintos temas de carácter social, algo que hemos podido ver en otros autores de cine social como Ken Loach, que con su obra ‘La parte de los ángeles’ (2012), rompió los esquemas de la narrativa social al desmarcarse del drama. En este caso Neus Ballús plasma en la pantalla una realidad española que no se suele ver en el cine, aunque sí la vimos retratada en la televisión (con menos clase y estilo) con ‘Manos a la obra’ (1997-2001), en la que Benito y Manolo, dos obreros chapuzas, destrozaban las reformas a las que iban.
Hibridación vital
Seis días corrientes parte de un guion excepcionalmente estructurado en seis partes, correspondientes a cada día de la semana laboral de estos trabajadores. Este proceso a la intimidad entre Valero y Moha podemos verlo construido en tres actos en los que pasamos del desconocimiento a la aceptación. Una estructura narrativa que enlaza directamente con la diferencia de clases sociales en la que podemos observar la jornada de trabajo y comprender sus miedos y motivaciones diarias.
La estructura narrativa se sustenta por las grandes actuaciones de Valero Escolar, Mohamed Mellali y Pep Sarrà, que mantienen su nivel actoral durante toda la trama generando gran hilaridad. Personas corrientes que se han adentrado en el mundo de la interpretación gracias a Neus Ballús, una directora que nos hace reflexionar sobre el cine como proceso de cambio social, en el que unas personas han abierto sus ojos ante nuevas realidades.
En Seis días corrientes podemos ver a una directora que sigue manteniendo su llamativo estilo creativo, en el que realidad y ficción se unen de forma armoniosa gracias a unos no actores muy bien dirigidos, una cámara en mano que sigue a los personajes en sus periplos y una estructura narrativa sólida que no se pierde entre las acciones. Podemos observar el carácter documental en las imágenes de las terrazas y el expresivo en los espacios en los que Anna Molins planta esquemas de luces sencillos que engrandecen la obra.
Conclusión de ‘Seis días corrientes’
Seis días corrientes es la última película de Neus Ballús. Una directora que nunca nos deja indiferentes por el cariño que introduce en todas sus obras. Un tipo de cine hecho desde el corazón que deja atrás el carácter sintético de comedias familiares creadas por las grandes productoras televisivas de este país. Una cinta que por su carácter personal llegará al corazón de aquellos que la vean en la sala de cine y de diviertan con las andanzas de estos Don Quijote y Sancho Panza del siglo XXI.
Seis días corrientes se gana nuestro cariño por la naturalidad de las situaciones y el sincero relato de las vivencias por la voz de Mohamed Mellali, que nos va guiando por la trama. Una obra que va más allá del cine sirviendo como plataforma de cambio social. Sin duda alguna este año se ha convertido en una de las grandes olvidadas de los Premios Goya y por ello deseo que tenga un largo camino en las salas de cine de nuestro país.
Reportaje de Seis días corrientes en Días de Cine TVE
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