BH90210, estrenada el pasado 7 de agosto en Estados Unidos, es el título de la serie con la que los (ya no tan jóvenes) protagonistas del gran hito juvenil de los 90, Sensación de vivir (Beverly Hills, 90210), han regresado a la pequeña pantalla. Pero no lo han hecho de la forma que uno podría esperar.
Y es que no estamos ante una continuación propiamente dicha del trabajo que los hizo famosos a nivel mundial, ya que en esta BH90210 (cuya primera temporada se compone de seis capítulos) se interpretan… ¡a sí mismos! Bueno, más o menos.
Crítica de 'BH90210'
Resumen
- 1 Crítica de 'BH90210'
- 1.1 Ficha Técnica
- 1.2 Tráiler de 'BH90210'
- 1.3 Sinopsis
- 1.4 La serie juvenil por antonomasia
- 1.5 Los ricos también lloran
- 1.6 Una secuela descafeinada
- 1.7 Un retorno peculiar
- 1.8 Sin Luke; con Shannen
- 1.9 Entre la realidad y la ficción
- 1.10 Guiños y homenajes
- 1.11 Comedia + drama + romance
- 1.12 Los intérpretes y sus roles
- 1.13 Conclusión
Ficha Técnica
Título: BH90210
Título original: BH90210
Reparto:
Gabrielle Carteris (Gabrielle Carteris / Andrea Zuckerman)
Shannen Doherty (Shannen Doherty / Brenda Walsh)
Jennie Garth (Jennie Garth / Kelly Taylor)
Brian Austin Green (Brian Austin Green / David Silver)
Jason Priestley (Jason Priestley / Brandon Walsh)
Tori Spelling (Tori Spelling / Donna Martin)
Ian Ziering (Ian Ziering / Steve Sanders)
Año: 2019
Duración: 45 min.
País: Estados Unidos
Director: Chris Alberghini (Creator), Mike Chessler (Creator), Tori Spelling (Creator), Jennie Garth (Creator), Elizabeth Allen Rosenbaum, Howard Deutch, Melanie Mayron, Jason Priestley, Kabir Akhtar
Guion: Chris Alberghini, Mike Chessler, Paul Sciarrotta
Fotografía: Matt Sakatani Roe
Música: Brian H. Kim
Género: Comedia. Drama. Romance.
Distribuidor: FOX
Tráiler de 'BH90210'
Sinopsis
Se celebra una convención en Las Vegas por el 30 aniversario del estreno de la serie Sensación de vivir. A dicha convención acude buena parte del reparto original, entre ellos una Tori Spelling que ve en dicho acontecimiento la oportunidad de retomar el trabajo que tanta fama les dio y así sanear, de paso, su un tanto maltrecha economía (su último ‘reality’ acaba de ser cancelado). Pero convencer a sus excompañeros no va a ser tarea fácil…
La serie juvenil por antonomasia
Sé que no es necesario, pero hablemos un poco de la serie original para ponernos en contexto; hablemos de Sensación de vivir.
La serie fue creada por Darren Star y producida por Aaron Spelling.
El primero trabajaría a posteriori en series como Melrose Place (‘spin off’ de Sensación de vivir), Sexo en Nueva York (Sex and the City), la fallida Grosse Pointe (la cual tan solo duró una temporada y que funcionaba como clara parodia de Sensación de vivir; o, mejor dicho, de su rodaje) o la más actual Younger.
El currículum del segundo, conocido Rey Midas televisivo, incluye títulos tan populares como Los ángeles de Charlie (Charlie’s Angels), Vacaciones en el mar (The Love Boat), Dinastía (Dinasty), Siete en el paraíso (7th Heaven) o Embrujadas (Charmed). Esta última estuvo protagonizada inicialmente (durante sus tres primeras temporadas, para ser más exactos) por Shannen Doherty. Y sí, su abrupta salida de la misma la volvería a poner en el ojo del huracán de la prensa más amarillista.
Sensación de vivir, la serie que unió por primera vez a Star y Spelling, se estrenó en 1990 (su andadura televisiva llegaría hasta el año 2000; es decir, se mantuvo en antena durante diez temporadas = 292 capítulos), pero no fue un éxito instantáneo. Es más, durante su primer año estuvo al borde de la cancelación.
La cosa cambió cuando decidieron estrenar la segunda en pleno verano (de 1991), con los más jóvenes de vacaciones y las parrillas televisivas programando multitud de reposiciones (era lo más habitual, al menos por aquel entonces). Sensación de vivir se convirtió en la serie de moda; en todo un boom generacional tan inesperado como inabarcable.
Los ricos también lloran
Su historia era, al menos en apariencia, bien sencilla: narraba las vicisitudes de un grupo de estudiantes que residían en la lujosa Beverly Hills (¡y, aunque la acción se desarrollara en tan peculiar lugar, Sensación de vivir triunfó en todo el mundo y por todo lo alto!). Sus protagonistas: un nutrido grupo de jóvenes bellos y, al menos en su mayor parte, un tanto problemáticos (¿qué esperaban?, ¡estamos hablando de todo un culebrón juvenil!).
Brandon (Jason Priestley) y Brenda Walsh (Shannen Doherty) eran los recién llegados (trasladados de la fría Minnesota). El rebelde (¿con causa?) Dylan (el recientemente desaparecido Luke Perry, quien, por cierto, no aparecía en el primer capítulo y cuya participación estaba en principio destinada a ser muy breve), la pija Kelly (Jennie Garth), la empollona, y estirada, Andrea (Gabrielle Carteris), la tontorrona Donna (Tori Spelling, hija de Aaron y experta, al menos de un tiempo a esta parte, en toda desgracia de ‘realities’), el engreído Steve (Ian Ziering) o el inocentón David (Brian Austin Green) se convertirían en sus nuevos amigos (y algo más; el triángulo amoroso formado por Brenda, Dylan y Kelly forma parte de los más famosos de la historia de la televisión).
Con el paso de los años las historias se fueron volviendo más y más ‘culebronescas’, pasando de los problemas (suicidio, racismo, embarazos no deseados…) tratados en sus primeras temporadas a toda una suerte de rocambolescas intrigas y romances en las posteriores.
Las historias se enrevesaban al mismo tiempo que algunos de los integrantes iban abandonando (o eran obligados a hacerlo) el barco.
La primera en hacerlo (al final de la cuarta temporada) fue Doherty (¡y su salida no pudo ser más polémica!). Eso sí, tan solo cuatro de los intérpretes principales (Garth, Spelling, Ziering y Green) participaron en ella de principio a fin.
Una secuela descafeinada
Pero antes de ponerme a hablar de lo que realmente nos importa, es decir, de BH90210, déjenme señalar que Sensación de vivir contó, allá por 2008 (y hasta 2013), con una especie de continuación (casi un ‘reboot’).
Se tituló Sensación de vivir: La nueva generación (90210) y tenía como protagonistas a otro grupo de jóvenes estudiantes de Beverly Hills, entre ellos la hermanastra de Kelly y David, Erin Silver (interpretada por Jessica Stroup, a quien hemos podido ver en Iron Fist).
La misma contó con la breve participación de Jennie Garth (20 capítulos), Shannen Doherty (7 capítulos) y Tori Spelling (2 capítulos).
Tres interesantes curiosidades:
- Jason Priestley dirigió uno de sus capítulos.
- Su existencia ha sido obviada de manera jocosamente intencionada por los guionistas de BH90210.
- Algunos de los actores de la serie original, como Ian Ziering, han echado pestes de la misma, ninguneando su (comedido) impacto (no fue un éxito, pero se mantuvo en antena durante cinco temporadas).
Un retorno peculiar
Es ahora, en pleno fenómeno ‘revival’, que podemos reencontrarnos con Priestley y compañía.
Pero BH90210 no es, como ya he dicho antes, una continuación al uso, aunque el factor nostalgia siga estando ahí.
No es continuista como, por ejemplo, Expediente X (The X-Files) o la recientemente recuperada Veronica Mars.
Tampoco ha tenido que obviar su desenlace para regresar. Cosa que sí tuvieron que hacer la polémica Roseanne, reconvertida en Los Conner (The Conners) tras el despido de su protagonista, o Will & Grace.
No, BH90210 no ha venido para mostrarnos qué es de Brandon, Brenda y el resto de la pandilla. BH90210, en una inesperada vuelta de tuerca, ya que nos narra las vicisitudes de sus protagonistas (interpretando a versiones exageradas, y más bien poco fieles, de sí mismos) intentando sacar adelante una continuación de la serie que los puso en el candelero.
Sí, es algo que puede chirriar, e incluso enfadar (¡lo ha hecho!; los comentarios tras su primera emisión así lo atestiguan), a los que esperaban una simple continuación, pero para servidor (fan de la serie original; al menos de sus primeras temporadas) funciona como una idea fresca y muchísimo más interesante.
Sin Luke; con Shannen
Traer de vuelta a todos los integrantes originales no ha sido algo fácil.
Dos años han pasado desde que Spelling, con la ayuda de su buena amiga Garth, decidiera poner en marcha tan curioso proyecto.
Carteris, Green, Priestley y Ziering no debieron hacerse mucho de rogar, pero Doherty no se incorporó al mismo de inmediato. Lo hizo tras el fallecimiento de Perry (quien por lo visto se había comprometido a participar brevemente siempre y cuando su trabajo en Riverdale así se lo permitiese; en el primer episodio de BH90210 hay un sentido y sencillo homenaje a su persona) al poco de que la serie fuese oficialmente anunciada y para, según declaró, rendirle homenaje (también lo hará en el primer capítulo de la cuarta temporada de Riverdale, por cierto).
Además, la actriz ya ha indicado su nulo interés en repetir si se materializa una segunda entrega. ¿La sustituiría nuevamente Tiffani-Amber Thiessen? Lo dudo mucho (no guarda muy buen recuerdo de su paso por Sensación de vivir; ¡por lo visto ni se habla con Spelling y Garth!).
Entre la realidad y la ficción
Qué gran verdad es aquello de que “la vida imita al arte”. Aquí tenemos un buen ejemplo.
Y es que varios guionistas decidieron abandonar la serie pocos días antes de que se iniciase su rodaje. Sus razones: las trabas que estaban poniendo a su labor un par de las intérpretes principales (no cuesta mucho adivinar que se referían a Garth y Spelling, quienes también ejercen de cocreadoras). Pues bien, eso es lo que sucede en una de las subtramas de BH90210 (me pregunto si dicha historia ya estaba prevista o surgió tras dichas desavenencias; ¡ojalá esto último!).
Los problemas con el guion aparecen en la serie, como también aparecen los problemas financieros que atraviesa Spelling (y que la llevan, como en la vida real, a buscar refugio en la serie que la hizo famosa), los dramas maritales de Garth (en la serie se está divorciando por tercera vez; hasta tres veces se ha casado en realidad), muestra a Green como alguien a la sombra de su mucho más popular pareja (Megan Fox en la vida real; una cantante de éxito, a la que interpreta La La Anthony, en BH90210) o nos dibuja a una Doherty más zen (tranquilos, BH90210 no obvia su tan cacareada pelea con Garth) que nunca e hiperinvolucrada en la lucha por los derechos de los animales (labor a la que se dedicaba, casi en exclusividad, antes de que le detectarán cáncer de pecho).
Pero la serie juega al despiste (con romances entre varios de los involucrados que no siempre se han trasladado al otro lado de la pantalla) y no solo a exagerar la vida (y los caracteres) de sus protagonistas.
Así, también tenemos a una Carteris decidida a explorar su sexualidad, a un Priestley de lo más irascible (y más interesado en labrarse una carrera como director que como actor) y a un Ziering con problemas maritales (estas dos últimas tramas son las que, y con diferencia, menos me han acabado interesando).
Guiños y homenajes
BH90210 es un caramelito para los fans. Y no solo por lo que supone reencontrarse con buena parte del elenco original (Christine Elise, quien diese vida a una de las más locas parejas de Brandon, cuenta con un papel destacado, pero hay otros muchos que se dejar caer de manera algo más breve y cuyas identidades prefiero no desvelar; lástima, eso sí, que no aparezcan ni la ya mencionada Tiffani-Amber Thiessen ni la oscarizada Hilary Swank, quien tampoco guarda muy buen recuerdo de su paso por la serie original al haber sido despedida prematuramente de la misma), sino también por lo divertidos que resultan los múltiples chascarrillos que contiene hacia Sensación de vivir y, claro, hacia sus distintos protagonistas.
Resulta impagable, por ejemplo, ver a Doherty asombrarse tras conocer que la serie original contó con una sexta temporada o preguntándole posteriormente a Siri por el número de temporadas totales de la misma.
¡Ojo también a la interminable lista de enemigos que se ven obligados a preparar en su afán por dar con la persona que está tratando de sabotearles el rodaje!
Comedia + drama + romance
BH90210 es principalmente una comedia. Una comedia que, a pesar de lanzar algún que otro cuchillo (poco afilado, eso sí), no hace demasiada leña del árbol caído.
Hasta aquí todo perfecto. Pero es que, además, también juguetea con otros géneros más enfocados al culebrón puro y duro (aunque en un tono infinitamente más ligero, que conste). Géneros como el romance (trasladando la fantasía romántica de Brandon y Kelly a Jason y Jennie), la intriga (alguien decididamente molesto amenaza con paralizar la producción de la nueva serie) o el drama (los ya nombrados problemas sentimentales de Ziering o la aparición inesperada de un familiar).
No diré que la mezcla falla, porque estaría mintiendo descaradamente, pero sí que me veo en la obligación de afirmar que la prefiero como pura comedia que mezcla con gracia realidad y ficción.
Garth la define muy bien al llamarla ‘soapedy’ (‘soap’ + ‘comedy’; culebrón + comedia).
Los intérpretes y sus roles
También debería señalar que no veo igual de cómodos a todos los actores implicados (por mucho que parezcan querer dar lo mejor de sí mismos; eso también se nota y es de agradecer).
Desde luego ninguno lo está tanto como una de sus principales impulsoras: Spelling (también ayuda que se reserve algunas de las mejores escenas; ¡anda que no es lista!).
La hija de Aaron ya había demostrado que el género no se le daba del todo mal (y no, no estoy alabando su participación en la olvidable Scary Movie 2) y que, por encima de todo, sabía reírse de su imagen. Lo pudimos comprobar en la recomendable So Notorious, serie (creada, al igual que esta, por Mike Chessler y Chris Alberghini y en la que la actriz se interpretaba a sí misma) que, por desgracia, fue cancelada tras su primera temporada, y lo volvemos a hacer aquí.
Además, se nota la buena relación que mantiene con la otra cocreadora: Garth. No en vano, se han vanagloriado en distintas ocasiones de su amistad.
Más sorprendente resulta el estupendo tándem formado por Doherty y Green.
Conclusión
Puede que esta BH90210 no sea la serie esperada por los antiguos fans de Sensación de vivir, pero encuentro mucho más edificante que hayan optado por tan bizarro ‘revival’ en lugar de por otra simple (e innecesaria) continuación tradicional.
Lo que de seguro sí agradecerán (agradeceremos) dichos fans es reencontrarse con los actores originales (la química entre ellos sigue prácticamente intacta) y ver cómo estos vuelven a interactuar entre sí.
También que tengan a bien hacer mil y un guiños (y homenajes) a la popular serie que protagonizaron de 1990 a 2000.
BH90210 se destapa como la comedia más refrescante de este verano.
Lo mejor: Me dibuja una sonrisa (y casi hasta alguna lagrimilla el final de su primer capítulo) de oreja a oreja; sonrisa que se mantiene desde los créditos de apertura hasta los que cierran cada capítulo. ¡Viva el factor nostalgia!
Lo peor: Es necesario ser fan de Sensación de vivir, y conocer (aunque sea mínimamente) lo que se coció entre bambalinas, para disfrutar al máximo de ella. No todos sabrán, o querrán (repito: muchos mostraron en redes sociales su descontento al comprobar que no estaban ante una continuación propiamente dicha), entrar en su divertida dinámica. Además, echo en falta un poquito más de mala baba (peca de blandita).