Abuso de poder o Foster Boy, dirigida por Youssef Delara, es una película sobre la verdad detrás de Bellcore Family Services, que representa al sistema de acogida estadounidense. Desde el 18 de Febrero en Movistar, y a pesar de que la historia que cuenta el film era bastante prometedora, cae en el cliché de lo políticamente correcto en el cine y en otros fallos importantes.
Crítica de 'Abuso de poder'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Abuso de poder
Título original: Foster Boy
Reparto:
Shane Paul McGhie (Jamal Randolph)
Matthew Modine (Michael Trainer)
Michael Hyatt (Shaina Randolph)
Michael Beach (Bill Randolph)
Lex Scott Davis (Keisha James)
Anand Desai-Barochia (Sanjay)
Julie Benz (Pamela Dupree)
Louis Gossett Jr. (Juez George Taylor)
Evan Handler (Samuel Collins)
Dominic Burgess (Dan Cohen)
Año: 2019
Duración: 109 min.
País: Estados Unidos
Director: Youssef Delara
Guion: Jay Paul Deratany
Fotografía: Ben Kufrin
Música: Kathryn Bostic
Género: Drama
Distribuidor:
Tráiler de 'Abuso de poder'
Sinopsis
Abuso de poder (Foster Boy) gira en torno a la relación entre un prestigioso abogado, Michael Trainer, y su cliente Jamal, un joven que es arrestado después de haber sido víctima de malos tratos durante años. Ambos personajes tienen que evolucionar en todos los aspectos para conseguir destapar la injusticia que se esconde detrás del complicado caso de un chico cuya infancia fue destruida por una agencia de adopción llamada Bellcore.
Dónde se puede ver la película
El desarrollo de dos personajes opuestos
Nada más conocerse, Michael Trainer y Jamal no son capaces de congeniar, puesto que pertenecen a dos mundos completamente distintos.
En principio Trainer muestra su lado más hermético y parece estar plenamente dedicado a su trabajo. Conoce todas las reglas de la abogacía y cree tener siempre la razón. Su prepotencia no tarda en repeler a Jamal.
Debido a los malos tratos que recibió en el pasado, Jamal acaba por desarrollar una conducta violenta, grosera y desafiante con todo el mundo. Las situaciones en las que se vió envuelto de niño le generan desconfianza hacia el exterior. Para comprender este comportamiento, Trainer tiene que hacer un ejercicio de empatía y solidaridad que se intensifica paulatinamente en la película, y le lleva a evolucionar como persona. Al ver el esfuerzo que hace su defensor por entenderle, Jamal va mostrando su vulnerabilidad de manera progresiva y se enfrenta a sus terribles traumas.
Esta evolución de Trainer y Jamal pretende que el espectador haga una reflexión sobre la importancia de ponerse en el lugar de todo ser humano, sean cuales sean las circunstancias y apariencias que tenga. Se da a entender con ello que la única manera de hacer verdadera justicia, por mucho que exista la ley, es ver más allá de la teoría y practicar la empatía, pues no todo es lo que parece. Estas ideas las comparte Trainer ante el juez del caso (“a veces cuando conocemos a personas, no vemos cómo son en realidad”).
Una revelación contra el sistema
Al final de Abuso de poder (Foster Boy), se explica que un cuarenta por ciento de los niños en adopción de Estados Unidos quedan sin hogar. Por ello, la revelación de Trainer contra el trato que se les da a los jóvenes que caen en manos de Bellcore simboliza el triunfo de la ética frente a un sistema completamente corrupto.
Los fallos de la película
Está claro que Abuso de poder (Foster Boy) se creó con el fin de hacer una crítica social, pero los mensajes que quiere comunicar el director aparecen de manera un tanto forzada, sin jugar demasiado con el simbolismo, la gama de colores ni la música, y eso dificulta que transmita ciertas emociones al espectador.
No sólo la dirección artística deja un poco indiferente, sino también las actuaciones de Julie Benz (Pamela Dupree) y Lex Scott Davis (Keisha James) entre otros. La única interpretación que puede salvarse y aplaudirse en esta crítica es la de Matthew Modine (Trainer), que es bastante natural y sobrio.
Conclusiones de 'Abuso de poder'
En definitiva, Abuso de poder (Foster Boy) es una historia convencional de buenos y malos, con un final idílico y muy poca originalidad. Pretende seguir el modelo de películas como White Boy Rick, pero se queda en la búsqueda de lo que puede molestar a menos público. A esto se le suma el poco cuidado que se hace en el campo visual (colores, luz, actuaciones…).
No obstante, también se pueden sacar reflexiones interesantes sobre la evolución de los personajes principales y la verdad que encierra el caso de Jamal.
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