Este entrante octubre parece que trae una temporada llena de terror con títulos como Smile, el debut cinematográfico como director de Parker Finn. Y no debemos dejarla escapar, teniendo en cuenta que ya ha sido calificada como la mejor película de terror del año. Estreno el 30 de septiembre de 2022 en salas de cine españolas.
Crítica de 'Smile'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Smile
Título original: Smile
Reparto:
Sosie Bacon (Rose Cotter)
Jessie T. Usher (Trevor)
Kyle Gallner (Joel)
Caitlin Stasey (Laura Weaver)
Kal Penn (Dr. Morgan Desai)
Rob Morgan (Robert Talley)
Judy Reyes (Victoria Muñoz)
Gillian Zinser (Holly)
Kevin Keppy (Nightmare Mom)
Scot Teller (Guarda de prisiones)
Nick Arapoglou (Greg)
Sara Kapner (Stephanie)
Setty Brosevelt (Driver / Pedestrian)
Año: 2022
Duración: 115 min.
País: Estados Unidos
Director: Parker Finn
Guion: Parker Finn
Fotografía: Charlie Sarroff
Música: Cristobal Tapia de Veer
Género: Thriller. Terror
Distribuidor: Paramount Pictures Spain
Tráiler de 'Smile'
Sinopsis de 'Smile'
Después de presenciar un incidente extraño y traumático que involucra a un paciente, la Dra. Rose Cotter (Sosie Bacon) comienza a experimentar sucesos aterradores que no puede explicar. A medida que un terror abrumador comienza a apoderarse de su vida, Rose debe enfrentar su inquietante pasado para poder sobrevivir y escapar de su nueva y horrible realidad. (Paramount Pictures Spain)
Dónde se puede ver la película en streaming
Sonríe, es terapia gratis
Hay quienes, ilusos, consideran una sonrisa como la mejor de las medicinas. Personalmente, no estoy para nada de acuerdo. Y Parker Finn parece que tampoco.
Smile hace muchas cosas bien y una de ellas es jamás jugar al despiste. Estamos muy acostumbrados y acostumbradas a que el terror disfrace problemáticas y temáticas. Sin embargo, aquí se ofrece toda la información al desnudo, sin artificios ni ornamentos.
Sí, la película se llama sonríe. Y sí, va de gente que sonríe. Sí, es de terror. Y sí, da bastante miedo. Sí, la protagonista es psicóloga y con un trauma. Y sí, los traumas y la psicología son el eje central. Jamás podrá ser de ese tipo de películas que se clasifican como inclasificables, como incomprensibles, raras y excéntricas.
Es peculiar, la verdad. Es original, también. Pero no es complicada, para nada. Tenemos todos los elementos sobre la mesa, desde el principio, y es cuestión de tiempo el ir encontrando el orden pertinente.
La amalgama que surge de enfrentar un tema tan potente como son las enfermedades mentales y la capacidad de lidiar con el trauma y el estrés postraumático con un terror que roza lo sobrenatural pero se siente demasiado real consigue ese efecto tan complicado: que se pase miedo.
¿El problema? Que no es un terror tan potente en el plano psicológico como lo es en el terrenal. ¿Vas a botar en el asiento? Muy probablemente. ¿Te comerás las uñas en muchas de las secuencias? Seguro que sí, tiene escenas muy inquietantes. Pero no vas a emparanoiarte con esta maldición, porque le falta coherencia para que sea todo lo redonda que podría ser. Todo se presenta tan claro, que parece que el director no consigue ahondar en el trasfondo que como espectadores creemos percibir del conflicto de las sonrisas. Hay demasiados frentes abiertos, es más fácil dejar que todo arda.
Put on a happy face
Smile es capaz de sacar a colación el trauma, el dolor, y presentarlo junto a algo tan inocente y feliz como es una sonrisa. Esta paradoja consigue transmitir la falsedad que se da en la sociedad, la manera en que se esconden las penas para aparentar un bienestar de lo más hipócrita que dista mucho de la realidad. Esconder los problemas en una celda, tragarse la llave y dibujar una sonrisa. Hasta que los problemas explotan, la celda se abre de golpe y encima te ahogas con la llave que tienes atascada en la tráquea.
Las sonrisas también duelen. Y aquí duelen más que nunca. Y no solo duelen, también asustan. Porque otra de las fortalezas de la película está precisamente en el adecuado uso del jumpscare. Y digo adecuado y no inteligente porque podría estar mejor aunado a la maldición, de manera que tuviera un sentido y un propósito. Pero no es así, y no pasa nada porque son sustos efectivos que funcionan. Y hay bastantes.
Miles de millones de sonrisas
Una mujer vive una experiencia traumática y a partir de ahí empieza a experimentar sucesos de lo más extraños. No podéis decirme que con esta sinopsis tan genérica entendéis que hablo de esta película y no de Midsommar, It Follows, Hereditary... Y es que, realmente, la premisa es muy convencional. Teniendo esto en cuenta, es interesante la manera en que se ha conseguido presentar un filme de lo más decente que incluso con sus fallos, se consigue elevar en sus tramos más acertados.
La distinción con It Follows, realmente la más similar en su forma, radica tanto en la decisión de presentar una película completamente comercial como en la claridad para exponer el tema a tratar. Y es que Smile se distingue de otras películas por la manera en que se recrea en lo ya existente, en los convencionalismos del género y en la ayuda que no intentar ir más allá puede conseguirte —aún con el vacío que dejes a consecuencia de ello—.
Asimismo, está claro que el director tiene una propuesta visual diferenciada. Tanto en la estética y los colores como en la elección de planos y composición de la imagen. Lamentablemente, además de los fallos narrativos, las actuaciones tampoco consiguen igualar esta superioridad técnica.
Si bien es cierto que no se puede afirmar que los personajes no sean creíbles, en ocasiones toman decisiones cuestionables. Y sumado a un elenco que parece quedarse descafeinado sobre todo en sus papeles más protagonistas, en este apartado Smile deja un sabor de boca raro. Disfrutable, pero raro.
Conclusión de 'Smile'
Smile no presenta una sonrisa de curva perfecta, pero esta está lo suficientemente arqueada como para que sea destacable, memorable y divertida.
Con tantos aciertos como defectos, esta revisión sobre las enfermedades mentales y sus efectos en las personas y la sociedad consigue hacernos pasar un rato entretenido en tensión y con sustos. Aún así, es imposible no sentir que el tema no se ha explotado del todo. Si ya es una película buena, qué pena no saber lo que podría haber sido con un mejor uso de sus recursos.
Reportaje de Smile en Días de Cine TVE
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