Hay padres que se preocupan cuando sus hijos acuden a una fiesta de adolescentes, pensando que la cosa podría desmadrarse y acabar mal. En el caso de esta fiesta, desde luego, estarían en lo cierto; pues todo lo que podría salir mal, sale aún peor. Todos mis amigos están muertos es la nueva producción polaca de Netflix, que se podría definir como un thriller de humor adolescente muy alocado. Estrenada el 3 de febrero, y dirigida por Jan Belcl, que se estrena como director con esta disparatada película.
Crítica de 'Todos mis amigos están muertos'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Todos mis amigos están muertos
Título original: Wszyscy moi przyjaciele nie zyja
Reparto:
Michal Meyer (Aspirante Grzegorz Dabrowski)
Adam Woronowicz (Inspector Kwasniewski)
Julia Wieniawa-Narkiewicz (Anastazja)
Adam Turczyk (Jordan)
Nikodem Rozbicki (Pawel)
Monika Krzywkowska (Gloria)
Szymon Roszak (Robert)
Michal Sikorski (Rafal)
Adam Bobik (Pizza Boy)
Mateusz Wieclawek (Filip)
Yassine Fadel (Jacques)
Bartlomiej Firlet (Jezus)
Año: 2020
Duración: 96 min.
País: Polonia
Director: Jan Belcl
Guion: Jan Belcl
Fotografía: Cezary Stolecki
Música: Lukasz Targosz
Género: Comedia. Thriller
Distribuidor: Netflix
Sinopsis
Durante la fiesta de Nochevieja de un grupo de amigos, una serie de eventos locos saca secretos, rompe corazones y conduce a un final impactante.
Dónde se puede ver la película
Divertida, cruda y efectiva
Todos mis amigos están muertos es una curiosa mezcla entre una gamberra comedia adolescente y un thriller de serie B; aunque dicho coctel funciona bastante bien si uno se deja llevar.
Repleta de situaciones incómodas y sexo, este film mantiene en su mayor parte ese humor crudo y gamberro que en ocasiones recuerda en exceso a American Pie; aunque añade su propio toque macabro y desafortunado a la mezcla.
Es entretenida y fácil de ver, sobre todo si dejas a un lado las altas expectativas, y simplemente disfrutas del espectáculo.
Entre tanta locura...
Todos mis amigos están muertos comienza con un escenario que te avisa sobre lo que va a suceder, y el humor que vas a presenciar; lo cual nos da una sencilla y clara pista del camino que va a tomar la trama. A pesar de resultar amena, esos datos provocan que pases gran parte de la película esperando algo que no llegará hasta el final; y como sucede con muchas comedias de esta categoría, contiene ciertos elementos que restan, en lugar de sumar puntos a la hora de valorar.
Para empezar, y aunque algunos personajes son tronchantes y efectivos, hay otros que apenas tienen gracia y no sabes bien si se han añadido simplemente por rellenar huecos. Hay momentos incómodos muy divertidos e interesantes, pero también escenas que parecen repetir el mismo patrón en ciertas ocasiones.
Y por último, está el asunto del caótico final, que pasas el tiempo esperando a que suceda, y cuando al fin llega dicho momento, después de tanto "casi, pero no", concluye de manera un tanto decepcionante y forzada; pero aún así tiene cierta gracia incluso. A pesar de todo, y como he comentado antes, es una película fácil de ver y que si no la miras demasiadas expectativas, te va a resultar sorprendentemente divertida.
Conclusión de 'Todos mis amigos están muertos'
Todos mis amigos están muertos se puede definir como un gamberro thriller de humor adolescente, que funciona a pesar de sus fallos. Es divertida, fácil de ver y entretenida, con un humor crudo y descarado, que en muchas ocasiones recuerda a la mítica American Pie, pero añadiendo su propio toque macabro.
Repleto de escenas incómodas y sexo, vas a pasar la película esperando algo que sabes que solo llegará al final. Si no vas con las expectativas muy altas y simplemente te limitas a disfrutar del espectáculo, encontraras una comedia sorprendentemente divertida y amena, que no destaca quizás entre otros films del género, pero si cumple con lo que promete.
Este artículo también puedes leerlo en el Blog de Javier Sardinero
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