En España destacan dos grandes series literarias de género Z: Los Caminantes, de Carlos Sisí, y Apocalipsis Z, de Manuel Loureiro. El éxito de crítica y ventas de esta última ha llevado a que, con el reciente interés de Amazon Prime Video por el mercado castellano, se comenzara la producción de película basada en la primera entrega de la serie. Esta es Apocalipsis Z: El Principio del Fin, dirigida por Carles Torrens (conocido por la dirección de capítulos de Sky Rojo y El Internado: Las Cumbres) y escrita por Ángel Agudo (conocido por Estación Rocafort y Amar es para siempre), y estará disponible en el servicio de streaming de Prime Video a partir del 31 de octubre de 2024.
La literatura zombi ha invadido el mundo durante las últimas décadas, impulsada principalmente por el éxito de novelas como Guerra Mundial Z, de Max Brooks, y del cómic The Walking Dead, escrito por Robert Kirkman e ilustrado tanto por Tony Moore como por Charlie Adlard. Su acercamiento a la supervivencia extrema, su estudio de la psique humana y su creación de un antagonista implacable que representa lo peor del ser humano han inspirado a cientos de autores por todo el mundo, demostrando que el género no pertenece únicamente a la cultura estadounidense. Puedes leer aquí otra crítica realizada por Cinemagavia de esta película.
Crítica de 'Apocalipsis Z: El principio del fin'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Apocalipsis Z: El principio del fin
Título original: Apocalipsis Z: El principio del fin
Reparto:
Francisco Ortiz
Berta Vázquez
Iria del Río
José María Yazpik
Jesus Lloveras (Primer Ministro español)
Alberto Ladrón de Guevara (Médico postaccidente)
Sergio Crespo (Guardia Civil Aeropuerto)
Año: 2024
Duración: 112 min.
País: España
Director: Carles Torrens
Guion: Ángel Agudo. Libro: Manel Loureiro
Fotografía: Edu Canet, Elías M. Félix
Música:
Género: Acción. Terror
Distribuidor: Prime Video
Tráiler de 'Apocalipsis Z: El principio del fin'
Dónde se puede comprar el libro
Sinopsis
En Apocalipsis Z: El principio del fin, una extraña enfermedad similar a la rabia empieza a extenderse sin freno por todo el planeta, transformando a la gente en criaturas extremadamente agresivas. Pero Manel (Francisco Ortiz) lleva tiempo viviendo su propio apocalipsis; aún no ha superado la pérdida de su mujer en un accidente, y lleva un año deprimido y aislado de su familia, con Lúculo, su gato, como única compañía. Cuando la enfermedad cobra aún más fuerza, su hermana insiste en que deje Vigo y se reúna con ella en Canarias, pero el plan fracasa.
Manel tiene que parapetarse en su casa, recurriendo a su ingenio y habilidades para sobrevivir. Sin embargo, él y Lúculo pronto se ven empujados a salir, y se irán encontrando, por tierra y por mar, con compañeros de viaje improbables pero esenciales. Apocalipsis Z: El principio del fin es la historia de un duelo, de un viaje de supervivencia, tanto físico como emocional, con acción, tensión, infectados rabiosos, un poco de sangre… y un malhumorado gato. (Prime Video)
Una crisis sanitaria un tanto familiar
Hacer una película de zombis no es fácil, y más aun teniendo en cuenta que se trata de un género algo maltratado y cuyos tropos narrativos se ven constantemente reciclados. Se ha establecido en la industria un modelo de historia que, tal y como se ha visto a lo largo de los últimos años, ha llegado a agotar a una gran parte del público. En este sentido, Carles Torrens ha contado con la ardua tarea de dar forma a una cinta que sea fácil de digerir por parte del gran público sin llegar a caer en las tan gastadas fórmulas narrativas y formales del género. ¿Lo consigue? Lo cierto es que sí que es una película de fácil acceso, que no busca confundir al espectador y que aporta buenos giros de guion y buenas escenas de acción, pero no hay nada que no se haya visto en otras producciones en lo referente a dirección o narrativa.
Desde sus primeras secuencias encontramos un tratamiento de color algo desgastado, que enfatiza especialmente en los tonos amarillentos y grises, intentando reflejar a través de la imagen una sensación de enfermedad y podredumbre. Esto casa bien con la estética zombi, pero se trata de una decisión agotadora que limita la creatividad visual de Apocalipsis Z: El Principio del Fin. Es una pena que la película esté tan limitada en cuanto a color y etalonaje, y más teniendo en cuenta el potencial visual de algunos de los escenarios mostrados.
La experiencia en televisión de Carles Torrens se hace patente a lo largo del metraje pues, aunque su dirección da pie a alguna que otra escena llamativa y bien cuidada (véase, por ejemplo, la secuencia en moto hasta el puerto o la “infiltración” en el hospital), su puesta en escena se siente en líneas generales poco inspirada. Hay potencial, si, pero siento que se podría haber experimentado algo más para hacer de Apocalipsis Z: El Principio del Fin una propuesta distinta dentro del género.
Haciendo del zombi un producto nacional
Una de las cosas que más llama la atención de Apocalipsis Z: El Principio del Fin es la forma en la que se aborda la llegada del virus a España, presentando un funcionamiento del gobierno y de los ciudadanos que recuerda inevitablemente a lo visto durante la reciente pandemia de Covid-19. El virus no es presentado directamente en los primeros minutos de la cinta, sino que va apareciendo poco a poco de manera residual, a través de programas de televisión y conversaciones de fondo.
Apocalipsis Z: El Principio del Fin se aleja levemente en este aspecto del material original para aportar un componente realista que, en cierto modo, otorga al producto algo más de realismo y de terror. Quizá lo más interesante es la forma en la que esto aporta un muy bienvenido suspense durante el primer acto de la película, invitando al espectador a intentar adivinar cuando comenzará el caos y de qué forma aparecerán los primeros infectados.
El problema es que se plantea una estructura un tanto irregular, que busca adaptar todos los capítulos del libro a costa de establecer un ritmo algo agotador. Apocalipsis Z: El Principio del Fin pasa rápidamente de contar con un comienzo lento en el que la tensión se desarrolla poco a poco, dándole un mayor foco al conflicto interno del protagonista, a no dar ni un minuto de descanso entre secuencias de acción, presentando por el camino personajes algo planos y vacíos que no resultan interesantes. Esto ocurre, por ejemplo, con algunos de los supervivientes del hospital, si bien quienes peor salen parados son los “antagonistas” de la cinta, los saqueadores. Estos no cuentan con una motivación interesante ni con un trasfondo memorable, sirviendo únicamente como una herramienta para hacer avanzar la historia y justificar (de forma poco coherente) algún que otro giro de guion.
Sobreviviendo al fin junto a un fiel aliado felino
Al igual que la novela en la que se inspira, Apocalipsis Z: El Principio del Fin funciona como la primera entrega de una franquicia, sirviendo como la presentación tanto de la epidemia como de los personajes principales. Esto hace que la cinta de Carles Torrens se centre en la exposición de trasfondos, conceptos y elementos clave para la potencial franquicia, dejando en el aire preguntas que, por el momento, no cuentan con una respuesta clara, lo que hace que como cinta en solitario esta se sienta muy incompleta. A esto hay que sumarle que, más allá del protagonista (interpretado por Francisco Ortiz, a quien conoceréis por ¡García!), el único personaje que cuenta con un mínimo de desarrollo es Pritchenko, interpretado por José María Yazpik (conocido por Eureka y Narcos). El resto de los personajes se sienten planos, contando con una escritura irregular y poco inspirada.
En una nota algo más positiva, cabe destacar el buen trabajo de maquillaje realizado en los zombis, presentándose como una especie de mutación del virus de la rabia que se aleja enormemente de los “muertos vivientes” en descomposición presentes en algunas de las producciones más conocidas del género. La dirección de los zombis también destaca de forma positiva, siendo las escenas en los que estos aparecen las más interesantes y cuidadas de toda la película. A pesar de que se presentan algunas conveniencias de guion un tanto ilógicas, lo cierto es que estos infectados resultan aterradores.
Conclusión de 'Apocalipsis Z: El Principio del Fin'
La película de Carles Torrens no ha conseguido escapar de los tropos y de los clichés presentes en la mayoría de las películas del género. Su irregular dirección y guion, así como su fallido uso del color, evidencian que la película podría haber dado mucho más de si, y más aún teniendo en cuenta lo interesante que es la novela en la que se basan. Sin embargo, no es una película desechable, pues presenta un buen componente de tensión, secuencias atrapantes y entretenidas, y un genial uso de los zombis. Si bien deja más preguntas que respuestas, Apocalipsis Z: El Principio del Fin resulta una entretenida pero irregular puerta de entrada a la que podría ser la primera gran franquicia del género Z en nuestro país.
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM
