El cuarto largometraje de Mohamed Hamidi llega bajo el nombre de ¡Va por nosotras! El film francés obtuvo una recepción mixta por parte de la prensa especializada. Además, en su estreno en salas en Francia, consiguió una asistencia tibia por parte de la audiencia. Aun así, destacaron sobre todo las alabanzas en torno a su reparto. Como curiosidad, la cinta se rodó en Vitry-en-Artois, posicionando la trama en Courrières, ambas ciudades se encuentran en Pas-de-Calais. Finalmente, llega a los cines españoles el 26 de agosto de 2020.
Crítica de '¡Va por nosotras!'
Resumen
Ficha Técnica
Título: ¡Va por nosotras!
Título original: Une belle équipe
Reparto:
Kad Merad (Marco)
Céline Sallette (Stéphanie)
Alban Ivanov (Mimil)
Sabrina Ouazani (Sandra)
Laure Calamy (Catherine)
Año: 2020
Duración: 95 min
País: Francia
Dirección: Mohamed Hamidi
Guion: Alain-Michel Blanc, Camille Fontaine y Mohamed Hamidi
Música: Ibrahim Maalouf
Fotografía: Laurent Dailland
Género: Comedia
Distribución: A Contracorriente Films
Tráiler de '¡Va por nosotras!'
Sinopsis de '¡Va por nosotras!'
Después de que su equipo de fútbol sea descalificado por insultar al árbitro durante un partido importante, una pequeña ciudad corre el riesgo de perder su financiación y su campo de fútbol. En ¡Va por nosotras!, para evitar este desastre, se decide crear un nuevo equipo formado exclusivamente por mujeres para defender los colores de la ciudad. Pero en una comunidad donde el fútbol siempre ha sido para los hombres, el nuevo estatus de estas mujeres sacudirá la vida cotidiana de sus habitantes. (A CONTRACORRIENTE FILMS).
Dónde se puede ver la película
Sobre ellas (y ellos)
Mohamed Hamidi aborda el mundo del fútbol desde una perspectiva distinta y con la intención de entablar un debate, pero sin caer en polémicas. En primer lugar, ¡Va por nosotras! se presenta como un film que, aparentemente, va a nadar en un feel-good francés ya conocido, pero pronto se comprueba que va más allá. Gracias a un guion más profundo de lo que parecía ser, se muestra el machismo intrínseco que se encuentra todavía en el mundo del fútbol. No solo por el tratamiento de lo que es el propio juego, sino también por la forma de enseñar las dificultades que se encuentran por parte de su entorno personal y social. Por consiguiente, a través de una comedia bien llevada, se reflexiona sobre la necesidad de remover los cimientos de una sociedad anclada en el heteropatriarcado.
Del mismo modo, el libreto se guía por una sutileza en la que se deshace de diálogos moralizadores. De esta forma, consigue que el espectador sea el encargado de hacer sus interpretaciones, al poder ver la contraposición de realidades. Por lo cual, no habla solamente de las trabas que supone entrar en un mundo aún gobernado por los hombres. Debido a ello, se tratan temas vitales como la paternidad, la pareja en el hogar y la fragilidad de la masculinidad frente a un feminismo natural y orgánico. Es por eso que se valora que, lo que parecía un film más lleno de tópicos, caiga en la crítica, al confrontar situaciones que se hacen familiares en la vida cotidiana. Sin embargo, aunque reivindica muy bien la imagen de la mujer con unas protagonistas excelentes, su resultado hubiera mejorado con una mayor influencia femenina en los giros de guion.
Las chicas son guerreras
Lo mejor de ¡Va por nosotras! es su reparto coral, que forma un gran equipo actoral, lleno de luminosidad y una sinergia excelente. En primer lugar, Céline Sallette se alza como la principal líder del equipo, con una energía muy bien llevada, que se conjuga con una gran sinceridad en su expresión. Igualmente, se suma su carácter más liviano para equilibrarse con el resto de actrices. Por otro lado, Laure Calamy está extraordinaria, demostrando tener una versatilidad como actriz increíble. Además, da absolutamente todo en el film, convirtiéndose en una de las mejores interpretaciones de la película. Después, Sabrina Ouazani se adapta muy bien al entorno del equipo y trae consigo un efecto más picaresco. También sabe emocionar al público, en especial, por la situación que envuelve a su personaje, que lo ejecuta de una forma que fluye, sin caer en melodramas.
Manika Auxire es deslenguada en su personaje, pero tiene una energía tan arrolladora, que se hace imprescindible. En otras palabras, su interpretación consolida el humor más físico y desenfadado. Lo mismo ocurre con Alban Ivanov, que desde el principio se comprueba que sabe moverse en esa comedia más sencilla, pero igual de certera. Debido a ello, ambos forman un tándem que aporta más al resultado y juega en pos de los humorístico. Luego, Kad Merad como Marco, principal protagonista del film, es una pieza fundamental interpretativa, sabiendo llevar perfectamente el peso dramático de la acción. A ello se le suma su espontaneidad y cercanía en pantalla, que cautiva a la audiencia. Se produce el mismo caso con André Wilms, que, además, también le da su toque personal, que enternece. Por último, el elenco global del film obtiene una sintonía artística espléndida.
Las apariencias engañan
El cine francés se conoce también por las diversas propuestas feel-good que han ido apareciendo a lo largo de su historia. No obstante, este estilo suele provocar que se eche en falta una mayor innovación, ante una base estándar ya establecida. En lo que respecta a ¡Va por nosotras!, Mohamed Hamidi juega con las apariencias. Por un lado, el film mantiene una estética llena de luz, con una familiaridad visual y artística, que se junta con una expresión de la imagen más en pos de la cercanía. Sin embargo, después, sabe equilibrar ese estilo más buenrrollero, con una mirada femenina interesante y que busca romper con los clichés. De esta forma, la posición de la cámara gana más cuando se introduce en las vivencias de las jugadoras de fútbol y sus circunstancias.
A pesar de ello, la cámara no realiza una estructura elaborada con la búsqueda de un despliegue basado en el significado creativo, sino más bien en unos planos en torno a la acción. En consecuencia, el espectador se queda impresionado por aquellas secuencias más espectaculares, pero es más por lo que sucede, que por lo visualmente atractivo. Aun así, se aprecia una profesionalidad y un acabado muy verosímil. Lo mismo sucede con la dirección artística, aunque cabe decir que, en este caso, la creación del imaginario y el uso de los colores como sello de identidad son estupendos y muy bien planteados. En cambio, el montaje del film sigue un ritmo vertiginoso, lleno de dinamismo, que consigue elevar la calidad del resultado. Junto a ello, se establece un final apoteósico, donde se crea tensión, aunque se pueda prever el desenlace del film. El final como los colores, para gustos.
Conclusión
¡Va por nosotras! es un film que rompe con las apariencias únicamente del feel-good y se lanza a un debate sobre la falta de avance feminista en situaciones cotidianas. Además, el guion no habla solo sobre las mujeres, sino también sobre la dificultad del cambio de pensamiento en una sociedad arraigada por las viejas costumbres. Por otro lado, a nivel interpretativo, es excelente. De ahí que se pueda aplaudir a absolutamente todo el reparto coral, donde todos brillan.
Después, la creación visual sigue un esquema que rema a favor de la acción y no tanto de la expresión creativa o artística. Aún así, funciona al tener un ritmo dinámico y certero. Un partido inteligente y con humor, donde el principal contrincante a batir son las desigualdades sociales entre hombres y mujeres, comprobando que todavía hay mucho por hacer.
Reportaje de ¡Va por nosotras! en Días de Cine TVE
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM