Votemos, película basada en el cortometraje Votamos y en la obra de teatro de igual título, se estrena en salas de cine españolas el 12 de junio de 2025. El largometraje aborda un tema muy presente en la sociedad: los problemas de salud mental, y los prejuicios hacia las personas que sufren esta condición. El corto estuvo nominado a los Premios Goya, y fue incluido en la shortlist para los Premios Oscar (2022), en la categoría de Mejor Cortometraje de Acción Real. Tanto el cortometraje como están dirigidos por Santiago Requejo.
Crítica de 'Votemos'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Votemos
Título original: Votemos
Reparto:
Clara Lago (Nuria)
Tito Valverde (Fernando)
Gonzalo de Castro (Ricardo)
Raúl Fernández (Alberto)
Neus Sanz (Maite)
Christian Checa (Lucas)
Charo Reina
Pepe Carrasco
Año: 2025
Duración: 88 min.
País: España
Director: Santiago Requejo
Guion: Santiago Requejo. Historia: Santiago Requejo, Javier Lorenzo, Raúl Barranco
Fotografía: Kiko de la Rica
Música: Morgana Acevedo
Género: Comedia. Drama
Distribuidor: DeaPlaneta
Tráiler de 'Votemos'
Sinopsis
En un edificio del centro de Madrid, una comunidad de vecinos se reúne para votar el cambio de ascensor. Sin embargo, la noticia inesperada de que un nuevo inquilino con problemas de salud mental va a alquilar el piso de uno de los propietarios, cae como una bomba en la reunión, que toma un rumbo inesperado. (DeAPlaneta)
Dónde se puede ver la película en streaming
Democracia vecinal
Votemos parte de una premisa tan sencilla como eficaz: una comunidad de vecinos en el centro de Madrid se reúne para decidir si se cambia el ascensor del edificio. Sin embargo, lo que empieza siendo una típica junta de propietarios, se transforma rápidamente en un campo de batalla moral cuando se menciona la llegada inminente de un nuevo inquilino con problemas de salud mental. A partir de ahí, las tensiones, prejuicios y dobles raseros afloran entre los vecinos, dejando al descubierto no sólo lo que piensan, sino lo que preferirían callar.
La historia mantiene el espíritu de una comedia dramática coral, pero con un tono más accesible. Todo transcurre prácticamente en tiempo real, en un solo espacio, y se convierte en un retrato nítido y dolorosamente reconocible de la convivencia moderna y las hipocresías que conlleva.
Tensión contenida y risas
Santiago Requejo demuestra mano firme en la dirección de actores y en el ritmo narrativo, aprovechando al máximo el espacio cerrado y el tiempo limitado. La tensión va in crescendo sin que se pierda el tono tragicómico que le da su identidad a la película. Las pausas, los silencios incómodos, los pequeños gestos de incomodidad o sarcasmo están medidos con inteligencia, lo que permite que el espectador oscile constantemente entre la risa y la incomodidad.
Requejo no impone un juicio moral claro, sino que permite que cada personaje se retrate a sí mismo a través de sus palabras y silencios. En ese sentido, su dirección se caracteriza por una contención que favorece al texto y al trabajo actoral, sin excesos ni subrayados innecesarios.
Talento coral
El gran logro de Votemos reside en su reparto coral. Cada intérprete aporta una personalidad bien definida, con matices que se van revelando a lo largo de la conversación. Nadie actúa "de más", y todos encuentran su momento de protagonismo, lo que permite que el conjunto funcione como un microcosmos de la sociedad actual.
Se agradece especialmente que no haya personajes totalmente buenos o totalmente malos. Todos tienen contradicciones, prejuicios y fisuras emocionales que los hacen humanos. Este equilibrio interpretativo refuerza el impacto del mensaje y evita que Votemos caiga en la caricatura. Aunque algunos personajes responden a arquetipos reconocibles, el guion les da margen para matizar esos perfiles.
Minimalismo teatral
Votemos no aspira a deslumbrar, pero sí a construir un espacio creíble donde el espectador se sienta casi parte de la reunión. El diseño de producción es sobrio y eficaz. Una sala de vecinos con su mesa alargada, sus sillas de plástico, sus carteles improvisados, todo contribuye a una atmósfera reconocible al instante.
El montaje mantiene el pulso de la conversación sin perder fluidez, y la cámara se mueve con discreción, enfocando reacciones, miradas esquivas y silencios con tanta importancia como los diálogos. La música es prácticamente inexistente, lo que potencia la sensación de realismo y mantiene al espectador concentrado en las dinámicas humanas que se desarrollan.
Conclusión de 'Votemos'
Votemos es una película modesta en su forma, pero potente en su contenido. Bajo la excusa de una junta vecinal, se nos presenta un espejo incómodo sobre los prejuicios latentes en la sociedad, especialmente en relación con la salud mental, la tolerancia y la convivencia. Santiago Requejo no ofrece soluciones fáciles ni moralejas masticadas, sino un retrato inteligente y entretenido sobre cómo funcionamos como grupo cuando se ponen a prueba nuestros principios.
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