Terror en la Ópera (1987) se trata de quizá el canto de cisne de Dario Argento, que a pesar de que dirigiría algunas películas más después de esta, alguna de ellas con detalles de interés, lo cierto es que no volvería a dejar la huella mágica de sus películas más célebres. Aquí sin embargo, sí podemos apreciar al mejor Argento, aún teniendo en cuenta que la película es irregular.
Crítica de 'Terror en la Ópera'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Terror en la ópera
Título original: Opera
Reparto:
Cristina Marsillach (Betty)
Ian Charleson (Marco)
Urbano Barberini (Inspector Alan Santini)
Daria Nicolodi (Mira)
Antonella Vitale (Marion)
Antonino Iuorio (Baddini)
Barbara Cupisti (Signora Albertini)
Carola Stagnaro (Madre de alma)
William McNamara (Stefano)
Peter Pitsch (Asistente de Mara Czekova)
Año: 1987
Duración: 107 min.
País: Italia
Director: Dario Argento
Guion: Dario Argento, Franco Ferrini. Historia: Dario Argento
Fotografía: Ronnie Taylor
Música: Brian Eno, Roger Eno, Steel Grave, Claudio Simonetti, Bill Wyman
Género: Terror. Giallo
Distribuidor: LAUREN FILM S.A.
Tráiler de 'Terror en la ópera'
Sinopsis
Dirigida por Dario Argento, Terror en la ópera ofrece al espectador un tardío giallo visualmente impactante y con un virtuoso manejo de la cámara que hará las delicias de todos los amantes del género y en especial del inconfundible estilo del genial director romano.
Betty es una joven soprano que encuentra la oportunidad de debutar en una gran ópera como el Macbeth de Verdi tras el desafortunado accidente de la cantante principal, la gran Mara Czekova. Pese a la leyenda negra de que se trata de una ópera maldita, y pese a estar dirigida por Marco (Ian Charleson), un director de cine famoso por sus sádicas películas de terror, Betty aceptará el papel de Lady Macbeth... para convertirse en el blanco de un misterioso y brutal psicópata nada más pisar el escenario. (Filmin)
Dónde se puede ver la película
Una noche en la ópera
Terror en la Ópera arranca poniendo sobre la mesa las intenciones artísticas de Argento, que no se detiene a una presentación convencional, sino que lo hace con toda la pompa posible. Para ello recurre a los ya célebres planos que sobrevuelan el escenario de la ópera, donde transcurrirá gran parte de la acción, y donde somos testigos de los problemas que está teniendo una compañía de ópera para presentar su obra- una reinterpretación moderna de Macbeth. Sin embargo, parece que los rumores que dicen que todas las veces que se lleva esta obra a escena traen mala suerte son verdad, porque la cantante principal sufre un accidente, con lo que los productores de la compañía se ven en la necesidad de suplirla con la cantante de repuesto, que interpreta maravillosamente la actriz española Cristina Marsillach.
Obviamente, al tratarse de un giallo al uso, habrá un asesino de por medio, que por algún extraño motivo tiene una obsesión con la cantante suplente, y se encarga de eliminar miembros del reparto.
Una bella puesta en escena
Como el guion de Terror en la Ópera es la más absoluta nada, por lo menos si nos referimos a lo que vulgarmente se conoce como desarrollo narrativo, Argento se dedica a lo que le interesa, como es la estilización absoluta de la imagen. Algo que ya habíamos visto en películas precedentes, que cada vez más optaban por prescindir de una narratividad convencional, véase Inferno (1980), y se preocupaban más por la imaginería recargada originada en la mente del cineasta.
Más allá de los ya comentados planos aéreos que presenta el director (sin duda hemos de comentar el plano en el que la cámara emula el vuelo del cuervo y sobrevuela toda la opera), hay que destacar otros aspectos. Por una parte, las claras referencias de la película a las diferentes versiones cinematográficas del Fantasma de la ópera, con ese asesino que deambula y persigue de manera obsesiva a la actriz protagonista, y a la vez desvaneciéndose cuando es necesario. También, las propias muertes, cosa obvia al ser un giallo, uno de los precedentes directos del slasher.
Un guion esquelético
El problema que le encuentro a Terror en la Ópera es su guion. A diferencia de otras películas suyas donde la trama tiene un peso relevante, aquí el filme no es más que una sucesión de escenas, algunas de ellas realmente muy bellas (bellas dentro de la retorcida mente del italiano) pero que no tienen una conexión entre ellas. Es más, seguramente toda la película parte de una idea (como es el de la muchacha y el ojo y esa mítica escena). Hay que hacer una suspensión de la lógica demasiado grande como para poder aceptar lo que está planteando Terror en la Ópera.
El espectador voyeur
El mítico gesto del ojo es también una metáfora de la que se sirve Argento para definir parte de su cine. Es obvio lo que nos quiere decir el cineasta, al igual que la protagonista, nosotros no podemos dejar de mirar, a pesar que lo que tenemos delante es en teoría algo repulsivo. Es la idea de la obsesión morbosa, que al fin y al cabo es uno de los pilares en los que se ha sustentado la carrera del cineasta italiano. Una idea sobre la que se construye la película entera.
Conclusión de 'Terror en la Ópera'
Terror en la Ópera (1987) no es un giallo más, sino que es un giallo dirigido por el gran maestro del género, quizá uno de sus últimos filmes dignos de atención. Estilizado al máximo, como es la propia opera (en la que lo que importa es generalmente la música y no el libreto), la película prescinde de la narración para darlo todo a la imagen y el poder visual de algunas escenas en concreto.
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Una de mis películas favoritas. Y sí, para mí es la última grande de Argento. De hecho, es su mejor película de los 80, aun teniendo en cuenta que "Tenebre" es mágica y tremenda, "Opera" es magnifica, y una de las más Argento de Argento.
Amo sus planos, por ejemplo la escena en que llaman al personaje de Cristina Marsillach por teléfono. Contiene un precioso plano en que la cámara simplemente recorre las baldas de una habitación, pero es tan bonito como solo Argento nos regalaba.
Estudio cine, y más de un día voy a clase con una camiseta que reivindica a Argento, como si del Che se tratara. Lo que tengo claro es que más allá de la anecdota (casquería etc) Argento como cineasta es el ancestro de la segunda ola de Hong Kong (vease Wong Kar Wai) y de muchos videoclips actuales. Su influencia es brutal. Ojalá "Occhiali neri" nos devuelva una versión reconocible de su cine.
Y como se dice en el post, su filmografía post-Opera degeneró muchísimo. Ya la anterior a esta, "Phenomena" mostraba signos de agotamiento claros. Curioso que "Phenomena", una de sus películas más flojas, tenga tantos fans.
Por destacar alguna posterior a 1990, "La sindrome di Stendhal" es su peli noventera más acertada. Inferior a "Opera" y por suspuesto a joyas como "Suspiria" o "El pájaro de las plumas de cristal", pero disfrutable y con una gran Asia en ella. Lo que nos ha dado este siglo es muy serie b. Por supuesto, hay buenos detalles, como el plano secuencia de la "Terza madre", o el entretenimiento solo apto para locos de su cine como es "Giallo" con Pataky y Brody.