Ven y mira (Masacre) es un magnífico trabajo del director "Elem Klímov" con motivo del "40 Aniversario" de la Gran Victoria soviética sobre la Alemania nazi.
Esta conmovedora película, su indudable éxito desde que se estrenó en 1985, se debe en parte a la creíble interpretación de un joven actor desconocido entonces, casi un niño "Alekséi Kravchenko". Siendo el protagonista en su papel de "Flyora", nos dice precisamente eso, "ven y mira" todos los horrores de los que es capaz el ser humano de hacer.
Su próximo reestreno en cines el día 7 de mayo, no se lo debería de perder nadie. No solamente amantes del cine bélico, sino cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad. Es precisamente lo que van a encontrar en esta obra maestra.
Crítica de Ven y Mira (Masacre)
Resumen
Ficha Técnica
Título: Masacre: Ven y mira
Título original: Idi i smotri (Come and See)
Reparto:
Aleksey Kravchenko (Flyora Gayshun)
Olga Mironova (Glasha)
Liubomiras Laucevicius (Kosach)
Vladas Bagdonas (Rubezh)
Jüri Lumiste (Obersturmführer)
Viktors Lorencs (Sturmbannführer)
Evgeniy Tilicheev (Gezhel)
G. Velts (German)
Año: 1985
Duración: 136 min.
País: Unión Soviética
Director: Elem Klimov
Guion: Elem Klimov, Ales Adamovich
Fotografía: Aleksei Rodionov
Música: Oleg Yanchenko
Género: Bélico
Distribuidor: Filmin
Tráiler de Ven y Mira (Masacre)
Sinopsis
A través de los ojos de un niño progresivamente endurecido por el sufrimiento, la matanza sistemática de los habitantes de las aldeas bielorrusas, más de 600, durante la guerra. (Filmin)
Dónde se puede ver la película
Uniendo inocencia con atrocidad
La mirada inocente de un niño bielorruso de catorce años, se va descomponiendo a medida que es testigo de una cruenta guerra inevitable. Incluso su entusiasmo inicial por participar en ella como partisano, se verá dramáticamente erradicado.
Fundamental el hecho de que "Alés Adamóvich", uno de los coguionistas, hubiera luchado siendo adolescente con los partisanos bielorrusos. Obviamente otorga ese punto de vista de una víctima y no de un soldado.
Ven y mira (Masacre) no está tampoco exenta de cierto lirismo. Su cuidada fotografía, largas tomas panorámicas y la metáfora de la muerte acechando en su forma más caótica y brutal lo corroboran.
Las escenas más escalofriantes y desagradables, son mostradas a través de la mirada desesperada, y a veces perdida, catatónica, de algunos personajes.
Recordando la realidad
La película está basada en las intervenciones nazis en 1943, en Bielorrusia. En la matanza sistemática de aldeas, más de 600 en total.
Ven y mira (Masacre) reproduce el exterminio de una de ellas: Khatyn. Aunque quizás sea más explícito decir el impacto psicológico que causó.
Con toda la calma que representaban los nazis en su papel de verdugos, reunían a toda la población. Hombres, mujeres y niños, eran llevados a graneros o iglesias construidos de madera. Una vez dentro los incendiaban, aplaudiendo mientras desgarradores alaridos y gritos se escuchaban, como si de una surrealista obra de teatro se tratara.
¿Gratificante venganza?
Contra todo pronóstico, al término del escalofriante espectáculo, los nazis caerán prisioneros.
Implorantes ante la merecida represalia que esperan de manos de los partisanos y los pocos sobrevivientes de la aldea, demostrarán lo bajo que puede caer el ser humano.
Por si todavía no lo habían mostrado antes, se podrán Ven y mira (Masacre) las más pueriles excusas. Repugnante la ignominia y falta de dignidad de quienes son unos cobardes criminales.
Sorprende la reacción de las víctimas. Aunque de sus bocas surjan ideas para una cruel ejecución contra los viles nazis y colaboradores.
Para dar todavía más veracidad a la película que ya está casi terminando, aparecen una serie de imágenes y vídeos originales. Estos fueron grabados durante la contienda real, añadiendo si cabe, más rechazo a aquella locura y sinrazón en que se convirtió la Segunda Guerra Mundial.
Conclusión de 'Ven y mira'
Muy recomendable sin duda, a pesar de las duras escenas, ya que persisten la esperanza y la compasión como rasgos trascendentes de la película.
Está realizada con mucho respeto, evitando la exhibición "gratuita" de cadáveres y restos. La desolación permanece durante toda la cinta, llegando a la conclusión de que "nadie" puede ganar realmente una guerra.
En cierto modo recuerda a una de aquellas películas de cine mudo. Lo esencial de Ven y mira (Masacre) se expresa a través de muchas miradas, gestos y escenarios, no tanto diálogos. La música y variados sonidos de fondo, también ayudan a captar el odio, la ira e incluso ese deseo de venganza.
Vale la pena verla, sobre todo en una gran pantalla.
Reportaje de Ven y mira (Masacre) en Días de Cine TVE
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