En un periodo marcado por la censura del Código Hays y sin ser de los melodramas románticos más conocidos en la historia del cine, Tu y yo (Love Affair, Leo McCarey, 1939) es de esas películas que sobreviven al tiempo y se diferencian por su rareza clásica hollywoodense a la hora de abordar el género. Evidentemente no por lo que cuenta (una pareja que se une, se separan y se vuelven a unir), sino por cómo se expresa.
Crítica de 'Tú y yo'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Tú y yo
Título original: Love Affair
Reparto:
Irene Dunne (Terry McKay)
Charles Boyer (Michel Marnay)
Maria Ouspenskaya (Abuela)
Maurice Moscovitch (Maurice Cobert)
Lee Bowman (Kenneth Bradley)
Astrid Allwyn (Lois Clarke)
Scotty Beckett (Chico en barco)
Ferike Boros (La casera de Terry)
Bess Flowers (Pasajero de barco)
Año: 1939
Duración: 87 min.
País: Estados Unidos
Director: Leo McCarey
Guion: Donald Ogden Stewart, Delmer Daves
Fotografía: Rudolph Maté (B&W)
Música: Roy Webb
Género: Drama romántico
Distribuidor:
Tráiler
Sinopsis
Un elegante play boy y una bella cantante de un club nocturno se conocen a bordo de un transatlántico, gracias a la invitación de otras dos personas. Ella es la amante de un magnate y él está comprometido con una rica heredera. Entre ellos surge un apasionante romance que los llevará a la siguiente promesa: romper con sus compromisos actuales, buscar trabajo y encontrarse a los seis meses, para continuar su vida juntos. Pero un trágico accidente impide a Terry acudir a la cita, con lo que el futuro de ambos sufrirá un giro emotivo e incierto.
Dónde se puede ver la película en streaming
Recordar es volver a vivir
A retrospectiva, las cualidades artísticas de la película Tu y Yo se enuncian más y más en su hora y media de metraje, que relata y edifica el amor de dos amantes sobre un trasatlántico, Michael Marnet y Terry McKay, ambos comprometidos sentimentalmente con otras personas. Sin embargo, esa situación de distancia se va a quebrar desde el inicio, todo a partir de un corto y sublime movimiento de cámara, donde los personajes reflejarán sus deseos de búsqueda, en que diferentes elementos de la puesta en escena convergen.
Entre el amor y la infidelidad
Nada más empezar la película Tu y Yo se anuncia la situación del pintor Marnet, que es un hombre comprometido. Ya cuando se da el primer encuentro con la cantante McKay, los primeros planos de ambos se reúnen e intercalan a través del ojo de buey, que a la vez los separa. De esa manera, pone en evidencia que no solo es él quien tiene un compromiso amoroso, sino que ella también está en una situación parecida.
La idea de que la pareja está tan cerca y a la vez tan lejos se manifiesta, pero el director se encargará de quebrarla rápidamente, pues el mismo ojo de buey carece de vidrio para seguir manteniendo la distancia entre ambos. De ese modo, estarán en una situación moral de igualdad y arriesgándose por esa relación aparentemente prohibida. Pero el plano que define lo que va a pasar entrará en la ecuación inmediatamente y será cuando empiecen a moverse en el decorado, plasmando su conexión de lo que están dispuestos a hacer.
Unidos en un mismo plano
Lo anterior se plantea mediante una pequeña coreografía, cuya barrera entre uno y otro se va a romper con el uso del plano secuencia. Cuando ella se aleja, él intenta seguirla atravesando la puerta del muro, pero no la encuentra. Instantáneamente, aparece ella por detrás, buscando una excusa para acercarse a él. Esto los reúne a ambos en un mismo plano, encapsulándolos y sin apartarlos más (hasta el accidente).
Esa búsqueda entre sí, con unos pasos marcados que dura exactamente sesenta segundos, pone a flote un saludo abstracto en que los personajes han decidido sumirse, pero que no han podido materializarlo debido a sus situaciones de noviazgo. Así, el primer obstáculo invisible lo han superado, el de romper sus distancias, todo en un mismo plano, donde no hay cabida para nadie más. Y eso se acentúa cuando otra pareja detrás de ellos se sitúa sobre el mismo encuadre, sugiriendo también, el irremediable destino que les depara.
Conclusión de 'Tu y Yo'
Cuando se recuerda películas que representan el género dramático/romántico viene a la memoria Casablanca (Michael Curtiz, 1942) o Lo que el viento se llevó (Víctor Fleming, 1939). Sin embargo, casi nunca se sitúa en la mesa la obra de Leo McCarey que, con este melodrama atípico en su forma (la escena de la iglesia, que recuerda a al realismo poético francés), habilita una senda sublime para acercarnos a la unión de dos personajes inolvidables, envueltos en la infidelidad y el amor, donde ambos temas operan desde el movimiento de cámara, el desplazamiento actoral y un decorado que palpita.
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