Alegre y Olé pone el foco en el tema de la salud mental a través de la historia de Lena y Carmen. Es la historia de dos generaciones que intentan superar un evento traumático en sus vidas, dos almas heridas que encuentran refugio, entendimiento y esperanza la una en la otra. Alegre y Olé es un canto a la empatía y a la comunicación intergeneracional. Destacan las interpretaciones de Mireia Oriol (Soy Nevenka, Alma, El pacto) en el papel de Lena y de Luisa Gavasa (París 70, El maestro que prometió el mar) en el papel de Carmen en una emotiva historia de amistad dentro de un centro de salud mental. Este cortometraje anuncia la directora, se convertirá pronto en un largometraje y contará con la participación de Mireia Oriol como protagonista. Cortometraje candidato a los Goya 2025.
Crítica de 'Alegre y olé'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Alegre y olé
Título original: Alegre y olé
Reparto:
Mireia Oriol (Lena)
Luisa Gavasa (Carmen)
Àngels Bassas
Marcos Toro
María Fernanda Varela
Año: 2023
Duración: 19 min.
País: España
Director: Clara Santaolaya
Guion: Clara Santaolaya, Javier Durán
Fotografía: Irene Manresa
Música: Karin Zielinski
Género: Comedia. Drama
Distribuidor: Selected Films Distribution
Producción: Clara Santaolaya, Norma Velázquez
Arte: Caro D. Vita, Laura García-Serrano
Montaje: Ado G. Elipe
Sonido: Amor Castro, Lin Chang
Agente de ventas: Feel Sales
Tráiler de 'Alegre y olé'
Sinopsis
Lena y Carmen están ingresadas en un centro de salud mental. A pesar de su diferencia de edad, estas dos mujeres desarrollarán una relación muy especial y, en cierta media, especular. Así, a través de la empatía, el cariño y la falta de juicios, ambas lograrán superar sus propias culpas y miedos y plantar la primera semilla de su recuperación. (Selected Films Distribution)
Un encuentro en el camino a la recuperación
Alegre y Olé, dirigido por Clara Santaolaya, es un cortometraje conmovedor que explora la conexión inesperada entre dos mujeres, Lena y Carmen, quienes se encuentran ingresadas en un centro de salud mental. A través de una trama sencilla pero cargada de matices emocionales, la película destaca cómo la empatía y la comprensión mutua pueden convertirse en herramientas fundamentales en el proceso de recuperación. La narrativa se desarrolla en un ambiente clínico, donde las dos mujeres de diferentes generaciones forjan una relación única y liberadora. Santaolaya nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la compañía y el apoyo en los momentos más oscuros de nuestras vidas.
Sensibilidad y sutileza
La dirección de Clara Santaolaya brilla por su habilidad para tratar un tema delicado con sensibilidad y respeto. Santaolaya evita los estereotipos comúnmente asociados con los entornos de salud mental y, en cambio, se centra en la humanidad y la complejidad emocional de sus personajes.
Su elección de planos íntimos y tomas cerradas permite al espectador sumergirse en las emociones de Lena y Carmen, creando un ambiente donde el dolor, el humor y la vulnerabilidad coexisten en equilibrio. La dirección muestra una gran capacidad para capturar la belleza en los pequeños gestos y miradas, logrando que el espectador empatice con los personajes de inmediato.
Interpretaciones profundas y auténticas
Las actuaciones en Alegre y Olé son un pilar fundamental para transmitir la carga emocional de la historia. Mireia Oriol, que interpreta a Lena, destaca por su capacidad para expresar las luchas internas de una mujer más joven atrapada en sus propios conflictos. Por otro lado, el personaje de Carmen, una mujer mayor con su propio equipaje emocional, interpretado por Luisa Gavasa, aporta una perspectiva de sabiduría y serenidad que complementa perfectamente la ansiedad y los miedos de Lena. La química entre ambas actrices es palpable, y su conexión en pantalla resulta auténtica y emotiva. Juntas, logran dar vida a un vínculo de amistad y apoyo que trasciende sus diferencias generacionales.
Una estética minimalista y eficaz
En términos de aspectos técnicos, adopta un enfoque minimalista que se alinea bien con la naturaleza íntima de la historia. La cinematografía utiliza tonos suaves y una iluminación tenue, reflejando el entorno sereno del centro de salud mental. Este enfoque visual permite que la atención del espectador se centre en los personajes y sus interacciones, en lugar de en elementos externos. Además, la banda sonora, discreta y puntual, contribuye a acentuar los momentos más emotivos de la trama sin eclipsar las actuaciones. Este uso contenido de los recursos técnicos subraya la intención de la directora de dar protagonismo a los aspectos humanos de la historia.
Conclusión de 'Alegre y Olé'
Alegre y Olé a través de una historia breve y sencilla, ofrece una visión profunda y reflexiva sobre la salud mental y la capacidad del ser humano para encontrar apoyo y consuelo en las relaciones personales.
Es una obra que combina humor y drama de manera equilibrada, abordando la recuperación emocional desde una perspectiva cálida y sincera. Es una historia que invita al espectador a reflexionar sobre el poder sanador de las amistades y el impacto positivo que puede tener la comprensión mutua en el proceso de autodescubrimiento y superación personal.
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