Sin cobertura, la aventura familiar dirigida por Mar Olid (Días mejores, Al otro barrio) llega el 22 de agosto de 2025 en salas de cine españolas. Sin Cobertura es una película de nuestro tiempo que aborda, en clave de humor, el problema actual de las nuevas tecnologías en las relaciones familiares. Con esta premisa nuestros protagonistas viajan a la Edad Media y tendrán que enfrentarse a nuevos retos, luchando por mantenerse unidos sin la ayuda de móviles ni pantallas.



Sin cobertura

Crítica de 'Sin cobertura'

Ficha Técnica

Título: Sin cobertura
Título original: Sin cobertura

Reparto:
Alexandra Jiménez (Julia)
Ernesto Sevilla (Agustín)
Luna Fulgencio (Blanca)
Amaia Miranda (Rita)
Aimar Miranda (Mario)
Luis Callejo (Conde Garci Fernández)
Pepe Viyuela (Obispo)
Carmen Ruiz (Fruela)
Salva Reina (Munio)
Carlos Serrano (Sancho García)
Petra Martínez (Abuela Casilda)
Joaquín Reyes (Rey Bermudo II)
Candela Camacho (Elvira)
Germán Alcarazu (Fadrique)

Año: 2025
Duración: 94 min.
País: España
Director: Mar Olid
Guion: Olatz Arroyo
Fotografía: Luis Ángel Pérez
Música: Vanessa Garde
Género: Comedia. Fantástico
Distribuidor: Sony Pictures Releasing de España

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Sin cobertura'

Sinopsis

Rita es la menor de la familia y está harta de que sus padres y hermanos estén siempre mirando el móvil y no le hagan caso. En un viaje al pueblo de su abuela conoce a una pitonisa que le concede un deseo: que desaparezcan los móviles. A la salida del pueblo una intensa niebla rodea el coche y se quedan sin cobertura. El deseo de Rita se ha hecho realidad, pero no exactamente como ella había imaginado... y es que acaban de viajar en el tiempo y están en plena Edad Media. La familia tendrá que usar su ingenio y buscar la forma de volver al presente mientras tratan de sobrevivir en un pueblo feudal en plena Reconquista. (Sony Pictures Releasing de España)

Dónde se puede ver la película en streaming



Un deseo medieval 

La premisa de Sin cobertura juega con un conflicto muy actual, la dependencia del móvil y la desconexión familiar. Rita, cansada de la indiferencia de sus padres y hermanos, pide un deseo que borra los teléfonos, pero lo que obtiene es un salto inesperado a la Edad Media, donde toda la familia debe aprender a sobrevivir en un entorno hostil.

Los chistes de Sin cobertura arrancan alguna sonrisa, pero rara vez sorprenden. La trama acaba quedándose a medio camino entre la sátira tecnológica y la aventura familiar, sin explotar del todo el potencial del viaje temporal ni de la crítica social, o lo que es lo mismo, no deja de ser una sucesión de gags.

Luna Fulgencio

Buenas intenciones, poco pulso 

Mar Olid ofrece un trabajo honesto, con un tono ligero y apto para todos los públicos, pero sin demasiada ambición visual ni narrativa. Las escenas medievales podrían haber sido un campo fértil para la sátira histórica y la comedia de enredos, pero la dirección opta por soluciones simples que no generan demasiado impacto. Todo fluye de manera correcta, aunque sin el ritmo trepidante o la inventiva que el planteamiento pedía.

Sin cobertura película

Una familia poco carismática

El reparto cumple con lo mínimo, pero le falta chispa y química. Rita, como protagonista, debería ser la figura fresca y entrañable que guíe la aventura, pero su arco es algo plano. Los padres y hermanos funcionan más como caricaturas que como personajes reales, lo que resta empatía y reduce las posibilidades de humor. Además se echa de menos un secundario realmente memorable que pudiera robar escenas y aportar dinamismo.

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Recreación modesta 

A nivel de producción, Sin cobertura intenta recrear un pequeño pueblo feudal, pero los recursos se notan limitados. El vestuario y la ambientación cumplen sin brillar, mientras que la fotografía es funcional, con un aire televisivo más que cinematográfico. Los efectos visuales para el viaje en el tiempo son discretos y no ayudan a generar la sensación de aventura fantástica que se buscaba.

Pepe Viyuela

Conclusión de 'Sin cobertura'

Sin cobertura parte de una idea simpática que mezcla crítica social ligera con comedia de viajes en el tiempo, pero termina convertida en una cinta familiar poco inspirada y repetitiva. Se deja ver y transmite un mensaje claro sobre la importancia de la comunicación cara a cara, pero carece de humor potente o rebelde, personajes carismáticos y un acabado técnico convincente. Es una película amable, aunque fácilmente olvidable.

Reportaje de Sin cobertura en Días de Cine TVE

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