Suspiria es una de las películas más esperadas de 2018. Dirigida por Luca Guadagnino, reconocido realizador por películas como "Call me by your name" o "Cegados por el sol". Nueva versión del clásico del mismo nombre de 1977, de Darío Argento. Ganadora en el Festival de Venecia 2018 a los mejores efectos especiales y a la mejor canción, también estuvo nominada a mejor película y director. Protagonizada por Dakota Johnson, Tilda Swinton y Chloë Grace Moretz. En cines el 5 de diciembre en España.



'Suspiria'

Suspiria

Ficha Técnica

Título: Suspiria
Título original: Suspiria

Reparto:
Dakota Johnson (Susie Bannion)
Tilda Swinton (Madame Blanc)
Chloë Grace Moretz (Patricia)
Angela Winkler (Miss Tanner)
Mia Goth (Sara)

Año: 2018
Duración: 152 min.
País: Italia
Director: Luca Guadagnino
Guion: David Kajganich
Fotografía: Sayombhu Mukdeeprom
Música: Thom Yorke
Género: Terror
Productora: Diamond Films

Filmaffinity

IMDb

Tráiler de 'Suspiria'

Sinopsis de 'Suspiria'

Susie Bannion (Dakota Johnson) es una joven bailarina americana que viaja a Berlín para cursar sus estudios de danza en la Markos Tanz Company, una de las escuelas más prestigiosas del mundo, dirigida por Madame Blanc (Tilda Swinton). El mismo día en el que ingresa en la escuela, una de las alumnas recientemente expulsada desaparece.

No se trata de un hecho aislado, lo que hace sospechar sobre la implicación de la escuela en los homicidios. El misterio aumenta cuando su compañera Sarah (Mia Goth) investiga sobre la joven desaparecida, ésta le confesó que conocía un terrorífico secreto. ¿Será solo talento lo que alberga la reconocida escuela?

Premios

  • Festival de Venecia: Sección oficial largometrajes a concurso. 2018
  • Premios Independent Spirit: Premio Robert Altman. Nominada mejor fotografía. 2018

Dónde se puede ver la película



Llámame por mi nombre

Suspiria causó una gran expectación desde que se anunciase. Luca Guadagnino ha sido el encargado de volver a traer a la gran pantalla esta nueva versión del clásico de 1977 de Darío Argento. El realizador de 'Call me by your name' ha utilizado una estrategia arriesgada a la hora de alejarse totalmente de la obra original y sumergir al espectador en una vuelta de tuerca de 180º para dejar patente su propio sello de identidad.

En una época en la que los carteles de cine se ven inundados por los distintos remakes, reboots, secuelas... es de agradecer que pese a utilizar esa fórmula, se decida innovar. Lo único que queda del guion original es la esencia primigenia de un aquelarre de brujas en una escuela de danza, a partir de ahí, son hermanas espirituales. Se percibe como una película de terror poética, en la que lo físico y artístico se fusionan para impactar en la retina del público.

El prisma de Guadagnino

El film se divide en seis episodios y un epílogo. Cada uno de ellos enreda la trama y va formando un laberinto, pero con coherencia. En ningún momento se experimenta confusión, pero sí sorpresa. Tanto para aquellos que disfrutaran de la película de Argento como para los que no, invade y magnetiza con su ambiente. Se crea una neblina engatusadora que de forma firme no deja que se quite la atención de lo que se está viendo. La sensibilidad y la fragilidad con la que crea este universo, hace que la obra de Guadagnino se aplauda y se cree un ambiente intimista. Este carácter más personal es algo complicado de hacer en el género del terror, en especial, el de brujas.

David Kajganich a través de su guion ha comprendido lo que es meterse de lleno en las entrañas de este espectro paranormal. Una pesadilla que convierte al espectador en masoquista al querer saber más y no poder evitar seguir deseando desmenuzar todo lo que se esconde detrás del aquelarre. Hay una profundización de esta unión, un sentido, una guerra interna; lo que conlleva a un sentimiento. Crear esta historia da sustancia y contenido al resultado.

Suspiria

Pequeñas dosis

Si algo destacaba de la Suspiria original fue ese estilo tan expresionista y colorido que es complicado de olvidar tras verla. Copiar el estilo habría sido uno de los grandes errores de esta nueva versión, pero por suerte, no fue ese su camino. Guadagnino, tal y como se ha observado en su filmografía, es un creador de puesta en escena brillante. El cuidado de los escenarios es algo que no falta en su cine.

En esta ocasión, esa desmembramiento de la realidad alemana de los 70, se erige como un símil de la oscuridad y tenebrismo del universo irracional de la escuela. El recurso de los sueños, al igual que la simbología del baile, son algunos de los ejemplos de la riqueza metafórica que se encuentra a nivel visual. No se puede negar que los colores, la elección de la fotografía, los planos, el vestuario... construyen a la perfección un retrato elaborado que engrandece y realza la ejecución narrativa del guion.

El embrujo del mito

Otro de los elementos más destacables es la creación de la fascinación de crear misterios tras develar en la primera secuencia el principal de la película de 1977: las brujas. Eso ha permitido extender el universo a otros niveles, hacer que se conozcan más detalles sobre el mundo que les rodea. Objetos, rituales, símbolos, se exponen de una manera más clara y que, pese en alguna pequeña ocasión, todas se convierten en necesarias para poder comprender todo el mensaje según llega a su desenlace final.

Por último, hay que hacer una mención especial a los guiños a la cinta original. No pasan desapercibidos, son de agradecer para aquellos enamorados de la nostalgia de Argento. Guadagnino ha sido muy respetuoso y hace ese homenaje sin que chirríen en su propio film. Ciertas luces y colores recuerdan al cuadro bohemio que se realizó en su momento. Y solo comentar un nombre: Helena Markos. El director de Palermo otorga a la mitología de esta figura originalidad y una novedad que no se espera en primera instancia.

La redención de Dakota

Suspiria se ha transformado en el culmen de Dakota Johnson en el mundo del cine. La hija de Melanie Griffith era conocida sobre todo por su papel de Anastasia Steele en la saga 'Cincuenta sombras'. La franquicia cinematográfica de dudosa calidad produjo que la actriz en ciertas ocasiones sea puesto en entredicho su manera de interpretar.

Guadagnino ha encumbrado a Johnson como la perfecta protagonista de esta nueva versión y brilla con luz propia. La manera de moverse, su capacidad interpretativa a nivel no verbal, las miradas, la presencia y esa mezcla de fragilidad y fuerza hacen que Johnson esté ante una de sus mejores actuaciones hasta el momento. En cada escena consigue destacar por ese desgarro, que hacen que se corone en la resolución final de la película. Una transformación de Susie Bannion que dejará a más de un espectador estupefacto. Ya no es la ingenua Suzy Bannion de Jessica Harper, sino que hay mucho más. Una contextualización que enriquece el personaje.

Ella, Tilda Swinton

Otra de las grandes animales escénicos de Suspiria es Tilda Swinton. La actriz hace tres papeles en esta producción, lo que es de aplaudir por la gran capacidad interpretativa que luce en sus actuaciones. Por una parte, da ese poder enigmático de Madame Blanc, una antagonista que enamora y tiene la capacidad de seducir al espectador a través del aura que desprende en pantalla. Junto con Johnson, forman un combo que engrana de forma impecable. Dejando en el misterio los otros dos papeles, Swinton aporta a cada uno de ellos una personalidad que hace que sea muy difícil adivinar que son ella. Una clase magistral actoral.

Por otro lado, el trío juvenil formado por Mia Goth, Chloë Grace Moretz y Elena Fokina, que acompañan a Johnson, tienen una belleza y una energía totalmente distinta entre ellas, lo que otorga unos perfiles dinámicos entre sí. Ellas mismas son el reflejo del gran cuidado que hay a nivel artístico por parte del equipo. Lo mismo pasa con el grupo de brujas que se hace cargo de la escuela, que consigue ser verosímil y se convierten en un buen acompañamiento. Las piezas del rompecabezas a nivel interpretativo encajan y brillan a partes iguales. Un reparto de lujo.

Suspiria

Conclusión

Suspiria llegaba condicionada por venir de un film muy identificado por el público y un estilo muy marcado. Guadagnino ha conseguido desmarcarse de él y gracias a la realización técnica y un guion muy trabajo por David Kajganich. Desligándose del libreto original, han creado su propio universo que consigue atrapar al público.

Un magnetismo visual que abre una puerta nueva y una reinterpretación del aquelarre de la escuela de Helena Markos. Una profundización en la historia que enriquece al propio argumento. Un reparto elegido a la perfección, que ensambla a todos sus miembros para dar un resultado más que notable. La fascinación de volver a descubrir y sorprenderse con un mundo lleno de metáforas y con una complejidad que atrapa.

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