The Knocking (Koputus) es la ópera prima de Joonas Pajunen y Max Seeck. Contando con las actuaciones protagónicas de Saana Koivisto, Inka Kallén y Pekka Strang, muestra una fuerte preocupación por el medio ambiente y las consecuencias que pueden suceder por aceptar destruirlo. Seleccionada para la Sección Oficial de Sitges 2022.
Crítica de 'The Knocking'
Resumen
Ficha Técnica
Título: The Knocking
Título original: Koputus
Reparto:
Pekka Strang (Mikko)
Inka Kallén (María)
Saana Koivisto (Matilda)
Kristian Stierncreutz (Mikko de joven)
Mikko Leppilampi (Lawyer)
Linnea Skog (María de joven)
Olga Temonen (La madre)
Niko Saarela (El padre)
Ergo Küppas (Oficial de policía Eerikainen)
Janina Berman (Señora mayor)
Año: 2022
Duración: 87 min.
País: Finlandia
Director: Joonas Pajunen, Max Seeck
Guion: Joonas Pajunen, Max Seeck
Fotografía: Matti Eerikäinen
Música: Tuomas Kantelinen
Género: Terror
Distribuidor:
Tráiler de 'The Knocking'
Sinopsis
Tres hermanos regresan a la casa de su infancia, donde aparentemente sus padres fueron asesinados años atrás. La idea es adecentar la casa y el terreno para poder venderlo cuanto antes, pero una fuerza maligna ronda el lugar y hará lo posible para impedirlo. (Sitges 2022)
Un clásico
La película está conformada siguiendo la clásica estructura de las casas embrujadas. Tres hermanos regresan a su hogar de la infancia para decidir qué hacer con él. Pero no es una casa cualquiera, sino el escenario de un sangriento crimen.
Esta manida premisa se ve envuelta por ecos del pasado y un componente natural. Así, parece que se dota a The Knocking de cierto aire innovador, aunque no se llega a aprovechar del todo. Haber experimentado un poco más el terror desde el punto de vista medioambiental hubiese sido mucho más interesante de lo que acaba siendo el producto final, que cuenta con una trama que roza más el drama que el terror aunque posea un tramo final bastante destacable y sorprendente.
Potencial desaprovechado
The Knocking juega un poco entre varios géneros. Primeramente, un terror sobrenatural que está siempre presente aunque muy escondido. Eso sí, en el momento que aparece, aparece de verdad.
Por otra parte, el drama rebosa por doquier. Los constantes recuerdos del pasado, que explican el presente, están repletos de momentos con una alta carga emocional. La relación entre los hermanos es distante y los tres son mucho más disfuncionales de lo que quieren aparentar. Este componente emocional es visible, pero no es tan profundo como podría ser. Más por los diálogos que por las actuaciones, que son bastante correctas.
De este modo, las conversaciones resultan un tanto insustanciales y poco destacables. Además, la película se desarrolla de manera muy lenta. En esta lentitud se muestra bastante bien el traumático pasado de los protagonistas, pero no se explora tanto en el misterio del bosque que rodea la casa ni en la problemática que surge al querer vender el terreno.
Un final inesperado
Teniendo en cuenta el rumbo que lleva The Knocking durante prácticamente toda su duración, se agradece mucho la inserción de una ruptura en el ritmo a la hora de llegar al tramo final.
Aunque puede resultar abrupto y un poco gratuito, podría decirse que el final es lo más fresco de toda la película. Pajunen y Seeck sacan todo su armamento y nos dan una emocionante venganza natural ante la amenaza inminente. Una madre naturaleza bastante macabra y muy protectora.
Este concepto es de lo más interesante y es una lástima que no se tantee más a fondo desde antes. Aunque se van dejando pistas que consiguen plantar la semilla de la duda y hacer ver que en el bosque pasa algo raro, la carga dramática está mucho más presente en la escena y acaba predominándola.
Conclusión de 'The Knocking'
The Knocking deja un agridulce sabor de boca. Con una idea con bastante potencial, esta no se ha desarrollado tan bien como podría haberse hecho. Aunque correcta, hubiese sido muchísimo más interesante tomar el rumbo del tramo final desde mucho antes y más profundamente.
Aún así, es un decente debut en el cine que deja asomar la posibilidad de un prometedor futuro para los directores dentro del cine de terror si consiguen soltarse un poco más en el terreno y explorar nuevas fórmulas que se alejen de las ya tan trilladas.
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