Un segundo es la película inaugural de la 69 edición del Festival de Cine de San Sebastián. Está dirigida por el veterano director chino Zhang Yimou, que ha recibido prestigiosos galardones a lo largo de su carrera a pesar de que muchas de ellas se prohibieran en su país de origen. Sus obras más importantes son ‘Semilla de crisantemo’ (1990), ‘La linterna roja’ (1991) y su obra maestra ‘¡Vivir!' (1994) con la que se alzó con el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes. Estreno en salas de cine españolas el 15 de octubre de 2021.
Está protagonizada por Yi Zhang (‘The Karate Kid’ (Harald Zwart, 2010), ‘Dearest’ (Peter Chan, 2014)) y Fan Wei (‘Back to 1942’ (Feng Xiaogang, 2012), ‘Yo no soy Madame Bovary’ (Feng Xiaogang, 2016)). Producida por Huanxi Media Group.
Crítica de 'Un segundo'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Un segundo
Título original: Yi miao zhong / One Second
Reparto:
Yi Zhang
Fan Wei
Xiaochuan Li (Chef)
Año: 2020
Duración: 104 min.
País: China
Director: Zhang Yimou
Guion: Zhang Yimou, Jingzhi Zou. Novela: Yan Geling
Fotografía: Zhao Xiaoding
Música: Lao Zai
Género: Drama
Distribuidor: Vértigo Films España
Tráiler de 'Un segundo'
Sinopsis
Un convicto es enviado a un campo de trabajo en el desolado noroeste de China, durante la Revolución Cultural del país. Utilizando su ingenio, y con el único fin de ver a su hija, quien ha sido filmada en una película, logra escapar y huye en dirección al cine de un pueblo cercano. Allí espera encontrar esa cinta de película y hacerse con ella. Sin embargo, en dicho lugar se cruza con una vagabunda que está desesperada por conseguir el mismo carrete de película y que logra robarlo. Curiosamente, este enigmático objeto, que ambos anhelan por motivos muy distintos, se convertirá en la raíz de una inesperada amistad.
Al cuidado del celuloide
Un segundo cuenta la historia de un convicto, que se escapa de un campo de trabajo durante la Revolución Cultural china para poder ver a su hija en el noticiario previo a una película. En su camino al lugar en el que se proyecta, una vagabunda está dispuesta a robar el celuloide, por lo que el protagonista decide proteger el metraje. Una obra previsible a nivel estructural, pero que no deja de divertirnos y entretenernos con los constantes choques entre ambos.
Zhang Yimou nos devuelve a una época en la que el cine era el epicentro de la vida social, para reflexionar sobre el valor del visionado colectivo, el poder de superación de las personas y cómo solventamos los problemas los seres humanos. En este proceso a la intimidad se realiza una mirada al pasado de forma nostálgica, a modo de registro en pantalla de los elementos que hacían que funcionara toda una industria y que mantenía entretenidos a las grandes masas.
Un segundo emplea las claves del western para ilustrar la desaparición de la concepción clásica del cine, así como del género y de la tradición de consumo. Hoy día se ha dejado a un lado la visión del cine como elemento que constituye un espacio y se diluye entre los códigos de unos y ceros, con la digitalización se ha perdido el carácter material del cine y en esta obra se le realiza un homenaje.
Simpleza entretenida
Un segundo presenta un guion que sigue estrictamente los códigos de las ‘’buddy films’’, en la que podemos observar con cierta distancia el proceso a la intimidad de dos personas que al principio se llevan mal, pero que acaba cambiando su relación tras colaborar juntos. Todo está calculado al milímetro y se pude adivinar lo que sucederá más adelante, sin embargo, está llevado a cabo de una forma entretenida, divertida y con un ritmo constante.
La cinta está dividida en dos por su ‘’mid point’’ dada la variación de localización. En la primera parte tenemos una trama que sucede en el desierto y después en una especie de ciudad. Ambos espacios están unificados por la utilización las claves del western. En estos lugares se sitúan dos personajes con mucho volumen y un conflicto interno interesante, pero interpretados de una forma algo caricaturesca, como si de cine mudo se tratase.
Un segundo está inundada de elementos que pertenecen al western, como el empleo de espacios muy amplios en un formato 2:35, que ensancha la imagen, además del empleo de teleobjetivos para unir los distintos términos generando amplitud con todo ello. Mencionar la buena iluminación nocturna, pero la mala creación de decorados a los que se les ve el truco escenográfico.
Conclusión de ‘Un segundo’
Un segundo es una película china dirigida por Zhang Yimou. La simpleza de su trama hace que la interesante temática que trata (la pérdida de lo material) sea en todo momento previsible para el espectador. Una historia muy manida, pero contada con ritmo, que puede llegarnos a divertir y entretener, pero que no aporta nada nuevo.
Un segundo presenta una factura fotográfica impecable, con planos de gran belleza, pero una película está constituida por muchos más departamentos, a los que siento que se ha dejado de lado. Su interés reside en la pasión por el cine con referentes como ‘Cinema paradiso’ (Giuseppe Tornatore, 1988), no obstante, la cinefilia de Zhang Yimou no es suficiente para dejarnos anclados a ella.
Reportaje de Un segundo en Días de Cine TVE
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