Un monstruo en mi puerta, ópera prima de la directora July Jung, estrenada en el 2014, y diana a Mejor Largometraje en el 25.º Festival internacional de cine de Estocolmo, Premio a la Mejor Actriz (Doona Bae) en los Asian Film Awards 2015; Premio a la Mejor Dirección Novel en los Baek Sang Art Awards 2015 y Premio a la Mejor Actriz Revelación (Kim Sae-ron) en los Blue Dragon Awards 2014. En su reparto cuenta con tres actores de nivel: Doona Bae (“The host”), Son Sae- Byeok (“Meet in- laws”) y la jovencísima Kim Sae-ron (“The Man From Nowhere”). Un monstruo en mi puerta es un drama que roza el terror.
Crítica de 'Un monstruo en mi puerta'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Un monstruo en mi puerta
Título original: Doheeya / Dohee-ya / A Girl at My Door
Reparto:
Doona Bae (Young-Nam)
Jang Hee-jin (Eun-Jung)
Song Sae-byeok (Jefe Uhm)
Kim Sae-ron (Do-Hee)
Mun Seong-kun (Nam Kyeong-dae)
Kim Min-jae (Joon-ho)
Año: 2014
Duración: 119 min.
País: Corea del Sur
Director: July Jung
Guion: July Jung
Fotografía: Kim Hyunseok
Música: Jang Yeong-gyu
Género: Drama
Distribuidor: Cameo
Tráiler de 'Un monstruo en mi puerta'
Sinopsis
Young-nam, una prometedora graduada de la academia de policía, termina siendo trasladada a una pequeña localidad costera por su mala conducta. En su primer día en la aldea se encuentra con Do-hee, una joven melancólica de carácter difícil, a la que tendrá que cuidar cuando su abuela muere en un accidente y queda a cargo de su abusivo padre. Young-nam deja que Do-hee se quede en su casa, pero pronto descubre que su apariencia ingenua esconde un aterrador misterio.
Dónde se puede ver la película
Planteamiento
La historia comienza con la agente policial Young-Nam (Doona Bae) entrando en una ciudad costera surcoreana, donde es trasladada por un suceso embarazoso para ocupar un puesto temporal. La bienvenida al pueblo se presenta a través de una serie de personajes que ya plantean situaciones poco ortodoxas: una alocada anciana ebria conduciendo a gran velocidad una motocicleta que arrastra un pequeño remolque; una furgoneta que se cruza acelerada cargada de inmigrantes y cuyo piloto es hijo de la temeraria conductora de antes, quien se muestra descarado y ordinario con la protagonista y una panorámica de la mujer cosiendo redes de pesca, acompañada de comentarios que marcan aún más el estereotipo sexista.
Un planteamiento que ya comienza clavando sus uñas en líneas por dónde van a conducir las subtramas de la historia.
A causa del envejecimiento de la población, el joven Yong-Ha (Song Sae-byeok) es la única esperanza de que el pueblo siga activo, por eso le permiten ciertas irregularidades. Este panorama que se presenta ante la protagonista le hace actuar de manera inmediata, una piedra más para esa carga emocional que lleva a su espalda y que le hace utilizar el alcohol como único medio de escape y poder sobrellevar su situación personal y dormir cada noche.
El poder en manos de Yong-Ha choca con los ideales de la sargento que no puede consentir que se autoricen ciertas injusticias. Esta relación conflictiva se va a mantener durante toda la historia, sobre todo cuando Young-Nam descubre la tóxica relación entre Young Ha, tutor, y Do-hee (Kim Sae-ron), menor a su cargo, motivo por el que se volcará dando su apoyo a esta adolescente.
Cómo controlar las emociones
Un monstruo en mi puerta utiliza un lugar en el mundo para denunciar las barreras sociales y culturales que nos separan y saca a relucir temas candentes y controvertidos haciendo hincapié en la indiferencia y en la hipocresía.
Yuly Yung sitúa la historia en una localidad surcoreana como muestra de que algo no está funcionando, escogiendo la homofobia como tema principal que abre otros de igual importancia: los abusos sexuales, el maltrato, el sexismo, la explotación laboral, el racismo y otros muchos.
La homosexualidad en Corea del Sur está permitida en teoría (aunque siguen luchando por legalizar sus derechos), pero en la práctica nadie parece aceptarla. Este asunto parece ser el empuje para denunciar otras cuestiones.
Do-Hee es el punto de mira y punto de indiferencia por ser víctima de abusos sexuales, algo que la revictimiza al igual que ocurre con Young-Nam por ser homosexual.
Un monstruo en mi puerta es una historia llena de contención y de rabia a partes iguales que pone su acento en el alcohol como justificación de la violencia, pero desde una perspectiva abierta a la discusión. A través de dos personajes: Young-Ha, antagonista y Young-Nam, protagonista, muestra dos formas de afrontar los problemas.
Un monstruo en mi puerta construye situaciones que duelen y que todos podemos identificar, sin embargo, no plantea soluciones fáciles, aunque sí cuestiones que invitan a participar en su reflexión y que intentan despertar el interés del espectador. Un ejemplo sería cuando un inmigrante es apaleado por Young-Ha, su jefe, y sus compañeros se muestran impasibles ante un hecho tan cruel.
Retales de un cuento
Un monstruo en mi puerta es claramente un cuento en los elementos que la componen y en su forma. Una cruda realidad contada con mucha belleza. En esta narración audiovisual podemos encontrarnos detalles como la lluvia que cesa justo cuando la protagonista entra al pueblo y cae justo en el mismo lugar cuando lo abandona; el fortuito encuentro entre Young-Nam y Do-Hee, al principio de la historia, que presenta a la adolescente sucia y harapienta y que se pierde, pizpireta, por un camino estrecho que abre a una panorámica espectacular de unos campos de cultivo verdes en contraste con el azul del cielo.
Los sonidos ambientales como banda sonora donde podemos encontrar pinceladas de música en momentos muy concretos de nostalgia y reflexión. Y sobre todo, las interrupciones con golpes en la puerta de la casa de Young-Nam con personajes que se presentan en mitad de la noche que proponen un juego de quién es quién. Una reflexión que el espectador debe hacer sin caer en juicios valor.
Conclusión de 'Un monstruo en mi puerta'
Un monstruo en mi puerta es una historia de amor basada en la búsqueda desesperada de cariño entre una adolescente, marcada por un cruel pasado y un presente desolador, y una mujer que se niega a sí misma para no caer en un abismo. Una conexión llena de ternura absoluta. Una historia llena de humanidad y esperanza.
Este conmovedor y perturbador relato invita a una reflexión sobre quién es el verdadero monstruo. Un ejemplo de cariño que demuestra que no todo está perdido.
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