Vincent debe morir se presentó en el último Festival de Sitges y atrajo muchas miradas gracias a la combinación de géneros con que flirtea la trama. Además, Karim Leklou se llevó el premio a mejor actor y Stéphan Castang consiguió el galardón como mejor director novel en el mismo festival de cine fantástico. Asimismo, la película francesa ha ido recogiendo galardones tanto en los César como en los Premios del Cine Europeo. La película se estrena en las salas españolas el 8 de marzo de 2024.
Crítica de 'Vincent debe morir'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Vincent debe morir
Título original: Vincent doit mourir
Reparto:
Karim Leklou (Vincent Borel)
Vimala Pons (Margaux Lamy)
François Chattot (Jean-Pierre Borel)
Karoline Rose (Audrey)
Emmanuel Vérité (Yves)
Jean-Christophe Folly (Lucas)
Ulysse Genevrey (Hugo Monnier el interno)
Anne-Gaëlle Jourdain (Marie)
Año: 2023
Duración: 115 min.
País: Francia
Director: Stéphan Castang
Guion: Stéphan Castang
Fotografía: Manuel Dacosse
Música:
Género: Comedia dramática
Distribuidor: La Aventura Audiovisual
Tráiler de 'Vincent debe morir'
Sinopsis
De la noche a la mañana, Vincent empieza a ser atacado por personas desconocidas sin motivo aparente. Cuando las agresiones se descontrolan, se ve obligado a huir. Pero ¿adónde? (La Aventura Audiovisual)
Dónde se puede ver la película en streaming
Una historia de violencia
Vincent debe morir es un thriller que une la violencia y la oscuridad del ser humano con un toque de comedia muy interesante. El metraje combina la violencia extrema a lo Kill Bill o John Wick con un personaje que es el colmo de la normalidad.
Un oficinista que trabaja como creativo en una empresa francesa, que tiene una vida como la de cualquier persona se ve envuelto en una especie de frenesí macabro porque cuando alguien lo ve, intenta matarlo sin motivo aparente.
Si algo funciona en Vincent debe morir es la absurdidad de la situación. Una persona completamente normal debe abandonarlo todo para sobrevivir. El tono es un acierto sin lugar a dudas. En cambio, la trama y la cantidad de géneros que pretende incluir el director en el metraje llegan a lastrar un poco la segunda mitad de la película.
Se dan golpes y se reciben
Vincent debe morir quiere plantear muchas cuestiones pero a la vez, en ciertos momentos, pierde algo de ritmo. Así pues, la película quiere ser un alegato, quizás demasiado evidente, de la banalización de la violencia, con las reminiscencias a Hannah Arendt que el espectador quiera ver.
Asimismo, Vincent debe morir pretende mezclar el thriller y la reflexión social que se esconde detrás del argumento con un romance que, en ocasiones, puede parecer forzado, y con un lirismo macabro que minuto a minuto se va apoderando de la película.
Con todo, Vincent debe morir consigue juntar algunos elementos interesantes y permite hacer una reflexión acerca del impacto de la ultraviolencia (como lo llamaba la novela de Anthony Burgess y la posterior obra homónima de Stanley Kubrick: La naranja mecánica) pero puede que todo quede en eso pese a que pretende más.
La alienación aleja la trama del inicio mundano y así, Vincent debe morir plantea muchas preguntas a lo largo de la trama que no llega a resolver ni a recordar en ningún momento. Pese a ello, la actuación de Karim Leklou (Vincent) convence y hace perdonar algunas preguntas que deberían tener respuesta.
Conclusión de 'Vincent debe morir'
Vincent debe morir es una propuesta que permite reflexionar sobre la violencia y la banalidad a la que la podemos reducir. Con una trama que mezcla el thriller con la comedia más absurda, la película sabe encontrar un tono personal. Aun así quiere abarcar demasiado y hay variaciones de ritmo, sobretodo en la segunda mitad.
Reportaje de Vincent debe morir en Días de Cine TVE
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