Sergio recoge parte de la azarosa vida de Sérgio Vieira de Mello, diplomático brasileño que trabajó para la ONU durante 34 años y que participó en la resolución de numerosos conflictos a lo largo del mundo. Irak fue su última y más desafiante misión. Se trata de una producción de Black Rabbit Media, Anima Pictures e Itapoa para la distribución mundial de Netflix. La pareja protagonista está formada por Wagner Moura y Ana de Armas. Dirige Greg Barker, quien ya realizó un documental sobre la vida del diplomático. El guion corre a cargo de Craig Borten. Fue presentada en Sundance el pasado 28 de Enero. Disponible en VOD en Netflix a partir del 17 de Abril.
Crítica de 'Sergio'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Sergio
Título original: Sergio
Reparto:
Wagner Moura (Sergio Vieira de Mello)
Ana de Armas (Carolina Larriera)
Brian F. O'Byrne (Gil Loescher)
Garret Dillahunt (Msg. Bill von Zehle)
Clemens Schick (Gaby Pichon)
Will Dalton (Sgt. Andre Valentine)
Jason Anthony (Reportero)
Año: 2020
Duración: 118 min.
País: Estados Unidos
Director: Greg Barker
Guion: Craig Borten
Fotografía: Adrian Teijido, Rich B. Moore Jr.
Música: Fernando Velázquez
Género: Drama. Biográfico
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'Sergio'
Sinopsis
En un Irak sumido en el caos tras la invasión estadounidense, el diplomático de la ONU Sergio Vieira de Mello se juega la vida en la misión más traicionera de su carrera. (Netflix)
Donde se puede ver la película
Cine y memoria
Un efecto positivo de Sergio, previo a todo análisis cinematográfico, es que arroja luz sobre un personaje interesantísimo cuya vida es bastante desconocida. Sérgio Vieira de Mello (Wagner Moura) en su labor diplomática participó en zonas de conflicto como Camboya, Líbano, Kosovo, Timor Oriental y, finalmente, Irak. Fue en este último lugar donde trágicamente se comenzó a fraguar su leyenda, al sufrir el atentado contra la delegación de la ONU en Bagdag en agosto de 2003. En aquel momento incluso se postulaba como sucesor de Kofi Annan como Secretario General de las Naciones Unidas.
Su historia, no obstante, estaría incompleta sin hacer mención a Carolina Larriera (Ana de Armas) su compañera sentimental en los últimos años y economista que también trabajaba para la ONU.
Por lo tanto, Sergio se subdivide en dos en dos géneros distintos que se complementarán, con mejor o peor acierto, en la película. De un lado, tenemos un biopic político donde queda constancia de los avatares políticos de Sergio en Camboya, Timor Oriental e Irak. De otro lado, la historia de amor entre Sérgio y Carolina desde su primer encuentro en Timor Oriental hasta el atentado de Irak. En función del momento de la película, como veremos, se impondrá uno u otro género. Sin embargo, la parte emocional será más convincente.
Fragmentos de una vida
La narrativa de Sergio se aleja del montaje lineal para optar por uno fragmentado, que va dando saltos de una época a otra de la vida del diplomático. No se nos hurta el fatídico atentado apenas nada, aparece ya en los primeros minutos. Sérgio sobrevive en primera instancia al atentado, pero queda atrapado bajo los escombros. Es ahí cuando parte de su vida pasa frente a sus ojos en distintos momentos y lugares.
En este terreno es donde se pueden hacer las principales objeciones a Sergio. Los flashbacks son un tanto caóticos y van dando brincos en pequeñas ráfagas. Lo mismo pasamos sin solución de continuidad de Timor Oriental, a Camboya, o volvemos de nuevo a Irak, en cuestión de pocos minutos. Esto hace que la vertiente histórica y política sea difícil de comprender para el espectador salvo que tenga conocimientos concretos sobre el tema. No llega, afortunadamente, a la ceremonia de la confusión de Su último deseo, pero es una vertiente que no está bien explicada. Más inteligible será la situación en Irak, aunque solo sea por la proximidad en el tiempo y su mayor repercusión. Lo que nos lleva a pensar, con acierto, que las mayores virtudes de la película estarán del lado de la intimidad entre Sergio y Carolina.
Sérgio y Carolina
Las mejores cualidades cinematográficas de Sergio están de lado del romanticismo, del melodrama, del intimismo, que sustentan espléndidamente Wagner Moura y Ana de Armas. Su encuentro en Timor Oriental y su progresivo enamoramiento tienen encanto, chispa y una sobria belleza. Lo referente a la parte del atentado de Irak hace funambulismo para no caer del lado del melodrama lacrimógeno y, en buena parte, lo consigue. Se trata de una historia de amor madura, sin ornamentos pueriles, ni sensiblería de baratillo.
A ello ayuda, insistimos, el apreciable trabajo actoral de Wagner Moura y Ana de Armas. Si tomamos las interpretaciones en conjunto, la química entre ambos es notable. Por temperamentos y buen hacer su trabajo se complementa a la perfección, haciendo la vertiente íntima más interesante e inteligible.
Wagner Moura es conocido esencialmente por los papeles de capitán Nascimento en las dos películas de Tropa de Élite, y de Pablo Escobar en la popular serie de Netflix, Narcos. En Sergio realiza un papel acorde con el personaje real: elegante, lleno de encanto personal, pero siempre revestido de una dimensión ética. Ana de Armas da una excelente réplica construyendo convincentemente a Carolina Larriera. Su personaje está lleno de encanto, pero tiene una considerable fuerza en lo dramático.
Razón y corazón
El director, Greg Barker, hasta ahora estaba especializado en obras de carácter documental donde la tesis de la historia se basa en datos y hechos. Es más fácil apelar a la vertiente lógica e intelectualizada del espectador. Para el salto a la ficción, aunque sea basada en hechos reales, Greg Barker se permite elegir cómo contar la historia y apuesta fuerte por la visceralidad emotiva. En Sergio, está más conseguido el relato de la historia de amor con Carolina que las claves políticas.
Es como si Greg Barker ya hubiera contado las tribulaciones políticas de Sergio en el documental y para esta película quisiera centrarse en la faceta humana. Esto acarrea ciertos problemas. La película se descompensa en su montaje y no da la opción a que nos inmiscuyamos en el mundo de las ideas. Solo en el del corazón. También hay un lugar para la escasa relación de Sergio con sus hijos, que en el diplomático tiene efectos mortificantes.
La puesta en escena no destaca particularmente, pero no está exenta de aciertos. Las localizaciones son magníficas y las escenas bajo los escombros son angustiantes. Greg Barker, por lo tanto, ha ofrecido algunos ligeros apuntes. La banda sonora, por cierto, corre a cargo del español Fernando Velázquez.
Conclusión de 'Sergio'
Tenemos entre manos la historia de un hombre excepcional contada por una película que no pasa de ser correcta. Sergio tiene a su favor unas buenas interpretaciones y la sensibilidad justa para contar la peripecia amorosa. Sin embargo eso no compensa las lagunas en las vicisitudes políticas. Es como si Greg Barker nos empujara a ver su anterior documental para tener la imagen total. Que es lo mismo que decir que Sergio es una obra incompleta. Aun así, tiene algunos elementos de interés.
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muy pero muy mala, un desperdicio de un gran actor como Wagner Moura, jamas la recomendariade lo peor que casi vi...porque es imposible terminarla, poco argumento, nunca una sorpresa totalmente predecible....Nunca vi algo tan aburrido....