Sorda es un mediometraje dirigido por Eva Libertad y Nuria Muñoz, y escrito por la primera que nos plantea una interesante historia donde se unen la maternidad y la sordera. Lo seguimos desde el punto de vista de Ángela, una mujer sorda que busca ser madre con su pareja Darío, que es oyente. Sorda es uno de los 15 cortometrajes de ficción preseleccionados por la Academia de Cine para competir en la 37ª edición de los Premios Goya en la categoría de Mejor cortometraje de ficción.
Crítica de 'Sorda'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Sorda
Título original: Sorda
Reparto:
Miriam Garlo (Ángela)
Pepe Galera (Darío)
Santa Cruz Piqueras (Huertano)
Año: 2021
Duración: 18 min.
País: España
Director: Eva Libertad, Nuria Muñoz
Guion: Eva Libertad
Fotografía: Nuria Muñoz
Música:
Género: Drama
Distribuidor: Selected Films Distribution
Producción: Nuria Muñoz-Ortín
Productora: Nexus Film
Arte: Lola Cifuentes
Montaje: Mariona Solé
Sonido: Pablo Jordán, Fernando Cano
Tráiler de 'Sorda'
Sinopsis
Ángela es sorda y Darío oyente. Son pareja y tienen seis gallinas, cuatro perras, un huerto y muchos problemas de comunicación. Ahora también van a tener un hijo. (Selected Films Distribution)
Querer y no poder
Uno de los aspectos más interesantes e intuitivos de Sorda es la empatía que el espectador siente con la protagonista por su deficiencia. El cortometraje juega con efectos de sonido que nos permiten ponernos en la piel de Ángela y comprender su situación, la cual compartimos solo momentáneamente, pero sin duda, en los instantes más adecuados. Un ejemplo es cuando Ángela intenta comunicarse con un vecino y luego aparece su pareja para interrumpirla en el intento. Este es quien continúa verbalmente con la conversación, sintiéndose ella apartada. Ese simple primer plano de Ángela desconcertada nos avisa perfectamente de que se ha sentido molesta con el gesto, lo que la mueve luego discutir con su pareja por ello. Con esta escena ya no solo sabemos que hay problemas de comunicación entre ambos, sino que también sentimos la impotencia de la protagonista, la cual solo va en aumento.
Ese sentimiento también se refleja en el tema de la maternidad, pues Ángela y Darío buscan un bebé, pero poco a poco los miedos de la primera van apareciendo y observamos claramente un conflicto entre el deseo de la protagonista y lo que le impide conseguirlo, que no es su sordera, sino los miedos que le provocan ser sorda: sentirse una madre inferior, diferente e incapaz de cuidar a su hijo. Es así como conocemos a una Ángela decepcionada, triste e incluso enfadada por vivir así; por querer y no poder.
Instinto maternal
La originalidad de Sorda no recae en el tema principal que nos presenta, ni siquiera en los mencionados efectos de sonido, sino en un giro narrativo que se produce casi al final del mismo y a partir del cual la actitud de la protagonista cambia radicalmente. Ángela va con sus perros al lago para despejarse y mientras estos juegan, ella se tumba en el césped, mirando al cielo. Pero justo en ese momento sucede algo que va a cambiar el curso de los acontecimientos. Se activa en ella una especie de instinto maternal que le da esperanzas y que la alejan poco a poco de todos esos miedos que tenía con respecto a la maternidad.
Es un simple acto reflejo, un instante que en esta crítica evitaremos desvelar. Pero es un instante que nos ofrece una respuesta metafórica o simbólica a la pregunta de si una mujer sorda puede ser madre. Como cuando una madre sabe por qué llora su hijo/a o como cuando una madre sabe nada más ver a su hijo/a que algo le pasa. En esa escena se muestra algo parecido a una prueba que se le presenta a Ángela en el momento más oportuno para llevarla a tomar una decisión.
Y es que simplemente sobraron las palabras para comprender el sentido que las directoras querían darle a esa escena y a su brillante, silenciosa pero relevadora continuación y final: Ángela frente al sol, pasando de la oscuridad a la luz, del frío al calor, de la inseguridad a la seguridad… Este juego de palabras y de elementos es un enorme ejercicio de lenguaje audiovisual que muy pocos logran no solo imaginar, sino también ejecutar correctamente.
Sorda no es solo visualmente bella, sino que cuenta con una buena composición, planos e inteligentes movimientos de cámara que nos acercan mucho más al mundo de Ángela, interpretada por una gran Miriam Garlo. Se atreve a jugar con el sonido y con las imágenes, uniendo ambas de una forma que le da personalidad al cortometraje.
Conclusión de 'Sorda'
Sorda es un relato original y bello sobre la maternidad. Una propuesta que quizás se siente corta, pero eso la hace más meritoria: por el tema, por plantear un conflicto realmente interesante y por resolverlo de la forma más inteligente posible a través de la unión de recursos tanto narrativos como técnicos. Y esa unión es, sin ninguna duda, la mejor forma de emocionarnos viendo cine.
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