Teatro Español y Teatro Kamikaze representan Vania x Vania, formada por su versión 1 su y versión 2, desde el 29 de febrero. Una de las propuestas más esperadas, dada la concepción de representar una misma obra pero con diferentes formatos el mismo día (a distintas horas). Escrita y dirigida por Pablo Remón, es un experimento teatral que ha logrado agotar entradas en la mayoría de sus funciones. Además, cuenta con un elenco formado por grandes rostros reconocidos del panorama cultural español: Javier Cámara, Juan Codina, Israel Elejalde, Marta Nieto, Manuela Paso y Marina Salas. Se representará hasta el 7 de abril.
Título: Vania x Vania (versión 2) Título original: Дядя Ваня – Dyadya Vanya
Reparto: Javier Cámara
Juan Codina
Israel Elejalde
Marta Nieto
Manuela Paso
Marina Salas
Duración: 105 min. apróx. Dirección: Pablo Remón Versión: Pablo Remón Diseño de espacio escénico: Monica Boromello
Ayudante de espacio escénico: María Abad
Diseño de iluminación: David Picazo
Vestuario: Ana López
Diseño de sonido: Sandra Vicente
Ayudante de sonido: Kevin Dornan
Producción ejecutiva (Teatro Kamikaze): Pablo Ramos Escola
Dirección de producción (Teatro Kamikaze): Jordi Buxó y Aitor Tejada
Ayudante de dirección: Raquel Alarcón
Asistente de dirección: Laura Garmo Producción: Teatro Españoly Teatro Kamikaze
Tráiler de 'Vania x Vania (versión 2)'
Sinopsis de 'Vania x Vania (versión 2)'
Vania x Vania (versión 2) forma parte de un proyecto compuesto por dos obras.
Dos acercamientos diferentes a un mismo texto: Tío Vania, de Chéjov, reescrito en dos versiones nuevas y originales, en estilos completamente distintos. Dos obras independientes, interpretadas por los mismos actores.
Una reescritura de Chéjov en dos tiempos: Rusia, finales del XIX; Castilla, a día de hoy.
Un juego teatral. ¿Cómo dialoga la obra original con una reescritura actualizada? ¿Hasta qué punto las preguntas de la obra original siguen vigentes hoy? (TEATRO ESPAÑOL).
Disrupción errada
El experimento teatral de Vania x Vania (versión 2) se lanza ante una adaptación que parte del convencionalismo y experimenta una introducción más cercana a la pieza original de Antón Chéjov, “Tío Vania”. Por ello, se retoman los enredos que plantean los principales temas de esta obra: el amor, la frustración personal, el medio ambiente… Sin embargo, Pablo Remón apuesta por la comedia, algo más cercano a la concepción que tenía el autor original sobre sus obras. Sin tomar de referencia la versión 1, cabe destacar que potenciar el humor da viveza al libreto, así como interés por ver hacia dónde llega este laberinto de pasiones ambientado en la Rusia de finales del siglo XIX y la Castilla-La Mancha de la actualidad.
El problema principal que encuentra la dramaturgia es que propone una comedia que se aleja de una construcción más compleja, decantándose por unos gags que se quedan en la superficie. En consecuencia, se extraen diversas píldoras que funcionan como entretenimiento banal, pero que no van mucho más allá de la carcajada fácil. Asimismo, la combinación de la idiosincrasia española y rusa no llega a buen puerto, al no seguir ninguna estructura clara e ir saltando de una a otra sin una búsqueda concreta del porqué. Finalmente, acaba por inclinarse ante una combinación que no acaba por sentarle bien al texto, quedándose en una comedia accidentada que se pierde en unos chistes excesivamente sencillos. El desarrollo se difumina entre tanto ruido.
Un conjunto notable
Javier Cámara es el encargado de liderar Vania x Vania (versión 2). En primer lugar, se valora que, a pesar de una perspectiva algo errática desde el guion, Cámara defienda al máximo esta concepción y lo hace desde una naturalidad brillante. Sabe transformarse en ese Tío Iván cotidiano, cercano, y lo hace con autentica verosimilitud. Además, es innegable que Cámara tiene un sello de identidad único en el género de comedia. Después, Marta Nieto logra una vis cómica a la que sabe sacar partido. Además, lo hace de una forma absolutamente fluida. Sin duda, en este montaje, es de las mejores interpretaciones sobre las tablas.
Israel Elejalde consigue otorgar a su médico una dualidad en la que se ve esa pizca seductora a la par que la frustración de una vida no deseada. Elejalde aprovecha el trasfondo de su personaje para ir desde lo interno a lo externo, con una gestualidad apropiada y un movimiento certero. Luego, Manuela Paso se lleva de calle su personaje, habiendo un influjo muy personal y una conexión muy familiar con el público. Incluso, hay una emoción y una ternura que la encumbran en su labor. Juan Codina cumple, aunque se percibe algo encorsetado, no llegando a sumergirse en la comedia en la que nada su personaje. Por último, Marina Salas se ve algo perdida en el montaje, disociada, no se entiende su propuesta en escena y causa extrañeza en el espectador.
Entre cuadros
Dos jardines decoran el escenario de Vania x Vania (versión 2), uno que emula un estilo ruso y otro que lleva a una terraza típica manchega. La construcción logra un acabado estético de calidad, viéndose una excelente contraposición entre sendos universos. Asimismo, se agradece la selección de motivos y símbolos que permiten identificar ambos mundos con sus respectivos objetos y atrezzo. Por otro lado, el diseño de iluminación goza de una buena elección, aprovechando las posibilidades que les da el espacio escénico. También mencionar el vestuario elegido en algunos personajes, como el Tío Vania, aunque con el desarrollo de la trama se pierda el juego escénico. Aun así, detalles como la gorra de caja rural, los sobreros rusos, son un guiño estupendamente introducido.
El principal conflicto que se percibe en la puesta en escena es que hay una desconexión muy grande entre lo que sucede y cómo se aprovecha la propuesta. La unión de los dos escenarios no lleva ningún sentido en sí, lo mismo sucede con la ruptura de la estructura inicial, lo cual causa asombro entre los asistentes. Además, acaba por resultar reiterativa y eso provoca que no se vea más allá de las risas fáciles. En consecuencia, da la sensación de haber comenzado con ganas e ir diluyéndose en una ejecución que trabaja por inercia. Una pena, dado que tiene las herramientas para haber trabajado más el efecto visual y el propio ritual teatral. En resumen, se queda un montaje simpático, con un humor fácil y entretenido.
Conclusión
Vania x Vania (versión 2) plantea una perspectiva con potencial que se diluye en pos de una comedia excesivamente fácil. El libreto torna en una superficialidad que no se comprende y se pierden matices y oportunidades para aprovechar la obra original de Chéjov. El reparto consigue varios momentos de calidad, aunque destacan sobre todo Javier Cámara y Marta Nieto, que se sumergen de lleno en la personalidad de la pieza. La propuesta sorprende en un primer momento con dos construcciones muy atractivas, a las cuales no se les saca todo el partido que se debiera. Comienza con ganas y se va diluyendo hasta dejar una sensación de inercia. Una contraposición cultural que acaba por utilizar el comodín del humor fácil y entretiene pero se difumina en la superficie.