Azrael (2024) es la última película del director E.L. Katz, cineasta enmarcado dentro del género de terror y que ha realizado tanto proyectos en solitario (quizás su opera prima, Cheap Thrills sea precisamente la más conocida de su filmografía) como colaboraciones en series de Mike Flanagan, como La Maldición de Bly Manor. Azrael es una película de terror silencioso ambientado en tierras salvajes y postapocalípticas, y pudo verse en el pasado festival de Sitges.
Crítica de 'Azrael'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Azrael
Título original: Azrael
Reparto:
Samara Weaving (Azrael)
Victoria Carmen Sonne (Miriam)
Rea Lest (Liesl)
Katariina Unt (Josefine)
Karen Bengo (Esmeralda)
Johhan Rosenberg (Anton)
Sebastian Bull Sarning (Isaac)
Eero Milonoff (Luther)
Peter Christoffersen (Demian)
Phong Giang (Sevrin)
Jan Gebruk (Residente del asentamiento)
Sonia Roszczuk (Mujer quemada)
Año: 2024
Duración: 85 min.
País: Estados Unidos
Director: E.L. Katz
Guion: Simon Barrett
Fotografía: Mart Taniel
Música: Þórarinn Guðnason
Género: Acción. Terror
Distribuidor: YouPlanet Pictures
Tráiler de 'Azrael'
Sinopsis
En un mundo en el que nadie habla, una comunidad liderada por mujeres persigue a Azrael, una joven que ha escapado de su reclusión. Azrael está destinada a ser sacrificada para apaciguar a un antiguo demonio ancestral que reside en lo más profundo del bosque. Sin embargo, luchará por su propia supervivencia mientras avanza hacia un salvaje enfrentamiento entre las fuerzas del bien y del mal. (YouPlanet Pictures)
Dónde se puede ver la película en streaming
La película experimental del Festival
Como siempre en Sitges no podía faltar la película experimental del año, y esta es precisamente Azrael. Se trata de una película (prácticamente) muda, en la que los protagonistas no articulan palabra, con lo que, sumado al hecho de que se encuadra dentro del género de terror, es evidente que la película no es apta para todo el mundo. Quizá por ello ha cosechado mejores críticas por parte del sector especializado que no del público.
Azrael nos presenta literalmente una versión postapocalíptica. ¿Se acuerdan de todos los sermones que sueltan los pastores evangelistas sobre el fin del mundo, dónde apenas hay espacio para la metáfora y todo se toma al pie de la letra? Pues eso exactamente lo que propone Azrael. Dios ha venido, se ha llevado a los buenos y ha dejado a los pecadores pudrirse en la tierra, en lo que es un filme que se sustenta principalmente por su genial atmósfera.
El Diablo anda entre nosotros
Azrael emplea de manera deliberada una fotografía de colores grisáceos, ceniza en numerosos aspectos que tienen la intención de recrear este mundo dejado de la mano de Dios. El cineasta emplea numerosos recursos, tanto cinematográficos como dentro de la propia escritura del guion, para recrearse y describir este mundo, que importan más que prácticamente los personajes. Samara Weaving, protagonista absoluta de Azrael, hace en gran medida de Cicerone, de guía por todo este submundo.
Por ejemplo, la secuencia en la que nuestra protagonista, de nombre homónimo al título de la película, entra en un poblado, en realidad no sirve para acelerar la trama, sino que es un recurso para que el director pueda detallarnos como malviven ciertas sectas que han sobrevivido a la hecatombe religiosa. Escena en la que por cierto se añaden un par de toques iconográficos bastante interesantes, donde vemos una especie de parodia de la misa cristiana, en una iglesia decorada con una curiosas pinturas que evocan a las del sacrosanto oficio.
La hija de Rosamaría
Azrael tiene alguna de acción sobresaliente, y la factura es más que notable. Se nota el esfuerzo del cineasta por dotar de empaque a la película, aunque un servidor discrepa con algunas críticas que aseveran que la película está dotada de grandes dosis de teología. Lejos de eso, Azrael es complicada en su forma, pero no en su fondo. De hecho, entendemos desde un punto de vista práctico porque los personajes no hablan. Y es que si lo hicieran, estaríamos ante una película más del género. Pongamos por caso la pobrísima relación amorosa que existe en la película y que el guion tiene a bien de ventilársela en muy pocos minutos por lo ridícula que resulta.
Conclusión de 'Azrael'
Azrael es una película experimental enmarcada dentro del cine de género que tiene grandes puntos fuertes, como es la recreación de un mundo postapocalíptico donde Dios ha dejado abandonado a la humanidad. Este mundo es precisamente el gran aliciente de toda la cinta, por lo bien definido que está, por lo menos en sensaciones que es capaz de transmitir el director. Por otra parte, Azrael puede atragantarse a un espectador que espere una película más convencional.
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