Two Lovers es un drama romántico dirigido en 2008 por James Gray. El guion está escrito por el propio Gray junto a Richard Menello, inspirándose libremente en la película Noches Blancas de Luchino Visconti, que a su vez está basada en la novela corta de mismo título escrita por Fiódor Dostoievski. Cuenta la historia de un hombre al borde del suicidio que conoce a dos mujeres que simbolizan lo opuesto en su vida. Compitió por la Palma de Oro en Cannes y como mejor película extranjera en los Premios César.
Está protagonizada por Joaquin Phoenix (The Master, Her), Gwyneth Paltrow (Shakespeare enamorado, Amor ciego), Vinessa Shaw (Eyes Wide Shuy, Las colinas tienen ojos), Isabella Rossellini (Enemy, Terciopelo Azul), Elias Koteas (Crash, La cuarta fase), Moni Moshonov (La noche es nuestra, Late Marriage), Bob Ari y Julie Budd. La película se estrenó en España el día 14 de mayo de 2010, con un retraso de casi dos años.
Crítica de 'Two Lovers'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Two Lovers (Mis dos amores)
Título original: Two Lovers
Reparto:
Joaquin Phoenix (Leonard Kraditor)
Gwyneth Paltrow (Michelle Rausch)
Vinessa Shaw (Sandra Cohen)
Isabella Rossellini (Ruth Kraditor)
Elias Koteas (Ronald Blatt)
Moni Moshonov (Reuben Kraditor)
Bob Ari (Michael Cohen)
Julie Budd (Carol Cohen)
Año: 2008
Duración: 100 min.
País: Estados Unidos
Director: James Gray
Guion: James Gray, Ric Menello
Fotografía: Joaquín Baca-Asay
Música: Varios
Género: Drama romántico
Distribuidor: Wide Pictures
Tráiler de 'Two Lovers'
Donde comprar la película
- Joaquin Phoenix, Gwyneth Paltrow, Vinessa Shaw (Actores)
- James Gray (Director) - Donna Gigliotti (Productor)
- Calificación de la Audiencia: Pendiente de calificación por edades
Sinopsis
Un desgarrador y apasionando melodrama romántico firmado por James Gray ("Ad Astra") e interpretado por los ganadores del Oscar Joaquin Phoenix y Gwyneth Paltrow.
Leonard (Joaquin Phoenix) es un joven psicológicamente inestable que intenta recuperarse de su última crisis bajo la atenta mirada de sus padres. Inesperadamente entran en su vida dos mujeres: la encantadora y sencilla Sandra (Vinessa Shaw), hija del nuevo socio de su padre, y Michelle (Gwyneth Paltrow), una misteriosa vecina que parece no encajar en un barrio tan anodino. (Filmin)
Donde se puede ver la película
El típico triángulo sentimental pasado por un filtro dostoievskiano
No estamos en Two Lovers ante una adaptación fiel de la novela corta Noches Blancas de Fiódor Dostoievski. Además de tomar prestado el desenlace y algún elemento argumental, lo que busca la película es acercarse al estilo humanista y existencialista del escritor. Se indaga en los oscuros resortes que activan la conciencia humana, así como en los sentimientos de culpabilidad y del tormento del alma, en un hombre confrontado a su inevitable destino.
Son temas profundos que están implícitos en todas las obras de James Gray, incluso en su trilogía criminal formada por Cuestión de sangre (Little Odessa), La otra cara del crimen y La noche es nuestra. De hecho, ese tono grave y solemne es lo que distingue sus películas de cine negro del resto y que algunos todavía no han asimilado, un estilo propio para contar de manera diferente historias que otros ya han contado antes.
En Two Lovers estamos ante el típico triángulo amoroso. Un hombre se debate entre el amor de dos mujeres bien distintas. Una simboliza el mundo terrenal, el apego a la familia, las tradiciones y convenciones sociales. La otra simboliza los sueños, la magia de lo imposible, huir de lo cotidiano para crear un universo nuevo excitante e inesperado.
Del cine de Hitchcock a la pintura tenebrista
En esta ocasión, James Gray no se inspira tanto en Kubrick (aunque le rinde un pequeño homenaje colocando un póster de 2001: Una odisea del espacio en el dormitorio de Leonard, el protagonista). Aquí pone su punto de mira en el esteticismo de Luchino Visconti y en la puesta en escena de Alfred Hitchcock. Del maestro del suspense coge prestados muchos elementos para esta película, especialmente de La Ventana Indiscreta y de Vértigo (De entre los muertos).
Joaquin Phoenix se debate igual que James Stewart entre una mujer rubia y otra morena. Of course, si para Hitchcock la femme fatale de turno siempre fue rubia, aquí ese rol corresponderá a la actriz Gwyneth Paltrow en, probablemente, el mejor papel de toda su carrera. En la escena clave del desenlace de la película, Paltrow aparece sumida en la oscuridad caminando igual que lo hace Kim Novak tras completar su transformación física. A Gray le gusta escarbar en el imaginario cinéfilo y jugar con las expectativas que aquí trunca de forma violenta. Ni Paltrow va hacia la luz como Novak, ni se completa la transformación que desea Leonard (el plano está realizado desde su punto de vista).
En Two Lovers, se profundiza nuevamente en la ascendencia pictórica que tienen los fotogramas filmados por Gray. La fotografía de Joaquín Baca-Asay busca la tonalidad que posee el tenebrismo de las obras de Caravaggio o George De La Tour. El contraste entre luz y oscuridad, se utiliza para resaltar las dudas psicológicas y morales de los personajes.
Dos mujeres, dos caminos, dos estilos visuales
En sus tres primeras películas, James Gray propone un duelo moral entre protagonista y antagonista, forzando un cambio de papeles o un trasvase de sus cualidades derivada de un ajuste del destino. En Two Lovers se sirve de la bipolaridad psicológica de su protagonista para enfrentarlo a sí mismo. El personaje, está interpretado de forma magistral por Joaquin Phoenix.
Por un lado, es un hombre depresivo con tendencias suicidas, incapaz de encontrar un rumbo en su vida, ni luchar por sus sueños. Vive atormentado por un fracaso sentimental e inicia una relación con la hija del socio de su padre. Se siente atrapado en un mundo tradicional que dirige su vida hacia un destino inexorable que no se corresponde con sus deseos más profundos. La relación de Leonard con Sandra se muestra con calidez y sosiego, en la intimidad de localizaciones interiores que mantienen a los personajes quietos el uno frente al otro.
Por otro lado, es un niño encerrado en el cuerpo de un hombre. Tiene la aspiración de convertirse en fotógrafo, disfruta jugando, haciendo magia o bailando. Se enamora de una mujer que no puede tener y que le ofrece la libertad de ser sí mismo. Ella también es una persona psicológicamente inestable y con sus propias carencias afectivas. La relación de Leonard con Michelle tiene un tratamiento visual fascinante. Hay un tono de clandestinidad constante con muchos obstáculos entre la cámara y ellos, como sucede en esa azotea de luz fría y desangelada. Durante las miradas furtivas en el patio de luces, la ventana de la chica está en un piso superior, mostrando su posición dominante en la relación. La secuencia final de la fuga está grabada con varios planos picados de Leonard que ahondan en esa sensación de sumisión y hundimiento.
Conclusión de 'Two Lovers'
Two Lovers es un drama romántico dirigido en 2008 por James Gray, que también escribe el guion junto a Richard Menello. El texto se inspira libremente en la película Noches Blancas de Luchino Visconti, que a su vez está basada en la novela corta de mismo título escrita por Fiódor Dostoievski. La película sigue la propuesta estética y temática del director, pero supone un paso adelante en su carrera al abandonar el thriller criminal con el que se asociaba su cine hasta entonces.
Con una puesta en escena hitchcockiana, nos plantea un melodrama arrebatador y doloroso que incide con profundidad sobre la necesidad y el deseo. La palabra deseo encierra aquí desde el anhelo por perseguir un sueño hasta la pura atracción sexual. Todos los personajes desean a alguien que no les corresponde (una palabra con doble sentido, reciprocidad y pertenencia), de igual forma que también todos tienen la imperiosa necesidad de ser amados.
Two Lovers cuenta con un protagonista bipolar y lo sitúa frente a una encrucijada. Como siempre sucede en el cine de Gray, el destino no nos pertenece y termina abocándote inexorablemente al que te tiene reservado, incluso en contra de tu voluntad. Este drama romántico y de tono solemne tiene el estilo trágico de la literatura clásica, con un tratamiento de la luz que nos remite a la pintura tenebrista. Una obra majestuosa que te destroza por dentro y que el tiempo colocará en un sitio privilegiado donde merecería estar todo el cine de James Gray.
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