Dirigido por David Pérez Sañudo, Un coche cualquiera tiene de todo. Mucho desconcierto ante lo que va sucediendo, ansiedad meticulosa por la frustración que a veces genera y lo más comentado sobre este cortometraje, un plot twist gigantesco.
Crítica de 'Un coche cualquiera'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Un coche cualquiera
Título original: Un coche cualquiera
Reparto:
Álvaro Cervantes (Manuel)
Patricia López Arnaiz (Susana)
David Blanka (Font)
Jorge Pobes (Jairo)
Raquel Ezpeleta (Leticia)
Año: 2019
Duración: 14 min
País: España
Dirección: David P. Sañudo
Guion: Sergio Granda y David P. Sañudo
Música: Jorge Granda
Fotografía: Kenneth Oribe
Género: Thriller
Producción: Amania Films
Tráiler de 'Un coche cualquiera'
Sinopsis de 'Un coche cualquiera'
Un coche cualquiera muestra cómo Manuel quiere acceder a su coche pero tres jóvenes problemáticos se lo impiden. La situación se eleva y se pone tensa incluso hasta llegar a cruzar algunos límites sin posibilidad de retorno. (AMANIA FILMS).
Thriller de sobresaliente
Un coche cualquiera, protagonizado por Álvaro Cervantes (El Árbol de la Sangre), Jorge Pobes (Acacias 38), Patricia López Arnaiz (La Peste), y David Blanka (La Línea Invisible), cuenta en su haber con premios de festivales de renombre.
Algunos premios como el premio al mejor guion en el Hendaia Film Festival o el premio del reconocido festival Internacional de Cortometrajes de Aguilar de Campo. Además ha conseguido dos nominaciones a los premios Fugaz. ¡Todo un éxito!
Thriller de diez minutos pero intenso. Con el conflicto vasco como trasfondo, nos narra el encuentro de un hombre con tres jóvenes a la puerta de un club nocturno ambientado a mediados de los 90. El chico sale del local para irse a su casa pero cuando se dirige a su coche los tres quinquis borrachos no se lo permiten. Lo que parece ser un pequeño vacile, termina en algo mas turbio y siniestro.
En diez minutos consigue nerviosismo en el espectador y nos mantiene atentos a los diálogos y acciones que van teniendo lugar en la trama. En parte, gracias a las muy buenas actuaciones de los cuatro actores principales, nos vamos viendo sometidos a cierto grado de impotencia, rabia y ciega empatía hacia el personaje principal.
Ocultar para enmascarar
De alguna forma la apariencia de una cosa generalmente normal como puede ser una trifulca entre varias personas, nos lleva a pensar que no hay nada más o que solo acabará de una forma, con algún accidente de por medio. En este caso, al final parece ser así pero no de la forma que nuestra cabeza se iba a imaginar.
De ahí la importancia de que las cosas se aprecien como lo que son en realidad para luego anteponer algo que no se manifieste hasta el final de la historia. Dicho de otro modo, que parezca todo normal hasta que convenga decir lo contrario.
En esta clase de trama funciona muy bien y además, si lo haces de forma precisa, coherente y disimulada, no solamente es correcto sino que atrae miradas y deja al espectador con una sensación de desconcierto positivo al final del cortometraje. Para un thriller, sorprender es fundamental. Un coche cualquiera lo consigue.
Nuestra propia máquina de valores juzga directamente al enemigo que arremete directamente con el protagonista de la historia. Siempre es así. De forma casi automática nos posicionamos en lo que siente el protagonista pero no pensamos en que este, tiene algo que ocultar o que no es tan bueno ni tan malo como parece en un principio.
Buenos y malos
Para bien o para mal, tendemos a inclinar la balanza hacia un lado casi siempre de forma errónea si la trama está bien estructurada. En este caso, la trama sí que convence y justifica muy bien el plot twist con el que todo acaba. No hay razón para pensar que el final es extraño o que no casa con lo que se nos ha presentado inicialmente.
En cierto modo, sí echamos en falta algo de claridad. No para con la historia sino para con la trama que se debería haber desarrollado un poco mejor para concluir mejor si cabe, ese final. Sin embargo, lo que nos viene a decir Un coche cualquiera es que todos tenemos una cara B y una cara A.
Que ni los buenos son tan buenos, ni los malos, tan malos. El personaje principal debía de “sacrificarse” en cierto modo por un bien mayor del que estaba convencido al cien por cien que tenía que ser de esa forma. Sino, no hubiera permitido la intromisión de esos chavales hacia su propio coche sin sentido alguno.
Por eso continuamente agonizamos, ansiamos que el protagonista de un golpe en la mesa y de que la impotencia que nos genera lo que vemos en pantalla, se acabe de una vez y se arregle de una manera positiva para nuestro protagonista.
Conclusión
Un coche cualquiera es un buen cortometraje. Juega con las apariencias, con el juzgar previamente hacia algo que no conocemos con certeza, con un gran giro final y con grandes actores que hacen posible que el thriller funcione. Recomendable al cien por cien.
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