Voy a pasármelo mejor, la nueva aventura de Los Pitus, que llega a las salas de cine españolas el 18 de julio de 2025, tras del éxito de Voy a pasármelo bien que en 2022 reunió a más de 360.000 espectadores en las salas de cine y fue nº1 en Prime Video. Escrita por David Serrano y Luz Cipriota y dirigida por Ana de Alva.
Crítica de 'Voy a pasármelo mejor'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Voy a pasármelo mejor
Título original: Voy a pasármelo mejor
Reparto:
Karla Souza (Layla)
Diego Montejo (Tormo)
Raúl Arévalo (David)
Alba Planas
Rodrigo Gibaja
Izan Fernández
Renata Hermida Richards
Pablo Guisa Koestinger (Padrino de boda)
Rodrigo Díaz
Claudio Villarrubia (Policía)
Año: 2025
Duración: 110 min.
País: España
Director: Ana de Alva
Guion: David Serrano, Luz Cipriota
Fotografía: Joan Bordera
Música: Alejandro Serrano
Género: Comedia. Musical
Distribuidor: Beta Fiction Spain
Tráiler de 'Voy a pasármelo mejor'
Sinopsis
1992. Los Pitus ya tienen quince años y este verano se van de campamento para aprender inglés. Eso sí, lo hacen como aprendimos inglés a principios de los noventa: en un campamento no muy lejos de nuestra casa y con profesores españoles cuyo acento dejaba bastante que desear. En esas semanas los tres amigos vivirán un montón de nuevas aventuras, sobre todo amorosas, que son siempre las aventuras más importantes, especialmente a los quince años. Ah, y también cantarán y bailarán un montón de canciones de la época. Ellos no lo saben, pero será el mejor verano de su vida. (Beta Fiction Spain)
Dónde se puede ver la película en streaming
Verano, hormonas y casette
La historia de Voy a pasármelo mejor nos sitúa en el verano de 1991, en plena ebullición de adolescencia, amistad y descubrimientos emocionales. Los protagonistas se embarcan en un campamento que servirá de escenario para sus primeras historias de amor.
Voy a pasármelo mejor propone una mezcla de nostalgia noventera, coming of age clásico y comedia romántica ligera, todo salpicado por un repertorio musical de la época que busca conectar emocionalmente con el espectador. El planteamiento, aunque simpático, se queda en lo superficial, los conflictos son previsibles, los personajes apenas tienen desarrollo y la trama avanza como una sucesión de viñetas nostálgicas más que como un relato cohesionado.
Ganas de fiesta
Ana de Alva demuestra entusiasmo por recrear un tiempo pasado con tonos brillantes, mucho ritmo y un claro enfoque generacional. Su estilo es funcional, con toques de videoclip noventero, aunque a veces cae en lo impostado.
El mayor problema es que Voy a pasármelo mejor nunca termina de decidir si quiere ser un musical nostálgico o una comedia adolescente realista. El resultado es una mezcla irregular, con momentos entrañables, pero también otros que parecen sacados de una serie juvenil más que de una película con personalidad propia.
Juventud bienintencionada
El reparto juvenil pone toda la energía posible en sacar adelante personajes algo arquetípicos. Hay química entre algunos de ellos, sobre todo en las escenas de camaradería, pero no alcanzan a transmitir demasiada profundidad emocional.
Los adultos, si bien están relegados a papeles secundarios, ayudan a dotar de algo de contexto nostálgico la ambientación. En general, se percibe buen espíritu de conjunto, aunque sin destacar interpretaciones memorables, todo queda en una simpatía simpática, por decirlo así.
Playlist noventera
El mayor acierto técnico está en el diseño de producción y la ambientación noventera, camisetas anchas, walkmans, colores pastel, referencias musicales y decorado de campamento. La fotografía apuesta por tonos cálidos que refuerzan la nostalgia.
El montaje es dinámico, especialmente en los números musicales, aunque a veces sacrifica el ritmo narrativo por intentar colar una canción. La banda sonora, cargada de éxitos de los 90, juega un papel fundamental, aunque por momentos parece más una playlist que un motor narrativo integrado.
Conclusión de 'Voy a pasármelo mejor'
Voy a pasármelo mejor intenta capturar ese momento efervescente y caótico que es el amor adolescente con una envoltura noventera colorida y musical. El problema es que, aunque tiene encanto y momentos simpáticos, se queda corta en profundidad, originalidad o riesgo. Es una película amable, pero poco memorable, que puede agradar a quienes buscan una dosis ligera de nostalgia, pero que no logra dejar huella más allá de sus canciones.
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