El pasado 19 y 20 de noviembre se estrenó en la 40ª edición del Festival de Otoño Bob o Nunca Nadie La questione del consenso, obra dirigida, escrita y protagonizada por Carlos Pulpón. Además, nace de su participación de Surge Madrid, en la categoría de Emergentes, de 2021. El colectivo Quemar las Naves reflexione sobre el consentimiento LGBTQ+, la violencia sexual y lo que se considera abuso. Una conferencia performativa que lleva gestándose desde 2020. Se representó en la Sala Tarambana.



Bob o Nunca Nadie La questione del consenso

Crítica de 'Bob o Nunca Nadie La questione del consenso'

Ficha Técnica

Título: Bob o Nunca Nadie La questione del consenso
Título original: Bob o Nunca Nadie La questione del consenso

Reparto:
Carlos Pulpón

Duración: 75 min. apróx.
Dirección: Carlos Pulpón
Dramaturgia: Carlos Pulpón
Ayudante de dirección: David Herráez
Acompañamiento: Inés Collado, Itziar Manero y Olga Hernández
Agradecimientos: Celso Giménez, Grumelot, Paola de Diego, Dudu Torres, Teatro de la Abadía, Dani Bezier, Cristina Cejas, Cultproject y Pablo Chaves
Diseño de iluminación: Álvaro Guisado
Diseño de escenografía: Carlos Pulpón
Creación audiovisual: Cristina Cejas
Coreografía: Javier Vaquero
Pieza sonora: Jose Pablo Polo
Música: David Lynch, Carlos Pumares y Megabeat
Producción: Quemar Las Naves

Sinopsis de 'Bob o Nunca Nadie La questione del consenso'

Bob o Nunca Nadie La questione del consenso nos presenta una conferencia de no-danza basada en el ejercicio, la «filosofía queer» y la autoficción.

Pero:

-Aunque yo sea LGTBQ+, odio las piezas LGTBQ+
-Aunque quería escribir sobre este tema, lo he evitado a toda costa.
El tema es el consentimiento, los límites y las experiencias que rayan en el abuso sexual.
En su lugar, quiero ponerte Twin Peaks, leerte un texto de I may destroy you, que leas La violación de Lucrecia.
Que citemos a Mithu Sanyal y nos inventemos las letras de Nathy Peluso.
Que hagamos una «tabla de gimnasia psicopática» como la Liddell.
Responderme: ¿estoy apropiándome de un espacio que no me corresponde políticamente?
Anotar sueños y miedos.
Pero lo he estado evitando. (SALA TARAMBANA). 



Bob o Nunca Nadie La questione del consenso
Foto de Dalia Negra

Los límites del consentimiento

Carlos Pulpón aborda los abusos sexuales, la hipersexualización y el consentimiento en Bob o Nunca Nadie La questione del consenso. La dramaturgia navega en paralelismos con la franquicia de “Twin Peaks”, permitiendo al espectador relacionar algunos de los pasajes más famosos de la película y serie. Gracias a ello, se realiza un viaje teatral, convirtiéndose en un experimento sociológico. Así permite exponer situaciones de gran intensidad y de vital importancia mediante una técnica narrativa que mantiene el efecto ficcionado, sin perder la humanidad y el respeto por el tema. Por tanto, se comprueba la gran perspicacia de su creador, dado que ha sabido dar cuerpo a una temática nada fácil. Una experiencia muy recomendable a nivel social. Además, hace partícipes a los espectadores, lo que lleva a la pieza por cierto carácter inmersivo.

No es un espectáculo fácil y accesible para todos los públicos, pero se necesita esa disrupción a la hora de profundizar ante ciertos temas. Por este motivo, a aquellas personas que han podido ser víctimas de abuso sexual, podrían verse afectadas emocionalmente. Sin embargo, esto no resta el cuidado y la importancia de lo que se expone ante la escena. Asimismo, es incómoda en algunas partes, dado que al ser más explícitos, se unen a una crudeza que retrata una urgencia social sin adornos ni florituras. Ahí se encuentra una de sus fuerzas, que es el impacto que surge de la performance, de la palabra, en conclusión, de la dramaturgia. No deja indiferente y se agradece la denuncia de falta de referentes en el colectivo LGBTQ+ sobre cómo actuar ante una situación de abuso o violación.

Carlos Pulpón
Foto de Cris Cejas

Encontrar la situación

Carlos Pulpón no solo dirige y escribe Bob o Nunca Nadie La questione del consenso, sino que es el encargado de dar vida a esta performance dramática. Por lo cual, recae en el creador todo el peso de la expresión interpretativa desde el primer minuto. Se desenvuelve sin problema sobre la escena, lo que indica un alto grado de compromiso con la obra y sobre todo de bagaje artístico sobre las tablas. Por ende, la energía que desprende en todo momento está en su máximo nivel, sabe reajustar artísticamente cada parte para darles su espacio. Hay un despliegue de movimiento alto, lo que le permite exprimir la expresión corporal y gracias a ello transmite al patio de butacas. Hay una combinación de velocidad e intranquilidad, combinado con momentos más pausados enfatizando en la palabra.

Establece una conexión muy interesante con el patio de butacas, donde se produce una ruptura de la cuarta pared en puntos muy puntuales, sabiendo ejercer de maestro de ceremonias con los espectadores sin salirse de la dinámica de la pieza teatral. También hay que destacar la coreografía en torno a las distintas acciones que va ejecutando a lo largo de la obra, muchas de ellas con un atractivo especial, como el bosque que se formula sobre unos tomos enciclopédicos. Después, sería importante subrayar el carisma con el que afronta todo el montaje, ya que desprende una personalidad muy especial, que da un cariz diferente a la pieza. Por lo que, de alguna manera, se agradece que el simbolismo y el sello de identidad se relacione directamente con su creador, convirtiéndose en un perfecto intérprete del mensaje o de las reflexiones que desea transmitir.

Carlos Pulpón
Foto de David Fernández y Dani Bezier

La recreación y la reflexión

Una vez se entra dentro de Bob o Nunca Nadie La questione del consenso, se puede ver las claras referencias estéticas y visuales a “Twink Peaks”. Asimismo, hay una creación escenográfica interesante, incluyendo una alfombra que llama la atención desde el primer minuto. El uso del audiovisual es discreto, pero efectivo, permite poner en contexto varias de las participaciones de la serie y de la película en paralelo a la dinámica que se presenta en escena. Por lo cual, hay una buena gestión de los elementos técnicos, sobresaliendo iluminación y espacio sonoro, que permite sacar pecho por una propuesta dinámica, que sabe interactuar entre los distintos lenguajes para dar mayor énfasis entre las distintas variantes escogidas. Dicho de otra manera, ha sabido obtener una simbiosis entre el máximo referente de “Twin Peaks” para transformarlo en su propia creación artística con sello único.

La combinación del universo simbólico de “Twin Peaks” y los objetos sobre la escena se entrelazan a la perfección. Sobre la participación activa de los espectadores, hay una dinámica en concreto que convierte en protagonista a cada uno de los asistentes. Además, hay un planteamiento de investigación a través de esta propuesta, siendo importante lo que responde cada uno. Sin embargo, puede que haya alguna persona que no se sienta totalmente cómoda con ella. A pesar de ello, la obra ofrece la posibilidad de no participar en ello, por lo que no se obliga a ninguna persona a pasar por un mal trago. Por último, el ritmo fluye sin ningún problema, se vivencia la propuesta de principio y a fin y se agradece el riesgo que ha tomado tanto desde el plano artístico como narrativo.

Bob o Nunca Nadie La questione del consenso
Foto de Dalia Negra

Conclusión

Bob o Nunca Nadie La questione del consenso aborda la sexualidad LGBTQ+ desde el prisma del abuso, de la hipersexualización, de los límites del consentimiento mediante una metáfora, o no tan metáfora, del universo de “Twin Peaks”. Una exposición real de lo que sucede en la sociedad actualmente. Por ello, invita a una reflexión de vital importancia, con una dramaturgia muy perspicaz que atrapa desde el primer minuto. Se puede degustar de la inteligencia de su autor. Asimismo, el despliegue energético que realiza sobre las tablas Carlos Pulpón está a la par con el compromiso que transmite en escena. También hay que aplaudir la puesta en escena, la cual termina de exponer la sinergia entre los universos que propone, con una performance efectiva y portentosa. La denuncia del silencio y la falta de referentes mediante un espectáculo original y de alto nivel.

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CINEMAGAVIA
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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
bob-o-nunca-nadie-la-questione-del-consenso-critica-teatroAborda la sexualidad LGBTQ+ desde el prisma del abuso, de la hipersexualización, de los límites del consentimiento mediante una metáfora, o no tan metáfora, del universo de “Twin Peaks”. Invita a una reflexión de vital importancia, con una dramaturgia muy perspicaz que atrapa desde el primer minuto. El despliegue energético que realiza sobre las tablas Carlos Pulpón está a la par con el compromiso que transmite en escena. También hay que aplaudir la puesta en escena. La denuncia del silencio y la falta de referentes mediante un espectáculo original y de alto nivel.

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