El pasado 7 de abril se estrenó VACÍO en El Umbral de Primavera. Esta pieza de Pablo Alamá es una producción de la compañía Cráter y se encuentra dentro del ciclo abril imaginario de 2024. El proyecto se divide en varias experiencias: una obra de teatro, un documental, un podcast y un recorrido itinerante. Este experimento teatral se puede disfrutar hasta el 28 de abril a las 12 en El Umbral de Primavera.



VACÍO

Crítica de 'VACÍO'

Ficha Técnica

Título: VACÍO
Título original: VACÍO

Intérpretes en sala:
Javier Pardo
María Solanes

Guía pieza itinerante:
Pablo Villa

Entrevistados documental:
Zaida Alonso
Erika Irusta
Borja Marín
Isis Mas
Sandra Muriel
Natividad Soto

Intérpretes podcast:
Jesús Irimia
Jorge Garrido
Javier Pardo.

Duración: 120 min. apróx.
Dirección: Pablo Alamá
Dramaturgia: Pablo Alamá, Chat-GPT, Javier Pardo y María Solanes
Aytes. Dirección:
Ana López y Rodrigo Villalba
Desarrollo pieza itinerante:
Pablo Villa y Rodrigo Villalba
Producción:
Pablo Alamá y Ana López
Movimiento:
Rodrigo Villalba
Espacio:
Compañía Cráter
Vestuario:
Compañía Cráter y Concha Carrillo
Asesoría plástica:
Antiel Jiménez
Iluminación:
Ana López
Sonido / Música:
Pablo Alamá, María Solanes y aamigafea
Audiovisual:
Pablo Alamá
Etalonaje documental:
Dolores Sáiz
Fotografía:
Sofía Magán
Gráfica:
Sofía Magán y María Solanes
Comunicación:
Javier González, ADIRIA
Asesoría:
Los números imaginarios
Agradecimientos:
Inma Medarde, Carles Plasencia y Alberto Nieto Carmona y Joaquín.
Producción: Compañía CRÁTER

Sinopsis de 'VACÍO'

¿Qué pensaría Diógenes de Sinope al saber que existe un trastorno bautizado con su nombre? Diógenes fue la Marie Kondo de los filósofos griegos. Si hoy en día siguiera vivo probablemente tendría un perfil en Instagram en el que nos hablaría de su modo de vida austera y minimalista.

VACÍO es una pieza compuesta por varias piezas, que se vertebran a través de la acumulación y la elección del espectador ante qué ver o ejecutar:

  • VACÍO es una instalación.
  • VACÍO es un paseo por Madrid.
  • VACÍO es una obra de teatro.
  • VACÍO es un documental.
  • VACÍO es un podcast.

El espectador elige cómo experimentar VACÍO. Cualquier elección da acceso a la instalación + podcast + documental. Después, puedes elegir vivir la obra de teatro o la experiencia itinerante por Madrid. (EL UMBRAL DE PRIMAVERA). 



VACÍO
Foto de Compañía Cráter

Un trastorno muy aceptado

Pablo Alamá se lanza al trastorno de acumulación con VACÍO, reflexionando en torno a este fenómeno que, normalmente, se asocia a objetos físicos. Sin embargo, Alamá no se limita a analizar este fenómeno desde una única óptica, sino que explora el significado de éste en diferentes secciones de la vida, desde la tecnológica hasta la emocional. Con lo cual, se muestra un ejercicio interesante de reflexión en torno al apego, así como a la necesidad de rellenar los “vacíos”, como su propio nombre indica, con más y más contenido. En este sentido, se agradece una propuesta que no vaya hacia lo básico, sino que busque ir más allá. No obstante, hay elementos que se hacen algo reiterativos, como lo del Tik Tok, así como una necesidad de mayor cohesión en todo el relato teatral. Hay muchas escenas, pero no siempre un hilo conductor bien definido.

Además, la pieza no solo se compone de la obra teatral que se pone en escena sobre las tablas de El Umbral de Primavera, sino que se expande a distintos soportes y experiencias que completan esta investigación artística. Por este motivo, se comprende que la creación no se limita al ámbito teatral, sino el documental, la exposición previa a la obra, el ejercicio del incendio... Todo ello lleva a la reflexión en torno al apego. Una propuesta valiente y ambiciosa, donde todavía tiene que concretar algunas partes para darle mayor consistencia. Aun así, ya este punto de partida muestra su potencial, viéndose unas posibilidades que hacen que no se deba perder de vista ni a Alamá ni a VACÍO.

El Umbral de Primavera
Foto de Compañía Cráter

Dos espejos entre sí

Javier Pardo y María Solanes son los encargados de dar vida a la parte teatral de VACÍO. En primer lugar, María Solanes realiza una labor exquisita, ha nacido para la comedia, sabe dónde ajustar, sabe donde dejarse llevar y está en constante movimiento. Gracias a ello, el dinamismo que aportar a la pieza es máxime, explotando al máximo sus fuerzas sobre el escenario. Asimismo, hay que aplaudir la gestualidad y la expresividad facial, las cuales terminan de encumbrar su trabajo escénico. Tiene una magia especial, que hace que los asistentes conecten desde el primer momento y transfiera toda esa energía al patio de butacas.

Javier Pardo también se une a la fantasía, dejándose llevar en todo momento y clavando al máximo sus personajes, sobre todo el del influencer. Se puede ver cómo disfruta sobre la escena, dando esa sensación de calidez y de hilaridad que se agradece en esta pieza. Puede ser que haya algún momento en el que se quede algo opacado por su compañera, pero aquí se ve la generosidad de ambos, ya que logran que sea algo leve y haya una labor conjunta bien desarrollada. También hay que destacar la estupenda dicción, algo que se agradece, sobre todo en la parte de los Tik Toks, donde no es tan fácil siempre comprender lo que se está diciendo.

El Umbral de Primavera
Foto de Compañía Cráter

El universo se expande

No es fácil hacer un análisis sobre una obra que no se compone únicamente de la representación en sala, sino que distintos elementos forman parte de la pieza. Por ello, se debe reconocer el mérito y el esfuerzo de fabricar un universo transversal, en distintos lenguajes y soportes, que complementen y al mismo tiempo se puedan vivir de forma separada. VACÍO lo logra, hay ya una propia experiencia en depositar tu objeto en el museo de la acumulación, en ver el documental o en oír el podcast. Al igual que la idea principal, debe cohesionarse aún más, pero lo que es la ejecución técnica y artística está muy bien planteada. Es algo rompedor, no es lo habitual.

Se puede reflexionar incluso desde la comunicación transmedia, que es algo que se ve a la perfección en este proyecto. La utilización de la inteligencia artificial es otro aspecto a analizar, como se pudo ver en la función del 21 de abril, no siempre la tecnología funciona con la misma solvencia que sí una persona de carne y hueso. Aun así, Alamá ha sabido colocar cada tecnología en su parcela y hacer que brille. Si uno se centra solo en la parte de sala, se ve una construcción plástica efectiva, así como un uso del audiovisual certero. El ritmo decae en algunos puntos, lo que hace que haya momentos en los que la atención se pierde.

VACÍO
Foto de Compañía Cráter

Conclusión

VACÍO es un experimento transmedia, donde no solo se hace un alegato en torno al trastorno de acumulación mediante lo teatral, sino que va más allá en distintos soportes y lenguajes. Gracias a ello, se ve un proyecto con un gran potencial, donde se ve la virtuosidad del imaginario de sus creadores, faltando únicamente más concreción y cohesión. Javier Pardo y María Solanes realizan un trabajo estupendo en la parte meramente teatral en sala. A nivel técnico y artístico, se desvela un universo de lenguajes y distintos medios, que se aplaude el riesgo y la ambición, ha sabido ejecutarlo, solo queda terminar de darle forma. Una propuesta introspectiva sobre la acumulación en distintos ámbitos, que irá creciendo con el tiempo y se convertirá en algo poderoso.

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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
vacio-critica-teatroUn experimento transmedia, donde no solo se hace un alegato en torno al trastorno de acumulación mediante lo teatral, sino que va más allá en distintos soportes y lenguajes. Gracias a ello, se ve un proyecto con un gran potencial, donde se ve la virtuosidad del imaginario de sus creadores, faltando únicamente más concreción y cohesión. Javier Pardo y María Solanes realizan un trabajo estupendo en la parte meramente teatral en sala. A nivel técnico y artístico, se desvela un universo de lenguajes y distintos medios, que se aplaude el riesgo y la ambición, ha sabido ejecutarlo, solo queda terminar de darle forma. Una propuesta introspectiva sobre la acumulación en distintos ámbitos, que irá creciendo con el tiempo y se convertirá en algo poderoso.

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