Tall Girl (2019), o como a mí me gusta llamarla Los perfumes buenos vienen en frascos grandes, es una simpática comedia romántica, de nacionalidad estadounidense, dirigida por Nzingha Stewart.
Con una actriz principal en estado de gracia, Jodi (Ava Michelle), la cual le da nombre a la película, Chica alta, un elenco cortito de secundarios, entre los que se encuentra Steve Zahn y un montón de clichés y tópicos, en una batidora con bastantes calorías, no deja de ser una cinta agradable, que bien podría haber pasado por una producción para el Canal Disney.
Producida por Wonderland Sound and Vision, para ser distribuida en exclusiva por la plataforma Netflix el 13 de Septiembre de 2019 (cuarta colaboración del otrora interesante McG con el gigante).
Crítica de 'Tall Girl'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Tall Girl
Título original: Tall Girl
Reparto:
Ava Michelle (Jodi)
Sabrina Carpenter (Harper)
Griffin Gluck (Jack Dunkleman)
Paris Berelc (Liz)
Luke Eisner (Stig)
Año: 2019
Duración: 102 min.
País: Estados Unidos
Director: Nzingha Stewart
Guion: Sam Wolfson
Fotografía: Eric Alan Edwards
Música: Matt Messina
Género: Comedia
Distribuidor: Netflix España
Tráiler de 'Tall Girl'
Sinopsis
Jodi (Ava Michelle), es una adolescente de 16 años, que lleva toda la vida acomplejada por su considerable estatura (sobre 1,85) y por defecto, ser la chica más alta del instituto.
Nunca se ha sentido a gusto con su cuerpo, usa zapatos de hombres de la talla 47, siempre va vestida pensando que el lenguaje es el vestido de los pensamientos (qué razón), pero no se da cuenta que la moda es arquitectura, solo una cuestión de proporciones, no lo digo yo, lo decía Coco Chanel (¿les suena?).
Con la llegada de un atractivo joven de los países nórdicos al instituto, Stig (Luke Eisner), de altura similar a Jodi, todo el entorno de la misma, se verá sacudido por la inexorable visita.
Dónde se puede ver la película
Antes de Stig
Pues la vida de nuestra protagonista Jodi, es más predecible que la cinta en sí; burlas continuas, por no llamarlo bullying, una única amiga en el instituto, que la defiende a capa y espada y un amigo enamorado de ella desde siempre pero al que no le da una mínima oportunidad, precisamente, por su diferencia de estatura (¡Ay, qué pena, Jodi!).
En su casa, la situación no es diferente. Unos padres protectores, que llevan preocupados por la altura de la niña desde pequeña y por cierto, con menos luces que un coche de la Guardia Civil en una rotonda y una hermana, que junto a sus progenitores parecen sacados de un reality show de Paolo Vasile.
En fin, la vida de Jodi, bellísima por cierto, solo se reduce a pasar desapercibida.
Después de Stig
Con la llegada de Stig, el apuesto nórdico (leches, me gustaba hasta a mí), la vida del monótono instituto va a dar un vuelco de 180º grados y por supuesto la de Jodi, no va a quedar al margen.
Todas las femmes fatales a por el ¿pobre? incauto, evidentemente, gana la peor de todas; la pesadilla de Jodi, que en pocos minutos lo convierte en su novio oficial, marcando su coto privado de caza.
Por un azar del destino y del guionista, el apuesto galán se hospeda en la casa del eterno enamorado de Jodi, el cual hace todo lo posible y lo imposible porque la relación amistosa de ambos no fructifique.
Miradas, un piano que Jodi no toca para que no se fijen en ella y un recíproco beso, parecen que van a cambiar el rumbo del destino y cambiará, vaya sí cambiará, pero eso queridos, es ya otra historia que deben ustedes visionar.
Tall Girl//Tall Boy
Jodi (Ava Michelle), la chica alta, ópera prima en cine, aunque la natural de Michigan ha ejercido de modelo, bailarina, cantante, siendo su principal éxito, el show de baile Dance Moms (2014).
Pues la verdad es que está sencillamente encantadora, en esta batidora romántico adolescente, para un papel por el que no lo van a dar el Óscar pero para el que no resulta fácil, que tu principal arma defensiva, sea tu excesiva altura.
Bien en una primera parte, objeto de todo tipo de estupideces y mejor en la segunda, donde nivela sus inseguridades y miedos, dándose cuenta, quizás un poco tarde, que también los perfumes vienen en frascos pequeños. Actriz a seguir.
Stig (Luke Eisner), el galán nórdico, pero de Wisconsin, también ópera prima como actor, pero este sí, con un gran recorrido como modelo para las firmas más importantes del mundo. Correctamente correcto, de guapo asusta, y no le pierde la cara a la insegura Jodi.
Por cierto, para el guionista, afirmar que Stig es el patito feo de su país, porque todos los demás son más guapos y atléticos que él, como que te puede costar una demanda de cualquier compañía aérea, querido, por embaucar y por colapso de líneas, ojo al dato.
La bella tras las cámaras
La directora (Nzingha Stewart), si no me equivoco, esta es su ópera prima para la pantalla ¿grande?, pero viene de la dirección de vídeos musicales, episodios de televisión y TV movies, para los grandes de los diferentes medios.
Muy afamada y conocida en los Estados Unidos, afroamericana y me remito al título de su encabezado (pueden verla cuando quieran), dirige este predecible pastelito, casi ochentero, con bastante brío y elegancia, apartando la vulgaridad de las típicas comedias de adolescentes y jugándoselo todo a una carta, de al menos buen gusto.
Puede ser un pequeño salto a una dirección más sería y comprometida o una vuelta a las TV movies, pero de todas formas, agradezco estos 100 minutos, que me hicieron recordar cintas de otras épocas, donde el amor era totalmente diferente. Directora a seguir.
Conclusión
Tall Girl (Chica alta), había títulos más originales, pero pedirles peras a Netflix es complicado y es una lástima que la plataforma ignore una y otra vez, que los títulos de sus mediocres cintas (algunas bastante buenas, hay que ser justos) no ayuden en nada a su repercusión mediática, pero en fin, advertidos están.
Es una comedia adolescente, romántica, quizás de guante blanco (que ya es difícil en los días que corren), totalmente blanca e incluso con moraleja final.
Se encontrarán con toda la fauna de estereotipos habidos y por haber; en el instituto, en el baile, en la casa de la protagonista (¡Vaya la hermanita, por Dios!) con el papá y la mamá, que vive anclada en el siglo XIX y hasta con el trío amoroso, que delimita la cinta hasta darle la vuelta a la tortilla, pero con clase, eso sí.
En fin, a los Netflixnianos y acoplados, vean la cinta, disfrútenla ¿por qué no?, más barata que un café y poco más de hora y media sin aguantar al nuevo fichaje de Viva la vida, ¿se puede pedir más?
Pues sí, una comedia honesta, predecible hasta el tuétano y que quizás nos traiga recuerdos de un instituto, donde no existían ni chicas tan altas ni galanes nórdicos.
"Enhorabuena y bienvenidos al espectáculo"