Yo no soy esa, protagonizada por Verónica Echegui y dirigida por María Ripoll, llegará a los cines el 31 de octubre de 2024. La película pasó por la Sección Oficial Fuera de Concurso del pasado Festival de Málaga donde consiguió una calurosa acogida.
Crítica de 'Yo no soy esa'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Yo no soy esa
Título original: Yo no soy esa
Reparto:
Verónica Echegui (Susana)
Silma López
Adam Jezierski
Daniel Grao
Ángela Molina
Blanca Star Olivera
Alba Ribó (Doble Susana)
Alicia González
Aina Roselló (Mujer Airbnb)
Sam Avtaev (Visitante museo)
Manuel Ortega Romero (Viandante)
Año: 2024
Duración: 95 min.
País: España
Director: María Ripoll
Guion: Olga Iglesias
Fotografía: Joan Bordera
Música: Simon Smith
Género: Comedia romántica
Distribuidor: Sony Pictures Releasing de España
Tráiler de 'Yo no soy esa'
Sinopsis
Cuando Susana (17 años), cae en coma en la década de los 90, lo último que esperaba era despertarse de nuevo en 2024. Susana tendrá que hacer frente a una sociedad completamente ajena a la que conocía, madurar a marchas forzadas y darse cuenta de que lo más importante no es ni el amor romántico, ni la popularidad: es una misma y ser fiel a quién eres. (Sony Pictures Releasing de España)
Dónde se puede ver la película en streaming
El despertar de Susana
Yo no soy esa, dirigida por María Ripoll, es una comedia romántica que sigue la historia de Susana, una mujer que despierta después de haber pasado más de veinte años en coma. La premisa se apoya en el concepto de una mujer joven atrapada en el cuerpo de una mujer madura, enfrentándose a un mundo que ha cambiado por completo durante su larga ausencia. Este punto de partida plantea interesantes reflexiones sobre el tiempo, la identidad y los desafíos del choque generacional, aunque la película se presenta más ligera de lo que podría haberse esperado.
El primer bloque de Yo no soy esa se centra en el despertar de Susana y su asombro ante el nuevo siglo. Desde la tecnología hasta los cambios culturales, Susana tiene que adaptarse rápidamente a un mundo que le resulta completamente extraño. El contraste entre sus costumbres de los años 90 y la vida moderna actual crea situaciones cómicas y absurdas. Su desconcierto ante las redes sociales, las nuevas dinámicas de relaciones y el lenguaje de las generaciones más jóvenes es uno de los elementos recurrentes del humor.
Aquí, Verónica Echegui logra transmitir con autenticidad la confusión y la vulnerabilidad de Susana, ofreciendo una interpretación que combina ligereza con momentos de mayor emotividad. Echegui lleva el peso de la película sobre sus hombros, y aunque la historia no profundiza tanto en su dilema emocional como podría, consigue hacer que el público se identifique con su desconcierto y su esfuerzo por adaptarse.
Romance y adaptación
A medida que Susana intenta ponerse al día con la sociedad, la trama romántica empieza a tomar protagonismo. Sin embargo, el enfoque romántico resulta algo predecible. El conflicto interno de Susana por sentirse atrapada en un cuerpo que ya no siente como propio se entrelaza con sus intentos de encontrar el amor en un contexto moderno, lo que le añade una capa extra de tensión. Aunque el romance está presente, se siente un poco forzado, y en lugar de centrarse en el desarrollo emocional de Susana, Yo no soy esa opta por un tono más ligero y a veces superficial.
Los personajes secundarios cumplen su función, aunque en su mayoría caen en estereotipos predecibles. Las interacciones entre Susana y aquellos que la rodean a veces rozan lo caricaturesco, con reacciones exageradas ante su desconexión con el presente. Este enfoque reduce la profundidad de la trama, limitando la oportunidad de explorar el impacto real del largo coma en su vida emocional y psicológica.
Comedia ligera con reflexiones superficiales
En cuanto a los aspectos técnicos, María Ripoll maneja bien los elementos visuales y narrativos para ofrecer una película visualmente atractiva, aunque sin destacar demasiado en términos de innovación. La dirección cumple con los estándares de una comedia romántica ligera, manteniendo el tono y ritmo necesarios para no perder el interés del espectador. Sin embargo, la película no profundiza en las posibles ramificaciones más serias que su premisa plantea.
La comedia es el foco central, pero los chistes sobre las diferencias generacionales y el choque cultural se repiten en exceso, y el guion no arriesga lo suficiente para hacer reflexiones más profundas sobre el paso del tiempo o la búsqueda de identidad. A pesar de esto, Yo no soy esa logra entretener en su medida, aunque deja la sensación de que podría haber ofrecido algo más.
Conclusión de 'Yo no soy esa'
Yo no soy esa se presenta como una comedia romántica con un interesante punto de partida que, sin embargo, no llega a aprovechar del todo su potencial. Aunque las actuaciones, especialmente la de Verónica Echegui, son lo suficientemente sólidas como para mantener el interés, Yo no soy esa cae en clichés y no explora a fondo los temas que introduce. Como comedia ligera, cumple su función, pero para aquellos que esperen una mayor reflexión sobre el paso del tiempo o las luchas internas de Susana, puede resultar algo decepcionante.
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