Àlex Brendemühl es un actor español, nacido en Barcelona. Con una filmografía que recorre distintas nacionalidades, ha conseguido hacerse un nombre en la industria cinematográfica europea. Es uno de los actores más internacionales del panorama cinéfilo actual. Se le puede recordar por películas como "El cónsul de Sodoma", "Héroes", "El médico alemán" o uno de sus trabajos más recientes: "Petra". Ha sido premiado al mejor actor en los premios Sant Jordi por "53 días de invierno", "Yo" y "Die stille vor Bach". También recibió un galardón a mejor actor protagonista en los Premios Gaudí por "Las dos vidas de Andrés Rabadán" en el 2009 y por "El médico alemán" en 2013 en los Premios Sur.
Con motivo del estreno de El creyente, el pasado 7 de junio, he tenido la oportunidad de entrevistarle sobre el film y su carrera artística. Nos cuenta cómo se vive esa multiculturalidad y por qué siempre se decanta por personajes introspectivos. Además, nos desvela cómo ve el panorama del cine español frente a otras industrias europeas como la francesa o la alemana. Y por último, nos confiesa cuáles son sus próximos proyectos.
Entrevista a Àlex Brendemühl
Resumen
Diego Da Costa/Cinemagavia: A lo largo de tu carrera has interpretado distintas nacionalidades, ¿cómo ha sido esta vez meterte en la piel de un religioso francés?
Àlex Brendemühl: La verdad es que exactamente no es un cura, es un extoxicómano que llegó a este centro buscando respuestas y huyendo de una adicción. Entonces, se ha convertido en el veterano del centro, el que lo lleva, lo dirige... El consejero espiritual y apoyo de estos chicos, que llegan perdidos y la mayoría pasando por un infierno. Sobre este personaje, no tenía referentes de cómo podía ser, de cómo es, pero se fue haciendo una composición. El director nos pasó documentales sobre este tipo de centros, cómo funcionan y cómo se gestionan. Había un personaje que me sirvió también de inspiración. Debía ser un personaje con una cierta rectitud, con unos valores, con una moralidad muy desarrollada y que pudiese ser un ejemplo para estos chicos jóvenes.
El hecho de que el director me plantease y me diese la confianza de ser este personaje, ya te da la base para hacerlo. Me inspiré un poco en el propio director, porque siempre miras un poco quién hay detrás de los proyectos y a veces te sirve para componer los personajes. Es un personaje que originalmente era italiano. Entonces, el director vio un trabajo mío, le gustó y me ofreció el papel, me dijo: “Hazlo con el acento que tienes tú”, mi acento de extranjero y fue bien. Yo como siempre intento ser riguroso con el idioma, intento hacerlo lo mejor y hablar el francés lo mejor posible. La parte más complicada fue aprenderse las oraciones y las canciones, eso sí que me costó un poco más.
La Iglesia y las drogas
D.D./CG: Se habla sobre adicción y la lucha contra las drogas desde una visión más espiritual. En el cine solemos ver una imagen menos benevolente de la Iglesia, ¿hay también que reivindicar el papel de la religión en este aspecto?
À.B.: Sí, creo que el fuerte de esta película es que no es tendenciosa. No te dice qué está bien, qué es bueno o qué es malo. Esta película expone de una manera muy abierta, dejando al espectador la opción de componer o de establecer un análisis sobre lo que está viendo o le están contando, con mucha madurez. El espectador puede decidir y leer lo que le están contando detrás de esta exposición de este mundo tan peculiar: Este centro de rehabilitación para toxicómanos a través de la religión y a través del trabajo... Esta especie de aislamiento en la naturaleza, en la montaña, donde hay unas reglas muy estrictas y muy rígidas.
Lo que se puede ver es que hay algo de necesidad en buscar respuestas, de buscar una fe o buscar algún tipo de apoyo espiritual... De búsqueda dentro de cada uno, de nuestro interior. La figura de un Dios, en la forma que sea. Por otro lado, lo que generan las sectas, lo que generan los grupos de gente que a veces más que darte libertad o permitirte liberarte de algún tipo de adicción o dependencia, te hacen ser más dependiente o dependiente de otra cosa. En este caso, es dependiente del grupo, de la elección y de la tutela, de la actitud paternalista que tiene el grupo respecto a ti. Hay una visión crítica hasta qué punto es la solución o es la respuesta a ciertos problemas; o si deberían haber otras soluciones, de otras maneras.
Personajes reflexivos
D.D./CG: Hemos visto que a lo largo de tu carrera has tirado hacia un cine menos comercial, ¿qué tiene este cine que te atrapa?
À.B.: A mi me gusta un cine que me haga reflexionar y haga reflexionar al espectador. Un cine que me sorprenda, que me aporte aprendizaje sobre temas que desconocía o de temas históricos o actuales, de temas sociales... Me llaman la atención personajes, sin darme cuenta, que por algún motivo, ofrecen una visión del mundo y dan luz sobre alguna problemática, que me apetece investigar, me reporta algo y creo que para la gente también.
Hay una actitud también, a veces, ética o moral, de decir que hay temas que son interesantes de tratar y que son problemáticas o asuntos que no se han tocado en el cine o que se les puede dar una vuelta diferente. Cuando me encuentro personajes que lo reúnen, tiro por ahí. Yo creo que el cine es espectáculo, es entretenimiento o reflexión, aprendizaje y reúne todas esas cosas. A veces, tiro más hacia un lado o hacia otro, pero bueno, por lo general, no deja de atraerme bastante la mirada de realizadores, creadores que tienen un mundo propio, que tienen una visión propia del cine más allá de la industria y de lo comercial.
Vuelta a casa
D.D./CG: Este año te vamos a ver en 'Madre', la película de Sorogoyen, ¿cómo has vivido volver a rodar en España?
À.B.: Forma parte de una tendencia de hace un año o así, que he vuelto a rodar en España y encadenando varios proyectos. Tenía ganas, porque en los últimos diez años he rodado mucho en Francia, Alemania... Tenía muchas ganas de volver a rodar aquí y la complicidad que encuentro con gente con la que ya he trabajado y otros que compartimos cultura, me puedo relajar más. Me ha gustado mucho en el caso de Rodrigo Sorogoyen. Fue un proyecto muy interesante, descubrí a un realizador que tiene un mundo muy interesante, muy personal.
España en ¿crisis de cultura?
D.D./CG: El cine español, normalmente, se ha hablado que está a un nivel diferente al cine francés o alemán, ¿cómo lo vives?
À.B.: Lo que creo que es que a veces nos han faltado medios para poder desarrollar nuestro cine. Creo que tenemos grandes creadores, grandes técnicos, grandes actores... Buenas historias. Lo que pasa es que no hemos creído en nuestro propio cine y a veces, han primado otros intereses más que propiamente los de la calidad y el apoyo a buenas historias y a buenos cineastas. Creo que hay gente muy buena y creadores muy potentes, que igual se les ha denostado y no se les ha dado el apoyo, ni el lugar, ni el espacio, ni la publicidad para que pudiesen llegar al público y que la gente los descubriese.
Y, eso forma parte de un problema cultural, no se ha apostado por la educación y por la cultura en los últimos años. En España se ha denostado mucho la educación y eso hace que el público tampoco esté educado para ver o interesarse en según qué cosas... Eso forma parte del potencial de la riqueza de cada cultura y cada país, aquí es una asignatura que tenemos pendiente. Con respecto a la manera de hacer cine y de contar historias, creo que hay gente muy buena y cada vez viene más gente aquí a producir y a rodar. También exportamos nuestro cine fuera, pero bueno, hay veces que no se les da el apoyo a los proyectos de calidad y se priorizan otras cosas.
Lo próximo de Àlex Brendemühl
D.D./CG: Sabemos que eres un gran amante de la música y últimamente, las películas musicales están teniendo mucho éxito, como “Bohemian Rhapsody” o “Rocketman”, ¿te gustaría participar en algún proyecto de este estilo? ¿Qué artista te gustaría interpretar?
À.B.: Me parecería muy divertido poder hacer una cosa así. No sé a quién podría interpretar, porque a Freddie Mercury ya lo han hecho... Tendrá que ser otro. Interpretar me encantarían muchos... pero, que se acerque a mi estilo de físico, no sé quién podría ser. No me inspiro.
D.D./CG: Por último, ¿cuáles son tus próximos proyectos y que nos puedes contar sobre ellos?
À.B.: Ahora mismo estoy rodando una película que se llame “Akelarre” del director argentino Pablo Agüero y estamos rodando en el País Vasco. Es una película sobre la caza de brujas y la Inquisición en el siglo XVII en el País Vasco. Es un proyecto muy interesante Ya hemos pasado el ecuador del rodaje y se está desarrollando como una coproducción entre España, Argentina y Francia. Nos quedan tres semanas de rodaje.
Como decías, este año se estrenará “Madre” y este otoño se estrena también, “El silencio de la ciudad blanca” de Daniel Calparsoro. Me apetece mucho verla porque no la he visto, ahí interpreto a gemelos que no lo había hecho antes.
Tengo por estrenar otras películas: una austríaca que se llama “El buzo”, que no sé en qué momento ni dónde llegará. Este año he rodado otra película que se llamaba “La ofrenda”, de Ventura Durall, con el que ya había rodado “Las dos vidas de Andrés Rabadán”. Está en pleno montaje. Por ahora, son los proyectos que están en movimiento.
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